Oración Comunitaria 19/02/2015
ORACIÓN COMUNITARIA JUEVES 19 FEBRERO
2015
“La Cuaresma es un tiempo
propicio para dejarnos servir por Cristo y así llegar a ser como Él. En Él no
hay lugar para la indiferencia, que tan a menudo parece tener tanto poder en
nuestros corazones. Quien es de Cristo pertenece a un solo cuerpo y en Él no se
es indiferente hacia los demás.”
Con Francisco, comenzamos este encuentro diciendo: ¡Oh Alto...!
ISAÍAS 58, 5-11
¿Creéis que el ayuno que me
agrada consiste en afligirse, en agachar la cabeza como un junco y en acostarse
entre ásperas ropas, sobre ceniza? ¿Eso es lo que vosotros llamáis ‘ayuno’ y
‘día agradable al Señor’? Pues no lo es. El ayuno
que a mí me agrada consiste en esto: en que rompas las cadenas de la injusticia
y desates los nudos que aprietan el yugo; en que dejes libres a los oprimidos y
acabes con toda tiranía; en que compartas tu pan con
el hambriento y recibas en tu casa al pobre sin techo; en que vistas al que no
tiene ropa y no dejes de socorrer a tus semejantes. Entonces
brillará tu luz como el amanecer y tus heridas sanarán muy pronto. Tu rectitud
irá delante de ti y mi gloria te seguirá. Entonces,
si me llamas, yo te responderé; si gritas pidiendo ayuda, yo te diré: ‘Aquí
estoy.’ Si haces desaparecer toda opresión, si no insultas a otros ni les
levantas calumnias, si te das a ti mismo en servicio
del hambriento, si ayudas al afligido en su necesidad, tu luz brillará en la
oscuridad, tus sombras se convertirán en luz de mediodía. Yo
te guiaré continuamente.
NOTICIA: "Fortaleced vuestros corazones". Mensaje del Papa Francisco para la cuaresma 2015
El Papa inicia recordando que “la Cuaresma es un
tiempo de renovación para la Iglesia, para las comunidades y para cada
creyente. Pero sobre todo es un “tiempo de gracia”, y subraya que a Dios “cada
uno de nosotros le interesa”, porque “su amor le impide ser indiferente a lo
que nos sucede”.
El problema, señala el Papa, es que “cuando
estamos bien y nos sentimos a gusto, nos olvidamos de los demás” y “nuestro
corazón cae en la indiferencia”. Por ello indica que “uno de los desafíos más
urgentes sobre los que quiero detenerme en este Mensaje es el de la
globalización de la indiferencia”.
A partir de este pensamiento, el Papa propone
tres pasajes para meditar acerca de esta renovación.
«Si un miembro sufre, todos sufren con él».
“Pedro no quería que Jesús le lavase los pies, pero después entendió que Jesús
no quería ser sólo un ejemplo de cómo debemos lavarnos los pies unos a otros.
Este servicio sólo lo puede hacer quien antes se ha dejado lavar los pies por
Cristo. Sólo éstos tienen “parte” con Él (Jn 13,8) y así pueden servir al
hombre”, indica el Papa.
«¿Dónde está tu hermano?» En este segundo
punto el Santo Padre señala la vida de las parroquias y comunidades y se
interroga: “En estas realidades eclesiales ¿se tiene la experiencia de que
formamos parte de un solo cuerpo? ¿Un cuerpo que recibe y comparte lo que Dios
quiere donar? ¿Un cuerpo que conoce a sus miembros más débiles, pobres y
pequeños, y se hace cargo de ellos?”. Y el Papa invita a “ver en nuestro
prójimo al hermano y a la hermana por quienes Cristo murió y resucitó”; sin
olvidar que lo que “estos hermanos poseen es un don para la Iglesia y para toda
la humanidad”.
El Papa además expresa su deseo de que “los
lugares en los que se manifiesta la Iglesia, en particular nuestras parroquias
y nuestras comunidades, lleguen a ser islas de misericordia en medio del mar de
la indiferencia”.
«Fortalezcan sus corazones», es la frase
que propone en el tercer punto. Recuerda que “estamos saturados de noticias e
imágenes tremendas que nos narran el sufrimiento humano y, al mismo tiempo,
sentimos toda nuestra incapacidad para intervenir”.Y se pregunta: ¿qué podemos
hacer para no dejarnos absorber por esta espiral de horror y de impotencia? A
lo que responde que en primer lugar, podemos orar en la comunión de la Iglesia
terrenal y celestial. En segundo lugar, podemos ayudar con gestos de caridad
gracias a los numerosos organismos de caridad de la Iglesia. “La Cuaresma es un
tiempo propicio para mostrar interés por el otro, con un signo concreto, aunque
sea pequeño”; porque “el sufrimiento del otro constituye un llamado a la
conversión”.
En su mensaje el Papa además hace una invitación:
“Superar la indiferencia y nuestras pretensiones de omnipotencia”; e indica que
rezará con los fieles pidiendo a Nuestro Señor: “Haz nuestro corazón semejante
al tuyo”.
EVANGELIO Lucas 9,22-25.
Jesús dijo a sus discípulos: "El Hijo del
hombre debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes
y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día". Después
dijo a todos: "El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo,
que cargue con su cruz cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida,
la perderá y el que pierda su vida por mí, la salvará. ¿De qué le servirá al
hombre ganar el mundo entero, si pierde y arruina su vida?
ORACIÓN COMPARTIDA
PADRENUESTRO
Deseo vivir cada uno de estos días como un prólogo para la Pascua. Que no me atrapen las redes del consumismo, del prestigio social, del aparentar, del "no te metas", del egoísmo... Que cada día sea un escalón más que me acerque a la verdadera felicidad que Tú me propones con tu vida y tu mensaje.
Con Francisco terminamos
diciendo: Te adoramos…