Escuela de oración
  • Canto: Me levantaré e ire a mi padre
  • Salmo: Is. 49, 8-13
  • Canto: Dios está con los humildes
  • Noticia: Exige una nueva política de cooperación
  • Canto: Ubi caritas et amor.
  • Evangelio: Mt. 18, 21-35
  • Canto: El Señor es mi fortaleza.
  • Padrenuestro
  • No hay que temer, no hay que temer
    "/> Grupo de San Francisco :: Oración Comunitaria 4/03/2004
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    Etiquetas: oración del jueves

    Oración Comunitaria 4/03/2004

  • Escuela de oración

    Encontrarse con Dios mismo

    53.- No hemos de olvidar que orar es decir “sí” a Dios. No es fácil. La dificultad para decir este “sí” a Dios no se disimula ni diluye tras expresiones de confianza. Este asentimiento a Dios exige, antes que nada, encontrarse en la oración con el mismo Dios, el Dios vivo.

    En la presencia de Dios

    54.-Toda oración verdadera comienza con un “héme aquí, señor”. Los maestros de la vida espiritual lo llamaban “ponerse en presencia de Dios”. Se trata de “cambiar de nivel”, dejar el mundo de la utilidad y de los intereses para abrirse a la presencia de ese Misterio que llamamos Dios. Son muchas las actitudes que pueden obstaculizarnos el encuentro, pero ninguna tanto como la actitud posesiva y el permanecer centrados en nosotros mismos. Cuando la persona es el centro de su relación con Dios, todo lo reduce y degrada a objeto, todo lo subordina a su provecho inmediato. ¿Cómo encontrarse con Dios desde esa actitud? Para entrar en relación con Él, la persona tiene que adoptar una postura de disponibilidad y desprendimiento. Con frecuencia, la oración está tan llena de nuestras peticiones, necesidades e intereses que no permitimos entrar a Dios en nuestra existencia. Sólo escuchamos nuestras palabras y nuestro ruido; no escuchamos la voz callada de Dios. Orar exige descentrarnos y abrirnos a su amor.

  • Canto: Me levantaré e ire a mi padre

  • Salmo: Is. 49, 8-13

    Así dice el Señor:
    En tiempo de gracia te he respondido
    en día propicio te he auxiliado;
    te he defendido y constituido alianza del pueblo;
    para restaurar el país, para repartir heredades desoladas,
    para decir a los cautivos: “Salid”;
    a los que están en tinieblas: “ Venid a la luz”;
    aún por los caminos pastarán,
    tendrán praderas en todas las dunas;
    no pasarán hambre ni sed,
    no les hará daño el bochorno ni el sol;
    porque los conduce el Compasivo
    y los guía a manantiales de agua.
    Convertiré mis montes en caminos
    Y mis senderos se nivelarán.

    Miradlos venir de lejos;
    miradlos, del norte y del poniente,
    Y los otros del país de Siene.
    Exulta, cielo; alégrate, tierra;
    Romped en aclamaciones, montañas,
    Porque el Señor consuela a su pueblo
    Y se compadece de los desamparados.

  • Canto: Dios está con los humildes

  • Noticia: EXIGEN UNA NUEVA POLÍTICA DE COOPERACIÓN

    La Plataforma de 0,7 inicia una semana de movilizaciones en el Colegio Mayor Chaminade

    El Colegio Mayor Chaminade ha sido y será, durante una semana, el centro de movilización de la Plataforma 0,7. Estudiantes y activistas han iniciado un encierro en el colegio madrileño, que empezó el día 1 de marzo, en favor de la lucha contra la pobreza y el hambre en el mundo.

    El objetivo de esta iniciativa es llamar la atención sobre la necesidad de que el próximo gobierno que salga de las urnas emprenda una nueva política de cooperación, que permita el alivio de la pobreza y el hambre en el mundo.

    La semana de movilizaciones ha comenzado con el despliegue de una pancarta en la fachada del Colegio Mayor Chaminade y un acto simbólico en recuerdo de los seres humanos que desgraciadamente siguen muriendo de hambre en el mundo.

    A lo largo de los siete días, una nutrida representación permanecerá encerrada en dicho colegio, a la vez que se realizará actos de difusión y sensibilización sobre la cooperación en un mundo globalizado.

    La Plataforma 0,7 invita con este encierro a todos los ciudadanos a tomar parte activa en la la lucha contra la pobreza en el mundo.

  • Canto: Ubi caritas et amor.

  • Evangelio: Mt. 18, 21-35

    Entonces se adelantó Pedro y le preguntó:
    - Señor, y si mi hermano me sigue ofendiendo, ¿cuántas veces lo tendré que perdonar?, ¿siete veces?
    Jesús le contestó:
    - Siete veces, no; setenta y siete.
    Y a propósito de esto: se parece el reinado de Dios a un rey que quiso saldar cuentas con sus empleados. Para empezar le presentaron a uno que le debía millones. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, con su mujer, sus hijos y todas sus posesiones, y que pagaran con eso.
    El empleado se echó a sus pies suplicándole:
    - Ten paciencia conmigo, que te lo pagaré todo.
    El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda.
    Pero, al salir, el empleado encontró a un compañero suyo que le debía algún dinero, lo agarró por el cuello y le decía apretando:
    - Págame lo que me debes.
    El compañero se echó a sus pies suplicándole:
    - Ten paciencia conmigo, que te lo pagaré.
    Pero él no quiso, sino fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
    Al ver aquello sus compañeros, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor lo sucedido. Entonces el señor llamó al empleado y le dijo:
    -¡Miserable! Cuando me suplicaste te perdoné toda la deuda. ¿No era tu deber tener también compasión de tu compañero como yo la tuve de ti?
    Y su señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda su deuda.
    Pues lo mismo os tratará mi Padre del cielo si no perdonáis de corazón, cada uno a su hermano.

  • Canto: El Señor es mi fortaleza.

  • Padrenuestro

  • Canto: No hay que temer, no hay que temer.