Oración Comunitaria 21/05/2015
ORACIÓN 21 MAYO 2015. ENCUENTRO ECUMÉNICO PENTECOSTÉS
ESCUELA DE ORACIÓN: El secreto para
experimentar aquello que Juan XXIII llamaba «un nuevo Pentecostés» se llama
oración. ¡Es ahí donde se prende la «chispa» que enciende el motor! Jesús ha
prometido que el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan
(cf. Lc 11, 13). Entonces,
¡hemos de pedir!
«Hermanos: A cada cual
se le otorga la manifestación del Espíritu para provecho común. Porque a uno
se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia
según el mismo Espíritu; a otro fe, en el mismo Espíritu; a otros carismas
de curaciones, en el único Espíritu; a otro, poder de milagros; a otro,
profecía, a otro, discernimiento de espíritus; a otro diversidad de lenguas;
a otro don de interpretarlas. Pero todas estas cosas las obra un mismo y único
Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad»
(1Cor 12,
7-11).
Traemos
en el corazón a toda la humanidad tan necesitada de vida, de paz, de verdad y
de comunión. No podemos olvidarnos de la reciente catástrofe de Nepal, ni de
las secuelas de la corrupción política por tantas partes, ni de los
inmigrantes que fallecen al buscar un horizonte de vida y esperanza, ni del
terror sembrado por los fanatismos religiosos en África y Asia, ni de tantos y
tantos episodios de desgracia e injusticia que salpican todos los rincones de
nuestro mundo... Sin el Dios de la vida no podemos hacer nada. Pedimos hoy que
no falten personas que en tu nombre extiendan tu Reino. Hoy y aquí, pedimos
juntos en eco prolongado: “¡Ven, Espíritu Santo!”.
Con Francisco decimos “Oh alto y glorioso Dios…”
Canto: Padre únenos
SALMO 51 (50)
Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.
Líbrame de la sangre, oh Dios,
Dios, Salvador mío,
y cantará mi lengua tu justicia.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
Canto: Tengo fe
NOTICIA Gabriel López Santamaría, ofs
Eisham
es una niña de 15 años. Cuando la vi por primera vez, sus ojos denotaban una
tristeza extrema. Una tristeza acumulada durante seis largos años.
Cuando
tenía solo 9 fue testigo directo de como una turba de radicales musulmanes se
llevaban a rastras a su madre, la desnudaban y la apaleaban. Ella intentó
detenerlos pero fue prácticamente aplastada por la multitud enloquecida.
“Mientras la golpeaban pidió agua, pero nadie le ofreció un vaso de agua, no le
daban tregua”
Su
madre se llama Asia Bibi y su único crimen fue beber agua de un pozo
“musulmán”. Su historia es conocida, lleva 5 años encerrada en una celda de 2
metros en Pakistán, esperando ser ejecutada por blasfemia (se la acusa de
contaminar el pozo de agua ya que ella es cristiana).
Eisham
llego a Roma con su padre, Ashiq, con la esperanza de poder ver al Santo Padre
y pedirle que rece por su madre. Podrían haberle pedido que presionara al
gobierno pakistaní, que hiciera un llamamiento mundial… pero solo querían
pedirle oración.
Acompañé a la familia de Asia Bibi por Roma,
respondiendo a entrevistas, entrevistándose con políticos… Eisham nunca sonrió,
es una niña muy bella, pero profundamente triste. Cada vez que algún periodista
le preguntaba por su madre y por lo que recordaba de aquel día, rompía a
llorar.
Durante
esos dos días en Roma solo sonrió una vez, cuando llego frente al Papa
Francisco, le dio la mano y le sonrió con una devoción que no pude encontrar
entre el resto de “peregrinos” que teníamos alrededor. Ashiq se inclinó en una
larga reverencia y estrecho contra su frente las manos del Papa. Estos gestos
me cuestionaron profundamente. ¿Tengo yo esa devoción, ese respeto al sucesor
de Pedro? ¿Cuándo vemos al Papa vemos al “personaje mediático” o comprendemos
de verdad lo que representa y a Quien representa?
Luego
de la audiencia los acompañe a una iglesia cercana. Al entrar se quitaron los
zapatos y se quedaron muy extrañados de que yo no hiciera lo mismo. En Pakistán
se descalzan para entrar al templo en señal de respeto al lugar sagrado.
¿Cuántas veces yo entro en el templo como entraría en una tienda, en una
habitación de mi casa…?
Tuvimos
mucho tiempo para hablar de su madre, de su situación y se me quedó marcado a
fuego lo que me dijo “Es una mujer temerosa de Dios y con una gran fe. Siempre
nos habló de Él y de Su bondad”. Asia Bibi podría quedar libre cuando ella quisiera,
solamente tendría que renegar de su fe y abrazar el Islam. Su vida está en
juego pero ella se mantiene fiel a su fe en Cristo ¿haría yo lo mismo? ¿Estaría
dispuesto a morir por Cristo? No he sido capaz de responderme estas preguntas.
La
vida de Eisham y su familia siempre fue dura, son de la casta más baja del
país, pobres absolutos, campesinos, discriminados por ser cristianos, pero
“éramos felices junto a mi madre. Quiero que mi madre vuelva” me dijo entre
lágrimas. ¿Cuántas veces me he agobiado
por el trabajo, por tenerlo o por perderlo? ¿Cuántas veces me he angustiado
porque no tenía el dinero para comprar tal o cual cosa?
Eisham
me ha enseñado lo que significa confiar en la Providencia. Lo que significa
tener fe. Una fe que trasciende las necesidades materiales e incluso la propia
vida.
Tuve
también la posibilidad de hablar con muchos cristianos perseguidos en esos
días… Un misionero de Irak me contaba como sus alumnos, cristianos, hablaban
durante el recreo. El tema de conversación no era el futbol, los cromos o las
caricaturas. Esos niños cristianos, sabedores de cuál puede ser su destino,
hablaban de que gritarían cuando llegase ISIS a su pueblo. Cuando pusieran el
cuchillo en sus cuellos… “Viva Cristo!” “Viva la Virgen!”
No
supe que decir.
¿Qué
podemos hacer para ayudar? Todos me dijeron lo mismo: Lo primero rezar por
ellos, lo segundo hablar de ellos, que sus historias y sufrimientos no queden
en el olvido, lo tercero, los que puedan, ayudar económicamente.
Canto: El alma que anda en amor
EVANGELIO Lectura de los Hechos de los Apóstoles 2, 1-4
“En aquel tiempo, cuando llegó el día de
Pentecostés, estaban todos reunidos en el mismo lugar. De repente vino del
cielo un ruido, como el de una violenta ráfaga de viento, que llenó toda la
cada donde estaban, y aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron
y fueron posándose sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del
Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les
concedía que se expresaran”.
Homilía
Canto: Ven Espíritu de Dios
Peticiones y Padre Nuestro
SALIDA:
·
El Espíritu nos da vida y un
sentido a nuestra vida...
·
El Espíritu gime en nuestro
propio interior por las personas que sufren...
·
El Espíritu ora dentro de
nosotros y nos hace confiar y esperar en Dios...
·
El Espíritu mora dentro de
nosotros. Contamos con su poder y su energía...
·
El Espíritu derrama amor en
nuestro corazón para amar y servir...
·
El Espíritu nos habita y nos
hace templos suyos. No estamos deshabitados...
·
El Espíritu nos regala su
consolación en las pruebas...
·
El Espíritu nos deja gustar
la paz más profunda...
·
El Espíritu nos defiende de
todo lo malo que nos daña y perjudica...
Que seamos capaces de reconocer nuestra fragilidad para que con la fuerza
del Espíritu se transforme en fuerza creativa para construir una tierra nueva.
Necesitamos
contar con muchos hombres y mujeres que, llenos de Espíritu y como discípulos
misioneros, vayan a anunciar la alegría del Evangelio con palabras de vida y
signos de esperanza.
Con Francisco terminamos diciendo: Te
adoramos….
Canto: Llevad la buena noticia