Oración Comunitaria 15/05/2014
ENTRADA
Bienvenidos todos un jueves más, en el que nos unimos en oración al Padre. En este tiempo de Pascua, seguimos trabajando nuestra intención de hacer realidad en nuestra vida las Bienaventuranzas, proyecto de vida.
Para Jesús las Bienaventuranzas son la expresión de la Buena Nueva: el Reino de Dios está cerca, el Reino ya está aquí. Dios intervine y toma partió por el pobre, el desvalido… Se inaugura una nueva situación, en la que los más débiles tienen garantizados sus derechos. Dios no se desentiende de los pobres y esto solo es entendible a la luz de la muerte de Jesús. Él es el verdadero manso de corazón, el que ha sufrido por la justicia, el que conquistó el Reino de los cielos para convertirlo en tarea de la tierra. Jesús es así el “bien-aventurado”, es decir el que se ha “aventurado bien”.
No sólo es cuestión de cabeza e inteligencia. Posiblemente es cuestión de oración. De ponernos, de rodillas, delante de Él y pedirle que nos ayude a comprender esta locura y a estos locos.
Hoy, en el marco de la semana de oración por la vida consagrada, queremos tener presentes a esos locos tan especiales, los que dedican su vida entera a Dios.
Con Francisco, que también fue un loco del Evangelio, comenzamos diciendo: “Oh alto y glorioso Dios…”.
LECTURA – SALMO 116, 1-9
Amo al Señor porque ha escuchado mis súplicas,
Incline hacia mi su oido
el día en que lo llamé.
¡Toda mi vida le invocaré!
La muerte me enredó en sus lazos,
la angustia del sepulcro me alcanzó
y fui presa del miedo y del dolor.
Entonces invoqué el nombre del Señor:
¡Ay Señor, salva mi vida!
El Señor es justo y compasivo;
nuestro Dios es todo ternura.
El Señor cuida de los pequeños:
Cuando yo estaba sin fuerzas, me salvó.
Ahora sí, puedo volver a sentirme tranquilo
porque el Señor ha sido bueno conmigo,
porque me ha librado de la muerte,
porque me ha librado de llorar y de caer.
Caminaré en presencia del Señor en la tierra de los vivos
NOTICIA
Una justicia menos ciega. Gabriel Pérez Castellanos, licenciado en Derecho, aspira a ser juez. Hasta hoy su pretensión era inviable por el hecho de ser ciego. Nunca ha habido un juez invidente en España y este vallisoletano de 23 años veía hasta ahora truncado su sueño por el hecho de que la justicia no contempla la posibilidad de que, en el caso de ganar las oposiciones correspondientes, una persona pueda ejercer como magistrado.
Asistido por el derecho que contempla la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU de 2006, ratificada por España, este joven que perdió la vista cuando tenía tres años no cejó en su empeño y puso en marcha una campaña reivindicativa a través de internet que ha recogido 140.000 firmas de apoyo.
Ayer, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), formado por cinco vocales y el presidente, han votado sí al informe favorable de uno de sus miembros. El acuerdo, adoptado por unanimidad, señala que Gabriel deberá desempeñar sus funciones en puestos compatibles o adaptados a sus capacidades. Fuentes de la permanente del CGPJ precisan que la decisión tomada no precisa para su aplicación de cambios legislativos.
En definitiva, este español sabe desde hoy que su problema físico no le inhabilita para, si aprueba las oposiciones en las que ya anda enfrascado, impartir justicia. Algo que ya sucede en Alemania, Reino Unido, Holanda y Brasil.
EVANGELIO – Jn 20, 19-23
Al llegar la noche de aquel mismo día, primero de la semana, los discípulos estaban reunidos y tenían las puertas cerradas por miedo a los judíos. Jesús entró y, poniéndose en medio de los discípulos, los saludó diciendo:
–¡Paz a vosotros!
Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y ellos se alegraron de ver al Señor. Luego Jesús dijo de nuevo:
–¡Paz a vosotros! Como el Padre me envió a mí, también yo os envío a vosotros.
Dicho esto, sopló sobre ellos y añadió:
–Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedarán perdonados; y a quienes no se los perdonéis, les quedarán sin perdonar.
PETICIONES Y ACCIONES DE GRACIAS
PADRENUESTRO
SALIDA
Haznos señor locos, chiflados, apasionados, hombres y mujeres, jóvenes y mayores, capaces de dar el salto hacia la inseguridad. Haznos locos del presente, enamorados de una forma de vida sencilla, amantes de la paz, puros de conciencia, resueltos a nunca traicionar, capaces de aceptar cualquier tarea, de acudir a donde sea, libres y obedientes, espontáneos y tenaces, dulces y fuertes. Haznos locos de amor y apasionados por vivir la gracia que nos lleva al amor que no pasa. Terminamos todos diciendo: “Te adoramos Señor Jesucristo…”.