¿Quienes somos?
Historia: En el año 1983, tras una experiencia de oración en Taizé (Francia), nace en Granada el Grupo de Jóvenes de San Francisco. Impulsados por la necesidad de encontrar dentro de la ciudad un espacio adecuado para el silencio y la contemplación, estos y otros jóvenes empezaron a reunirse para orar al Padre en los sótanos de la Iglesia de San Francisco.
Desde entonces, durante estos años, la oración comunitaria de nuestro grupo no ha conocido descanso y cada jueves nos reunimos para orar en comunidad.
Silencio: Un silencio atento, amable, compartido. Para poder encontrarnos con Dios necesitamos silencio para quitar de nuestra mente los esquemas del mundo y así dejar que sea "nuestra sed" la que nos guíe hacia Él.
Contemplación: contemplar no es una huida hacia el aislamiento interior que olvida los problemas sociales. La contemplación (con-templo, estar en un lugar sagrado) implica activamente la persona entera, intelectual, afectiva y físicamente, en la búsqueda de la unión con Dios. A través de ella permanecemos despiertos y alerta no para apreciar intelectualmente el significado de la vida, sino con el fin de retornar a la vida como una persona iluminada para el servicio,"para que tengamos vida y vida abundante".
Desde la oración Jesús nos invita al compromiso, a la acción y el cambió. Por todo ello nuestra oración es una oración de encarnación, encarnada en los problemas del mundo.
¿Cuándo es?
Lugar: Capilla de San Damián (Iglesia de San Francisco)
Hora: 20:30
Día: Todos los jueves del año
¿Cómo se prepara?
Con antelación: El grupo responsable de preparar el espacio de oración lo ha de hacer con antelación. Se celebra misa a las 20 h así que tendría que estar listo antes de esa hora
Con mimo: Preparar un espacio bello y acogedor. No se trata de reformar la capilla sino de preparar con cariño todo el espacio disponiendo los iconos, ladrillos y velas en el lugar adecuado; de tal modo que todo el mundo se sienta acogido por el espacio celebrativo.
"Los iconos sostienen la belleza de la oración. Son como ventanas que se abren sobre las realidades del Reino de Dios y que las hacen presentes en nuestra oración en la tierra."
Así que es preciso situarlos en el lugar adecuado. Los iconos acompañan la oración de aquellos que oran en las mantas, no los pongas demasiado altos intentando que todos los vean. Disponlos en un espacio cuidado que acompañe las oración.
"Por la fe que expresa, por su belleza y su profundidad, el icono puede abrir un espacio de paz, sostener una espera. Invita a acoger la salvación hasta en la carne y la creación"Con cuidado: de no olvidar ningún detalle que pueda distraer nuestra atención. Unas velas mal guardadas, unos iconos fuera de su lugar,....
No olvidar tampoco las luces, cuidando que estén encendidas en el momento oportuno.
Con imaginación y muchísimo cariño: sin olvidar nunca que vamos a orar dispón un espacio alegre y cuidado
En silencio: al término de la oración es preciso recoger el local, siempre sin olvidar que estamos en presencia del altísimo y por lo tanto manteniendo el clima de silencio.