Oración Comunitaria 13/11/2014
ESCUELA DE ORACIÓN:
Orar: ¡tan fácil… y tan dificil!
Tan fácil como ponerte delante de Dios o de Jesucristo y decirle: “Señor,
aquí estoy, aquí me tienes”; “creo y confio en ti”; “si quieres puedes sanarme” (Lc 5, 12); etc… Basta creer en Él: mas
bien que estar tú con El, es creer que Él está contigo: “Yo estaré con vosotros hasta el fin del mundo” (Mt 18, 19-20). Si
voy a Él, es porque es Él el que primero ha venido a nosotros: Jesús (y Dios
con Él) aparece en el Evangelio entrando en las casas y pueblos, poniéndose al
alcance de los hombres. Dios ha querido ser presencia viva en el corazón y en
la vida de todo ser humano.
Por eso, orar es creer en esa
presencia suya, mejor dicho, en Él presente. Incluso sin palabras, o con
palabras breves pero densas: “Padre-Abbá”, “Señor mío”, “Tú, Señor, mi paz y mi
fortaleza”, “me basta, Señor mío, saber que me amas tal como soy”… “Aquí estoy,
Señor, como un banco mas”, oraba San Juan María Vianney ante el Santísimo, tan
cansado que no podía decir otra cosa, pero le bastaba mirarle con fé y saberse
mirado por Él, recordarle en el corazón y saberse recordado por Jesús. Tan
fácil, sencillo y hondo como estar con Él, saberte mirado, comprendido, amado.
No hagas depender tu oración de que
sientas o no sientas a Dios o a Jesús: ¡es una gran tentación!. Basta la fe,
con palabras o sin palabras, con sentimientos y emociones o sin ellos, con
corazón cálido o seco como una teja…
¡Y tan difícil! Lo sabe por
experiencia todo el que ora cinco, quince o treinta minutos cada día. ¡Qué
impresión de que “no me sale nada, no sé que decirle a Dios, de aburrirme, de
que mi cabeza anda como una mariposa por ahí…”! ¡Y si oras durante una hora,
dos horas…! Por ello, para orar necesitamos de ordinario ayudas, “muletas”:
unas oraciones bien formuladas para hacerlas mías, un ambiente recogido, un
grupo de oración….
Con Francisco comenzamos diciendo: ¡Oh alto y glorioso Dios….
SALMO
118, 137-144:
Señor,
tú eres justo,
tus mandamientos son rectos;
has prescrito leyes justas
sumamente estables;
me consume el celo,
porque mis enemigos olvidan tus palabras.
Tu
promesa es acrisolada,
y tu siervo la ama;
soy pequeño y despreciable,
pero no olvido tus decretos;
tu justicia es justicia eterna,
tu voluntad es verdadera.
Me
asaltan angustias y aprietos,
tus mandatos son mi delicia;
la justicia de tus preceptos es eterna,
dame inteligencia, y tendré vida.
NOTICIA: Las raíces de la corrupción…
La primera vez que visité el Reino
Unido, el guía italiano que nos acompañaba relató un incidente que le ocurrió
al convalidar allí su titulación: en el examen que debía aprobar, intentó
utilizar una chuleta, y cual no sería su asombro cuando una de las aspirantes,
al observar la maniobra, corrió a comunicarlo al presidente del Tribunal, identificando
al tramposo. El guía lo contaba con
perplejidad, asegurando que de haber sucedido en su país, la ‘chivata’ no
habría salido con integridad del aula…
Tal vez sea éste uno de los primeros
y mas importantes fraudes. Copiar es una práctica extendida y aceptada que,
como otros engaños, se aplaude en función del ingenio invertido y los
resultados finales. Y, sin embargo, no es sino una enorme falta de respeto para
los que trabajan y se esfuerzan, y un fraude a la institución y a la sociedad.
Aún así, se acepta y a nadie se le ocurriría denunciarlo, ya que lo convertiría
en un chivato, una de las figuras mas estigmatizadas y odiosas de la imaginería
nacional.
Mas tarde, volveremos a encontrar
idéntico panorama en otros ámbitos: internados, cuarteles, colegios mayores,
prisiones…, en donde nuevamente el silencio de los indiferentes y cobardes
permite perpetrar todo tipo de abusos, generalmente sobre los mas débiles, sin
que nadie, incluidos los afectados, saquen a la luz las injusticias, bajo pena
de acoso y aislamiento. Y es en este ambiente en el que crecemos desde pequeños
aprendiendo a hacer la vista gorda, y donde mas adelante nos sorprenderemos de
que la gente calle y encubra a terroristas y asesinos…
Paralelamente, se nos educa en el
corporativismo, defendiendo a los nuestros por el simple hecho de serlo. Nada
se dice de apoyar al que lleve la razón o la justicia… Luego nos indignará
cuando queramos denunciar un error médico, judicial o policial y veamos como el
colectivo se encubre, defendiendo al compañero solo por pertenecer al gremio,
sin distinguir lo que de criticable o punible haya tenido su actuación.
Y en este contexto interviene un
tercer ingrediente: lo que está mas allá de la puerta de mi casa, el espacio
público es de quien saque de él el máximo provecho. Si se llevan a casa
artículos de la oficina, se inflan las facturas, no se devuelve lo que se
encuentra por la calle, se cometen fraudes en declaraciones o se evaden
impuestos, la única consecuencia es que te pillen, olvidando que los daños a lo
público tendremos que pagarlos todos.
No es de extrañar que, ante un
contexto tan contaminado por semejantes hábitos, cuando se llega a un puesto de
poder se pretenda aprovecharlo en beneficio propio o de los míos. Las virtudes no pueden emerger de la nada,
sino construirse y aquilatarse dentro de un sistema democrático donde la ética
sea el eje principal y donde se premie a los justos y se persiga a los
tramposos. Comenzar desde ahora es la única manera de fortalecer y hacer mas
dignos a los individuos y a los pueblos, previniéndolos de los escándalos que
día tras otro los salpican y degradan.
EVANGELIO (Lc
17, 20-25).
Dijo Jesús a
sus discípulos: “El reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán
que está aquí o allá; porque mirad, el reino de Dios está dentro de vosotros”.
Y añadió: “Llegará un tiempo en que desearéis vivir un dia con el Hijo del
hombre y no podréis. Si os dicen que está aquí o está allí no os vayáis detrás.
Como el fulgor del relámpago brilla de un horizonte a otro, así será el Hijo
del hombre en su día. Pero antes tiene que padecer mucho y ser reprobado por
esta generación”.
«Cuidar de la Naturaleza es vital para la supervivencia humana» 'ABC
(Andalucía)' - 2014-11-09
El Papa
confirmó hace unos días que prepara una encíclica sobre ecología y, poco a
poco, especialmente en sus últimos discursos, se vislumbran algunas de las
ideas que podría incluir en ese documento. En su encuentro de ayer con los
«scouts» italianos, Francisco ha incidido en el respeto por la Creación:
«Nuestro tiempo no puede ignorar la cuestión ecológica, que es vital para la supervivencia humana».
El Santo
Padre ha recibido en audiencia a los miembros de este movimiento que cumple su
60 aniversario en Italia. En un Aula Pablo VI abarrotada, con nutrida presencia
de niños, el Pontífice ha subrayado que el cuidado del medio ambiente no puede
reducirse a una «mera cuestión política» porque tiene también «una dimensión
moral que afecta a todo el mundo».
Por eso, ha
pedido a los cristianos que se unan a «los hombres de buena voluntad» para
«proteger y defender la Naturaleza». Es más, ha pedido que no sólo se respete
de forma pasiva sino que se pase a la acción.
Poniendo en
relación el uso de la Naturaleza con la cultura del descarte, objeto frecuente
de sus denuncias, el Papa ha insistido en la necesidad de emplear los recursos
naturales de forma sostenible: «Vivir en estrecho contacto con la Naturaleza no
sólo implica respetarla, sino también comprometerse a eliminar los residuos de una
sociedad que tiende a rechazar los bienes que todavía son útiles y que pueden
ser donados».
El pasado
sábado, en la misa celebrada en el cementerio más grande de Roma, criticó con
dureza a los que se «apoderan de la Creación» y la destruyen. Pocos días antes,
en el encuentro con organizaciones sociales, recordó que la Naturaleza se debe
emplear «en beneficio de todos» y lamentó que el sistema económico «centrado en
el dios-dinero» necesite también «saquearla para sostener el ritmo frenético de
consumo».