Oración Comunitaria 02/07/2015
ORACIÓN COMUNITARIA, 2 DE JULIO DE 2015.
ESCUELA DE ORACIÓN:
Un jueves
más, a la caída de la tarde nos reunimos para orar en comunidad. Venimos a
orar, con la oración que brota de la vida de cada uno. Orar es permanecer
en silencio y decir, como Samuel, “habla señor que tu siervo escucha”.
Que
importante es estar a la escucha del Señor que habla, aunque a veces haya
otros, los del mal, de la injusticia, de la autosuficiencia, que parecen ahogar
la voz de Dios. Qué grande es que haya personas que sigan fieles
esperando la Palabra del Señor.
Para poder
dialogar con el Señor es necesario escuchar, no podemos ni sabemos decirle
a Dios nada que no nos haya dicho. Él como Padre, pone sus palabras en
nuestro corazón para que sepamos dirigirnos a él.
Escuchar al
Señor supone esfuerzo, atención, deseo profundo de recibir la palabra de Dios
Dios no sólo
habla con palabras, también habla por medio de los acontecimientos. Leer con
ojos de fe lo que nos pasa, es escuchar al señor que se revela en
la vida.
Escuchar al
Señor supone reconocer su voz, discernir su voz entre tantas voces
que constantemente nos hablan: el orgullo, los prejuicios, la ira, los
miedos, y que, a veces, terminan ahogando la Palabra del Señor y haciendo que
se embote nuestra mente.
Escuchar es
estar con el Señor, permanecer con Él, ser uno con Él.
La más pura
oración, la oración silenciosa, es el latir de un corazón purificado que
se queda en silencio ante Dios, a su escucha, a la espera.
Y quién si escuchó la Palabra del Señor fue
el franciscano que en estos días nos ha dejado Víctor de la Peña. Los más
pobres allá en Perú gozaron de la minoridad y el servicio de quien se sentía
llamado a la misión desde las raíces del Evangelio, aquellos que nada tienen.
Hoy queremos tenerlo presente en esta oración
Así en
disposición de silencio y contemplación, con la gratitud de haber tenido un
servidor de la minoridad como Victor de la Peña, unimos junto con San Francisco, decimos: “Oh alto
y glorioso Dios...”
Del libro de la Sabiduría 11, 22-12,2
Señor, el mundo entero es ante
ti como grano de arena en la balanza, como gota de rocío mañanero que cae sobre
la tierra.
Pero te compadeces de todos, porque todo lo puedes, cierras los ojos a los
pecados de los hombres, para que se arrepientan.
Amas a todos los seres y no odias nada de lo que has hecho; si hubieras odiado
alguna cosa, no la habrías creado.
Y ¿cómo subsistirían las cosas, si tú no lo hubieses querido?
¿Cómo conservarían su existencia, si tú no las hubieses llamado?
Pero a todos perdonas, porque son tuyos, Señor, amigo de la vida.
Todos llevan tu soplo incorruptible.
Por eso, corriges poco a poco a los que caen, les recuerdas su pecado y los
reprendes, para que se conviertan y crean en ti, Señor.
NOTICIA:
Cuando a Juan
Carlos le avisaron de que había conseguido un puesto de trabajo en Fuera de
Serie, una empresa de inserción que recicla y vende ropa de segunda mano, se
puso «contentísimo». Este joven de 37 años, padre de cuatro hijos entre los 15
años y los cuatro meses de edad. Juan Carlos llevaba tiempo en el paro. Hace
cuatro meses se incorporó a la planta donde se selecciona la ropa que los
vecinos dejan en los más de cien contenedores que Cáritas Albacete tiene por
toda la provincia.
En la planta,
se revisan las prendas, se clasifican, etiquetan y posteriormente se
higienizan. De muchas de esas tareas es responsable Aurora, otra de las jóvenes
contratadas en itinerario de inserción después de pasar cinco años en el paro.
Aurora tiene 35 años y espera a su segundo hijo. Cuando le ofrecieron este
puesto pensó que la rechazarían por estar embarazada. «Cuando me llamaron les
dije la verdad y pensé que se iban a echar para atrás, pero me contrataron
igual», señala.
Para María
Vaya, la trabajadora social, «los itinerarios de inserción dan herramientas y
les ayudan a descubrir capacidades que ellos mismos pensaban que no tenían».
«Estamos ante personas con unas barreras que solo a través de estas estructuras
de inserción son capaces de saltar; si no es imposible», añade Rafael López,
gerente y propietario de esta empresa de inserción que da trabajo a once
personas.
«En los últimos años los tradicionales roperos
de Cáritas se han convertido en empresas de inserción. Con esta iniciativa de
economía social se generan cientos de puestos de trabajo en toda España y
además se respeta la dignidad de la persona en la entrega de la ropa, ya que
puede elegir la prenda que necesita», explica José Luis Pérez Larios,
coordinador de Empleo y Economía solidaria de Cáritas Española, quien además
defiende la perspectiva ecológica de esta iniciativa al favorecer la
reutilización de la ropa.
EVANGELIO: Mt 18, 10-
14
Miren que no menosprecien a uno de estos pequeños. Porque
les digo que en el cielo los ángeles de ellos contemplan siempre el rostro de
mi Padre celestial.
»¿Qué les parece? Si un hombre
tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿no dejará las noventa y nueve
en las colinas para ir en busca de la extraviada? Y si llega a encontrarla, les
aseguro que se pondrá más feliz por esa sola oveja que por las noventa y nueve
que no se extraviaron. Así también, el Padre de ustedes que está en el
cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños.
SALIDA
En la
realidad, el espíritu nos agita, nos despierta. Ahora nos toca salir de nuevo a
la vida, la vida está llena de señales, tenemos que aprender, al estilo de
Jesús, aprender a mirar, lo pequeño insignificante. Aprender a escuchar, al
ciego mendigo que grita. Aprender a compartir, aprender a acompañar y ser
acompañado…
Acabamos cantando, te adoramos Cristo