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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 14/08/2014

Ambientación:
Nos encontramos de nuevo ante el Cristo de san Damián, el Cristo resucitado que habló a Francisco y a tantos seguidores suyos a lo largo de la historia. Hoy traemos a la oración  la figura de Santa Clara cuya festividad celebrábamos el lunes. Hoy celebramos a San Maximiliano María Kolbe, mártir franciscano que ofreció su vida en el campo de concentración de Awschwitz como holocausto de caridad por la libertad de un padre de familia. A San Francisco se le ha definido como “el hombre hecho oración”. ¿Qué decir de Santa Clara? Algunos creen que orar consiste en pedir. Otros lo confunden con la meditación. Orar es, ante todo, una actividad del corazón. Orar es amar. Es el acto más noble y elevado de la criatura humana. Es pensar en Dios con amor. Santa Clara tenía el corazón fijo en su Dios. A El Como a su centro enderezaba sus afectos. Hacía suya y vivía la oración del Seráfico Padre: “Tu eres el Bien, sumo Bien, todo Bien, Señor, Dios mío, vivo y verdadero”. Durante horas Clara se abandonaba a la oración. Era un cara a cara con el Único Amor. Orar para ella era vivir en la presencia amorosa de su Dios. Nada más y nada menos. Lo demás era consecuencia. Ante la eucaristía pasa horas en ferviente adoración. Acude a María porque Ella es camino hacia Dios, nos ha dado a Cristo y es modelo de virtudes. Tomás de Celano nos lo comunica: “Su alma se entregaba sin cesar a la oración. Levantada la primera, iba a despertar a las Hermanas más jóvenes, sin romper el silencio, animándolas con la mirada a comenzar el día con fervor. Después, durante el día, rezaba sin cesar cualquier que fuera su ocupación. Contemplando el crucifijo de san Damián, se miraba el rostro, espejo del alma, en el Cristo, como en un espejo. María, también contemplaba en silencio a su Hijo y meditaba y guardaba todas las maravillas en su corazón para luego, poner en práctica la voluntad de Dios.
Con tantos ejemplos de cómo la oración nos lleva a la vida, comenzamos con Francisco diciendo:

Oh , Alto y Glorioso Dios

Canto:
Hágase en mi cuanto quieras, como quieras, donde quieras. Aquí estoy para vivir tu Palabra 

Salmo 116 (115):
Tenía fe, aun cuando dije: «¡Qué desgraciado soy!» 
Yo decía en mi apuro: «Los hombres son unos mentirosos». ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación, invocando su nombre.
Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo. Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles.
Señor, yo soy tu siervo, siervo tuyo, hijo de tu esclava: rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor.
Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo; en el atrio de la casa del Señor, en medio de ti, Jerusalén.

Canto:
Confío en ti, de ti me fié, no andaré tus pasos si no es desde la fe…

Noticia: El Papa Francisco pide a Ban Ki-moon que la comunidad internacional ponga fin a la "tragedia" en Irak. ROMA, 13 Ago. (EUROPA PRESS) 
El Papa Francisco ha enviado una carta al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en la que le transmite su preocupación por los "dramáticos acontecimientos" de estos últimos días en Irak y en la que renueva su llamada urgente a la comunidad internacional para intervenir y poner fin a esta "tragedia humanitaria".
   "Renuevo mi llamada urgente a la comunidad internacional a intervenir para poner fin a la tragedia humanitaria en curso, animo a todos los organismos competentes de las Naciones Unidas, en particular a los responsables de la seguridad, la paz, el derecho humanitario y la asistencia a los refugiados a continuar sus esfuerzos conformes al Preámbulo y a los Artículos pertinentes a la Carta de las Naciones Unidas", subraya en la misiva.
   Asimismo, Francisco recuerda a Ban Ki-moon las "lágrimas, los sufrimientos y los gritos desesperados de los Cristianos y de las otras minorías religiosas" de Irak que han sido "obligadas a huir de sus casas y a presenciar la destrucción de sus lugares de culto y del patrimonio religioso".
   El Papa, que dice haber seguido estos hechos "con un peso en el corazón y angustiado", apunta que es "intolerable" el sufrimiento de aquellos que "solo desean vivir en paz, armonía y libertad en la tierra de sus antepasados". A su juicio, los "ataques violentos" que están extendiéndose por todo el norte de Irak deben "despertar las conciencias" y llevar a "acciones concretas de solidaridad, para proteger a cuentos son golpeados y amenazados", para asegurar la asistencia "necesaria y urgente" a los refugiados y para garantizar su regreso a casa.
   "Las trágicas experiencias del siglo XXI y la más elemental comprensión de la dignidad humana, obliga a la comunidad internacional, en particular, a través de las normas y de los mecanismos del derecho internacional, a hacer todo lo posible para detener y prevenir otras violencias sistemáticas contra las minorías étnicas y religiosas", insiste.

   El Papa Francisco espera que su llamamiento, que también extiende a los Patriarcas Orientales y demás líderes religiosos, encontrará "una respuesta positiva".

Canto:
Dona la pace, Signore (Danos la paz en este silencio, danos la paz en esta violencia…)

Evangelio: Lucas 11, 27-28
Mientras Jesús hablaba a las gentes, una mujer entre el gentío levantó la voz diciendo: “¡Dichoso el vientre que te llevó en su seno y los pechos que te criaron!” Pero Jesús Él repuso: “Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen”. 

Canto:
Tengo fe en ti, envía tu Espíritu, Señor, hazme dócil a tu voz, quiero obrar tan solo desde la fe

Peticiones:

Padre nuestro:

Oración final: Admirable Santa Clara de Asís. Tu seguiste a Cristo tras las huellas de María y de Francisco de Asís y eres modelo de cuantos queremos seguir el ideal franciscano. Obtennos la gracia de caminar fielmente por esa misma senda, siguiendo tu ejemplo y tus enseñanzas. Queremos compartir las alegrías y las tristezas de los hombres, sufriendo con los que sufren, alegrándonos con los que se alegran. Que nuestra vida sea así un sacrificio agradable a los ojos de Dios y llevemos a feliz término la obra que El en nosotros ha comenzado. Nos unimos a la voz de María en el Magnificat diciendo: Proclama mi alma la grandeza del Señor…

Canto: Como María
Basta con mirar y callar para escuchar tu Palabra.
Basta con hacer silencio dentro para escuchar tu voz…
Como María