Oración Comunitaria 09/07/2015
ORACIÓN
9 JULIO 2015
ESCUELA ORACIÓN
La alegría
del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con
Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza,
del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la
alegría
El gran
riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una
tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda
enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada. Cuando la vida
interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los
demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza
la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien. Los
creyentes también corren ese riesgo, cierto y permanente. Muchos caen en él y
se convierten en seres resentidos, quejosos, sin vida. Ésa no es la opción de
una vida digna y plena, ése no es el deseo de Dios para nosotros, ésa no es la
vida en el Espíritu que brota del
corazón de Cristo resucitado.
El
Evangelio, donde deslumbra gloriosa la Cruz de Cristo, invita insistentemente a
la alegría. Recobremos y acrecentemos el fervor, «la dulce y confortadora
alegría de evangelizar, incluso cuando hay que sembrar entre lágrimas […] Y
ojalá el mundo actual —que busca a veces con angustia, a veces con esperanza—
pueda así recibir la Buena Nueva, no a través de evangelizadores tristes y
desalentados, impacientes o ansiosos, sino a través de ministros del Evangelio,
cuya vida irradia el fervor de quienes han recibido, ante todo en sí mismos, la
alegría de Cristo».
Con Francisco decimos: “Oh Alto y glorioso Dios…”
SALMO 145
Te alabaré, Dios mío, a
ti, el único Rey,
y bendeciré tu Nombre eternamente;
día tras día te bendeciré,
y alabaré tu Nombre sin cesar.
¡Grande es el Señor y muy digno de alabanza:
su grandeza es insondable!
Cada generación celebra tus acciones
y le anuncia a las otras tus portentos:
ellas hablan del esplendor de tu gloria,
y yo también cantaré tus maravillas.
Ellas publican tus tremendos prodigios
y narran tus grandes proezas;
divulgan el recuerdo de tu inmensa bondad
y cantan alegres por tu victoria.
El Señor es bondadoso y compasivo,
lento para enojarse y de gran misericordia;
el Señor es bueno con todos
y tiene compasión de todas sus criaturas.
Que todas tus obras te den gracias, Señor,
y tus fieles te bendigan;
que anuncien la gloria de tu reino
y proclamen tu poder.
Así manifestarán a los hombres tu fuerza
y el glorioso esplendor de tu reino:
tu reino es un reino eterno,
y tu dominio permanece para siempre
NOTICIA: Salva, del grupo de San Francisco de Granada. Misión en África
Hola a todos desde Tanzania. Ya estoy acabando mis días en África.
Mis últimos días aquí, los he pasado en orfanatos. Cuando llegué todos los
niños de los pueblos y del camino no paraban de pedir para que les diera
caramelos o bolis o globos –actitud muy
extendida entre los voluntarios de la zona- y yo que no entiendo ese
comportamiento, me decidí a cambiarlo entregando flores. Tal es así que cuando
lo entendieron, eran los propios niños los que luego me traían flores y me
esperaban para que jugáramos en el camino.
He de decir que era un gustazo cuando llegabas a algún poblado más
aislado y los niños no habían conocido nunca a un blanco, porque desde el
principio se creaba un vinculo donde no había intercambio de nada material,
solo de amistad y juegos. De hecho la mayoría se asustaban al ver a un blanco.
Os cuento además, que
cuando me despedía de uno de los chicos de la calle que en ese momento estaba
muy colocado por el pegamento, tubo un momento de lucidez entre los temblores
de su cuerpo que me sorprendió y me dejó sin palabras. John, como hacia todos
los días, me pidió que lo llevara a Europa, que no quería seguir en la calle,
sin casa, sin comida, sin familia, sólo con el pegamento por compañero . Más
tarde me preguntó: ¿Por qué crees que Dios me ha hecho a mi negro y a ti
blanco, a mi un niño de la calle y sin familia en uno de los mayores slum de
África y a ti un rico europeo? ¿Por qué yo soy pobre y tu rico? Ante esa
pregunta no tuve respuesta. Un niño de 10 años me dejó totalmente mudo.
También aprovecho para deciros que a aquellos que me disteis
dinero para algún proyecto, lo he repartido a varios orfanatos sostenidos por
religiosos y religiosas. Uno de ellos con el que he compartido mi tiempo, la
comunidad de Subukia, tiene a más de 20 niños en el orfanato, un dispensario
médico, y más de 50 niños sin recursos estudiando con todo pagado en el colegio
de secundaria que poseen en el valle (alojamiento, comida y estudios... ).
Asimismo otra remesa la he entregado a la asociación de Lenore, que junto con
los hermanos misioneros de la caridad trabajan para sacar a los niños de la
calle.
Para acabar una pequeña reflexión: el ciclo de los productos, por
ejemplo aquí en el este de África hay una gran producción de café, té y
chocolate pero la mayoría de las familias que viven en zonas rurales y
productoras, no pueden acceder a ellos porque sus precios son prohibitivos,
mucho más caros que en España. Al igual que la ropa, se produce en estos países
para ser enviado a Europa, después retorna como ropa de segunda mano (europea )
y se vende a precios también muy altos. ¿No es un poco surrealista? Un fuerte abrazo. Salva
EVANGELIO: Mc 6, 7 - 13
Entonces, llamando a los doce, comenzó a
enviarlos, de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos, y les
ordenó que no llevasen nada para el camino, sino sólo un bastón; ni pan, ni
alforja, ni dinero en el cinto, sino que fuesen calzados de sandalias, y no se
pusieran dos túnicas.
Y les dijo: "Dondequiera que entréis en una casa, quedaos allí hasta el
momento de salir del lugar. Y si en algún lugar no quieren recibiros y no se os
escucha, salid de allí y sacudid el polvo de la planta de vuestros pies para
testimonio a ellos". Partieron,
pues, y predicaron el arrepentimiento.
Expulsaban también a muchos demonios, y ungían con óleo a muchos enfermos y los
sanaban.
SALIDA
Renovemos
ahora mismo el encuentro personal con Jesucristo o, al menos, tomemos la
decisión de dejarnos encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso. No
huyamos de la resurrección de Jesús, nunca nos declaremos muertos, pase lo que
pase. ¡Que nada pueda más que su vida que nos lanza hacia delante!
Terminamos con Francisco diciendo, “Te adoramos….”