Oración Comunitaria 09/04/2015
ESCUELA DE ORACIÓN: JESUCRISTO RESUCITADO,
ALEGRÍA DE LA VOCACIÓN.
Queridos
amigos: Jesús el Señor, abre las puertas para alegrar tu vida vocacional.
En
el Nuevo Testamento, Jesús se presenta como luz, agua, puerta, pastor, camino,
verdad y vida, paz, etc… Pero nunca – al menos explícitamente – como alegría.
Este es, sin embargo, el título que queremos resaltar al hablar de la vocación,
la alegre noticia de Dios para la humanidad. Dios quiere salvarnos a todos de
modo sorprendente y desbordante por medio del acercamiento de Dios a los
hombres: “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su único Hijo”.
La
clave fundamental para percibir la llamada de Dios en cada uno de nosotros es
sentirse alcanzado por Jesucristo, que nos enseña a responder con fidelidad a
la voluntad del Padre y nos ayuda a salir, de manera nueva y comprometida, al
encuentro de las necesidades de los hermanos.
Con Francisco
comenzamos diciendo: Oh Alto y Glorioso Dios…
SALMO: del
salmo 117.
Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
En el peligro grité al Señor,
y me escuchó, poniéndome a salvo.
El Señor está conmigo, no temo.
Mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los hombres,
mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los jefes.
Empujaban y empujaban para derribarme,
pero el Señor me ayudó ;
el Señor es mi fuerza y mi canto,
él es mi salvación.
Escuchad : hay cantos de alegría
en las tiendas de los justos :
la diestra del Señor es excelsa.
No he de morir, viviré
para contar las hazañas del Señor.
NOTICIA: “Vova, del coma al triunfo
vital”.
Vladimir 'Vova' Marinkievich, fue uno
de los mejores jugadores de tenis de mesa de Europa antes, durante y después de
su fichaje por El Obrero Extremeño de Almendralejo. Era un galáctico de
esta modalidad.
Con 7 años, en la antigua URSS, Vova
ya competía. Y ganaba. Pero su mayor victoria la ha conseguido ya en la
madurez, a los 45 años. Fue el pasado fin de semana, en Antequera (Málaga), en
el que logró una medalla de plata en el Campeonato de España de silla de ruedas
con su club, el CTM Villafranca. Y todo ello después una pirueta vital de
primera magnitud.
El primer susto: todo se inició en el
2007. Y es que Vova ha superado un tumor en el cerebro, pero también todo lo
que vino después, que no fue poco, y que fue durísimo, de tintes trágicos.
Padeció, sin rendirse nunca, problemas de todo tipo, todo derivado del cáncer y
el tratamiento: en la cadera, y también en el brazo derecho, que tuvo que ser
amputado por los efectos nocivos de la quimioterapia.
Sin ese brazo compitió, pero él ha
seguido siendo un campeón de la vida y de las palas. Ganó la plata con
solvencia, todo ello con el brazo izquierdo, con el que realmente está
aprendiendo a jugar --y de qué forma-- desde hace solamente cinco meses.
"De todas las victorias que he conseguido, ésta ha sido la más grande, sin
duda", dice el protagonista desde su domicilio, henchido de una
satisfacción tan incontestable como difícil de expresar.
Muerte al acecho: la historia es
tremenda. "El jefe de oncología me dijo que tenía el 99,9 por ciento de
posibilidades de morir, que no podían hacer nada por mí. Incluso, que solamente
conocía dos casos sobre este virus en España. La otra persona ya había
muerto", le llegaron a comentar.
Antes de ello, se sucedieron episodios
que él quiere olvidar. "En el tratamiento de quimioterapia, se estropeó
una vía y el día siguiente ya tenía el virus. Después estuve cuatro meses en
Mérida en la UCI", cuenta con crudeza a este diario.
El calvario de Vova estaba servido.
Todo parecía perdido. Su vida, también. "Vino hasta mi hermano de Ucrania.
Estaba prácticamente muerto. Llegaron a decir un día que a lo mejor me quedaban
20 minutos". Pero él no desfalleció, nunca mejor dicho. Fue trasladado a
Getafe. "Me dijeron que el brazo o yo. Me lo cortaron y allí estuve otros
seis o siete meses más".
Pero, insospechadamente para todos, el
deportista empezó a mejorar. Tanto que en 2010 volvió a su trabajo en la
entonces Caja Almendralejo. "Parecía que estaba recuperado, pero de pronto
tuve un dolor fuerte en la cadera. Me tuvieron que operar de urgencia y me pasé
tres meses en la cama".
Tremendo. Vuelve a tener el alta y
pasará sus revisiones, como todo aquel que ha contraído el cáncer, cada seis
meses "porque estoy en riesgo". Han pasado casi siete años desde el
primer gran susto . Pero Vova está vivo. Muy vivo. Ahora, por las
mañanas va a rehabilitación y después, poco a poco, a la compra. "Me gusta
cocinar", resalta, pero su mujer se empeña en que no lo haga en demasiadas
ocasiones, comenta con tranquilidad. Pura superación. Pura vida.
EVANGELIO:
Mt 28, 1-8.
Después del sábado,
al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron
a ver el sepulcro. Sucedió que hubo un terremoto violento, porque un ángel del
Señor bajó del cielo y, acercándose al sepulcro, quitó la piedra y se sentó
sobre ella. Su aspecto era como el de un relámpago, y su ropa era blanca como
la nieve. Los guardias tuvieron tanto miedo de él que se pusieron a temblar y
quedaron como muertos.
El ángel dijo a las
mujeres:
—No tengan miedo; sé
que ustedes buscan a Jesús, el que fue crucificado. No está
aquí, pues ha resucitado, tal como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo
pusieron. Luego vayan pronto a decirles a sus discípulos: “Él se ha levantado
de entre los muertos y va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán.” Ahora
ya lo saben.
Así que las mujeres
se alejaron a toda prisa del sepulcro, asustadas pero muy alegres, y corrieron
a dar la noticia a los discípulos.