Oración Comunitaria 12/03/2015
Oración 12-Marzo-2015
Un jueves mas nos reunimos al caer de la tarde en
torno al icono del Cristo de San Damián. Casi sin darnos cuenta estamos ya en
la mitad de la Cuaresma y aún no nos hemos puesto a tiro para que el Señor
hable a nuestro corazón y transforme nuestra vida...
Nos
sentimos rodeados de ruido: ruido de
políticos calentando el ambiente pre-electoral, ruido de datos económicos acerca
de la economía española y europea, ruido de nuevos y antiguos escándalos, ruido
de famosos y famosillos… Ruidos de nuestros asuntos y relaciones… Nos siguen
dominando la prisa, las ocupaciones y preocupaciones.
Sin
embargo, nuestras angustias, proceden de un análisis parcial de nuestra
existencia, de nuestro ser actual que parcializa, divide y se queda en un
aspecto superficial y raquítico de la realidad.
Lo
mejor de la vida es inexplicable, se capta de manera sintética, como un
paisaje, una flor, una mirada, una sensación que nos abarca y transporta… Para
ello, es preciso salir -como el búho en plena noche-, acallar la mente y cerrar
los ojos de fuera para abrir los de dentro…
Con
Francisco, comenzamos diciendo: “Oh alto y glorioso Dios…
Salmo 4
Escúchame
cuando te invoco, Dios, defensor mío;
tú que en el aprieto me diste anchura,
ten piedad de mí y escucha mi oración.
Y
vosotros, ¿hasta cuándo ultrajaréis mi honor,
amaréis la falsedad y buscaréis el engaño?
Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi favor,
y el Señor me escuchará cuando lo invoque.
Temblad
y no pequéis,
reflexionad en el silencio de vuestro lecho;
ofreced sacrificios legítimos
y confiad en el Señor.
Hay
muchos que dicen: "¿Quién nos hará ver la dicha,
si la luz de tu rostro ha huido de
nosotros?"
Pero tú,
Señor, has puesto en mi corazón más alegría
que si abundara en trigo y en vino.
En paz
me acuesto y en seguida me duermo,
porque tú sólo, Señor, me haces vivir
tranquilo.
Noticia:Una realidad invisible
La realidad de las
Mujeres sin Hogar es una realidad oculta e invisible socialmente. Son varias
las razones que hacen que las vidas y las historias de estas mujeres sean
invisibles. Los datos de que disponemos sobre personas “sin hogar” en España
son insuficientes, y mas aún cuando hablamos de las mujeres, lo cual repercute
en la dificultad para visibilizar el problema y entenderlo fuera de
estereotipos.
La exclusión social severa es
multicausal, y entre estas causas podemos citar las desigualdades en el acceso
a derechos. España ha descendido del puesto 12 al 26 en el índice sobre
igualdad de género. A esta realidad hay que sumar el recorte en derechos
fundamentales de los últimos años, que está provocando un incremento de mujeres
que pasan de la vulnerabilidad a la exclusión. Las mujeres atendidas por
Cáritas en los últimos 5 años se ha incrementado en un 28%, mientras que el
número de hombres lo ha hecho en un 15%.
Escuchar las historias de las
mujeres con las que hemos trabajado a lo largo de los 90 años de la Obra social
de las Apostólicas y la Fundación Luz Casanova, nos permite afirmar que las
mujeres en la calle están en una situación de mayor desprotección y
vulnerabilidad, si cabe, ya que a las problemáticas comunes de las personas sin
hogar se suman algunas específicas de genero:
Desvalorización como mujer. Socialmente se
penaliza a las mujeres que llegan a esta situación, lo que genera sentimientos
de culpa, que dificulta la recuperación de la confianza en sí mismas.
Dobles victimas de la violencia. El 76% de las
mujeres sin hogar son víctimas de la violencia de pareja, lo cual es
sensiblemente superior al resto de la población (33%). Pero además hay que
destacar que un 63% de éstas ha vivido la violencia antes de llegar a la calle,
y el resto lo ha hecho estando ya en la calle.
El deterioro físico y mental. La incidencia de
enfermedades es mucho mayor entre las mujeres que entre los hombres sin techo.
Esta realidad de exclusión terrible y creciente puede cambiar facilitando
el acceso a los derechos, acompañando procesos, y dando herramientas a las
mujeres para que puedan reconstruir sus vidas.
3ª
LECTURA (Gálatas 3, 26-29)
“
Ustedes están en Cristo Jesus y todos son hijos de Dios gracias a la fé. Todos
se han revestido de Cristo, pues todos fueron entregados a Cristo por el
bautismo. Ya no hay diferencia entre judío y griego, entre esclavo y hombre
libre; no se hace diferencia entre hombre y mujer, pues todos ustedes son uno
solo en Cristo Jesus. Y si ustedes son de Cristo, también son descendencia de
Abraham y herederos de la promesa”.
SALIDA
Terminamos la oración de hoy
con algunas bienaventuranzas para este tiempo cuaresmal:
Felices quienes se aíslan de tanto ruido e
información vertiginosa, y
hacen un espacio en el desierto de su corazón para que el silencio se
transforme en soledad sonora.
Felices quienes creen que el perdón, en
todos los ámbitos, es uno de los ejes centrales en la puesta en práctica del
Evangelio de Jesús, para conseguir un mundo reconciliado.
Felices quienes recuerdan la promesa de su
buen Padre y Madre Dios, quienes renuevan a cada momento su alianza de
cercanía y presencia alentadora hacia todo el género humano.
Con Francisco terminamos diciendo: “Te adoramos…”