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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 28/05/2015

Oración: 28 de Mayo de 2015
            Reunidos esta tarde en comunidad, aún resuenan en nosotros los ecos de la celebración del Espíritu, que ungió a Jesús para anunciar la buena nueva a los pobres, y ha inspirado a tantos hombres y mujeres a lo largo de la historia. Recordamos así al beato Oscar Romero, testigo del espíritu de Dios hecho justicia en el continente latinoamericano.
Traemos a la oración algunos trozos de actualidad colectiva marcada por nuevos representantes políticos, cambios de actitud de algunas sociedades hacia minorías como los homosexuales, todo el dolor de los cristianos en los países donde son perseguidos,  las guerras olvidadas, los seres humanos explotados en cualquier parte del mundo… así como las vivencias personales de los que nos reunimos cada jueves al caer de la tarde…
Recordamos las palabras del Papa Francisco a los participantes en el capitulo general de los franciscanos: “vuestro claustro sigue siendo el mundo entero”, dirigidas también a los que de una manera u otra hemos sentido específicamente la vocación franciscana, para invitarnos a vivir en clave de minoridad y fraternidad…

Y con Francisco de Asís, nos dirigimos al Padre diciendo: Oh alto y glorioso Dios…

Primera Lectura:
El ángel del Señor anunció en la víspera…
El corazón de El Salvador marcaba
24 de marzo y de agonía.
Tú ofrecías el Pan,
el Cuerpo Vivo
-el triturado cuerpo de tu Pueblo;
su derramada Sangre victoriosa
-la sangre campesina de tu Pueblo en masacre
que ha de teñir en vinos de alegría
la aurora conjurada.
El ángel del Señor anunció en la víspera,
y el Verbo se hizo muerte,
otra vez, en tu muerte;
como se hace muerte cada día,
en la carne desnuda de tu Pueblo.
Y se hizo vida nueva
en nuestra vieja Iglesia.
Estamos otra vez en pie de Testimonio.
San Romero de América,
pastor y mártir nuestro.
Romero de la paz casi imposible
en esta tierra en guerra.
Romero en flor morada
de la esperanza incólume de todo el Continente.
Romero de la Pascua Latinoamericana.
Pobre pastor glorioso,
asesinado a sueldo, a dólar, a divisa.
Como Jesús, por orden del Imperio.
El pueblo te hizo santo.
La hora de tu Pueblo te consagró en el kairós.
Los pobres te enseñaron a leer el Evangelio.
Y supiste beber el doble cáliz
del Altar y del Pueblo,
con una sola mano consagrada al servicio.
América Latina ya te puso
en su gloria de Bernini
en la espuma-aureola de sus mares,
en el retablo antiguo de los Andes alertas,
en el dosel airado de todas sus florestas,
en la canción de todos sus caminos,
en el calvario nuevo de todas sus prisiones,
de todas sus trincheras, de todos sus altares…
en el ara segura del corazón insomne de sus hijos.
San Romero de América,
Pastor y mártir nuestro:
Nadie hará callar tu última homilía.
(Pedro Casaldáliga: “San Romero de América, pastor y mártir”.
TOMADO de: J. Suarez Bautista: “Los otros salmos”).

Los niños de las infancias rescatadas
Ibrahim Wattara nació en Bamako (Mali) el 19 de julio de 1992, en una familia que muy pronto perdió al padre para siempre. De chavalito, se marcho a vivir con su hermano mayor, lejos de la protección materna. Ha pasado una década de aquello y en perfecto español y con un habla sosegada no abunda demasiado en su etapa africana y solo esboza que terminó por cruzar la frontera hacia Argelia, al norte de su país, con la idea de pisar Europa en busca de un futuro mejor. “Era muy joven y no sabía muy bien qué hacía”. Había guerra en Libia y mi situación se complicó, porque en realidad pensé al principio en ir a Italia. El destino es incontrolable, especialmente cuando la clandestinidad, la adolescencia y las mafias juegan sus cartas a las anchas en la biografía de un crio.
            La siguiente fotografía es la de una patera arribando a Motril, procedente de Nador. Con suerte, en ella llegó sano y salvo Ibrahim, un chaval de 17 años que pronto pasó a manos de la Junta de Andalucía. “No pasé miedo en la patera porque no reflexionaba sobre la gravedad del asunto”. Antes había estado nueve meses durmiendo en un bosque y en cuevas, apostilla el joven detrás del mostrador de su frutería en Armilla.
            Ibrahim comparte piso con un compatriota en la Chana y se levanta a las 4:30 de la mañana para acudir al mercado de mayoristas. Desde hace dos años que inauguró su modesto negocio, apenas ha cogido vacaciones. “No quiero endeudarme. Voy comiendo de mi frutería, que se llama ‘Hermanos de leche’ y tiene repartos a domicilio”. Mi única aspiración es mejorar algo mi economía, arguye el joven autónomo, quien no ha visitado a sus 6 hermanos, desde que llegó hace 6 años a España, aunque mantiene contacto con ellos regularmente y tiene grabada a fuego la idea de escaparse a verlos en cuanto pueda. Siempre con billete de vuelta.
            El chaval que un dia se jugó la vida en una patera, ha pasado por numerosos centros de menores e instituciones de Granada, como el Angel Ganivet, el Bermúdez de Castro, el programa de mayoría de edad de la Ciudad de los niños o el Labora de la fundación Diafragma. “En ese camino me he encontrado de todo, pero si tu eres respetuoso y buena persona das con buenas personas. Hay profesores y monitores que me han ayudado mucho. Mantengo bastantes amigos del colegio donde estudié, explica este exalumno del centro Amor de Dios, donde se graduó con notable en ESO.
            Ibrahim lleva lo del esfuerzo tatuado en su oscura piel. Habla perfectamente español, inglés y francés. Posee el carnet de conducir, el de manipulador de alimentos, hizo un curso de reparador de calefacción y agua caliente, otro de energía solar y prácticas de reponedor de hipermercado.
            Ibrahim se despide agradecido y no cuenta que con cierta regularidad envía pequeñas cantidades de dinero a Mali, donde se reciben como grandes ayudas. “ES un claro ejemplo de que pese a contar con muy pocos recursos o casi ninguno, si se quiere realmente algo, se puede –se despiden sus mentores-.

3ª Lectura (Romanos 8, 14-17):
Hermanos: Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios. Habéis recibido no un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino el espíritu propio de los hijos que nos permite gritar “¡Abbá! (Padre). Ese Espíritu y nuestro  espíritu dan un testimonio concorde: que somos hijos de Dios; y si somos hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, ya que sufrimos con él para ser también con El glorificados.

Salida
Te doy gracias, María, por ser una mujer.
Gracias por haber sido mujer como mi madre,
y por haberlo sido en un tiempo en el que ser mujer era como no ser nada.
Gracias porque cuando todos te consideraban una mujer de nada, tú fuiste todo,
todo lo que un ser humano puede ser y mucho más, la plenitud del hombre, una vida completa.
Gracias porque estuviste llena de gracia, porque estabas llena de vida,estuviste llena de vida porque habías sido llenada de gracia y de vida.
Gracias porque supiste encontrar la libertad siendo esclava,
aceptando la única esclavitud que libera, la esclavitud de Dios,
y nunca te enzarzaste en todas las otras esclavitudes que a nosotros nos atan.
Porque al llegar el ángel te atreviste a preferir su misión a tu comodidad,porque aceptaste tu misión, sabiendo que era cuesta arriba,una cuesta arriba que terminaba en un Calvario.
(Adaptado de J.L. Martín Descalzo “Lo que María guardaba en su corazón”.
(Si se vé conveniente, se puede cambiar por un canto)