Oración Comunitaria 27/03/2014
Como eco de las charlas de Cuaresma de estos días, el Papa
nos invita a cada cristiano, en cualquier lugar y situación en que se
encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al
menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día
sin descanso. No hay razón para que alguien piense que esta invitación no es
para él, porque «nadie queda excluido de la alegría reportada por el Señor».Al
que arriesga, el Señor no lo defrauda, y cuando alguien da un pequeño paso
hacia Jesús, descubre que Él ya esperaba su llegada con los brazos abiertos.
Éste es el momento para decirle a Jesucristo: «Señor, me he dejado engañar, de
mil maneras escapé de tu amor, pero aquí estoy otra vez para renovar mi alianza
contigo. Te necesito. Rescátame de nuevo, Señor, acéptame una vez más entre tus
brazos redentores».
Con la certeza de que necesitamos apoyarnos en el Padre para
seguir adelante, y la alegría de saber que Él nos sostiene a pesar de nuestras
torpezas, comenzamos diciendo: ¡ Oh Alto…!
LECTURA: Sofonias
3,18-20
Dice el Señor:
“Yo te libraré entonces del mal que te amenace, de la
vergüenza que pese sobre ti.
En aquel tiempo actuaré en contra
de todos los que te oprimen. Ayudaré a la oveja que cojea y recogeré a la
extraviada; en toda la tierra convertiré en honor y fama los desprecios que les
hicieron. En aquel tiempo os traeré, os reuniré,
haré que cambie vuestra suerte y os daré fama y honor entre todos los pueblos
de la tierra. Yo, el Señor, lo he dicho.”
NOTICIA:
El Padre
Ángel visita el CETI
"Los
inmigrantes que están en el CETI de Melilla tienen caras alegres, como si
hubieran alcanzado la Tierra Prometida. No vienen a hacerse ricos, solo quieren
vivir". Estas son las palabras del Padre Ángel, presidente de Mensajeros
de La Paz, tras una visita realizada al centro donde permanecen acogidos más de
1.900 inmigrantes.
El padre Ángel, acompañado del director de las instalaciones, ha hecho un
recorrido por el Centro de Estancia Temporal de Melilla donde ha podido
comprobar las condiciones en las que viven estas personas, en su mayor parte
jóvenes, y le han contado las duras experiencias que han vivido hasta llegar a
Melilla.
El padre Ángel también visitó al obispo Ramón Buxarrais, quien vive desde hace
unos años en Melilla. En su conversación, el Padre Ángel lamentó "el
sinsentido de las autoridades", sentimiento que Buxarrais también dijo
compartir: "¿Cuándo llegará el día
en que el mundo sea la casa de todos?" Buxarrais agradece
que todavía haya sacerdotes "dispuestos a meterse en líos, como el Padre
Ángel". "Eso dice el Papa, que hagamos lío".
También se entrevistó con el vicepresidente de Melilla, Miguel Marín, con quien
ha coincidido que la Unión Europea debe prestar apoyo para solucionar la
situación que se produce en la actualidad en Ceuta y Melilla. El presidente de
Mensajeros de la Paz ha pedido una vez más a Marín que se quiten las
concertinas de las vallas que no sirven para nada y que lo único que logran es
que los inmigrantes lleguen al centro de estancia con el cuerpo acribillado a
cuchilladas.
Como balance de su visita, el Padre Ángel ha señalado que se va triste por ver
el elevado número de personas que están en el centro, pero satisfecho al ver la
cara de esos jóvenes “que parece que han conseguido una gran meta”. Así mismo
ha destacado el esfuerzo que hacen el director y el personal del centro de
acogida para que estas personas estén en las mejores condiciones posibles.
"Les dan lo mejor de su trabajo", ha añadido.
Por último, durante su estancia en Melilla, el sacerdote también ha visitado un
centro de las Hermanas de María Inmaculada que trabajan en uno de los barrios
musulmanes de Melilla. Allí las religiosas
dan alfabetización a mujeres adultas, apoyo escolar a niños,
talleres de formación, comidas y desayunos. Cuidan con cariño las modestas
instalaciones en las que cada vez tienen que dar acogida a más personas, y
dicen sentirse muy integradas en ese barrio de Melilla.
EVANGELIO Jn 6,35-40
Y Jesús les dijo:
Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca más
tendrá hambre, y el que en mí cree, nunca más tendrá sed. Pero, como ya os
dije, vosotros no creéis aunque me habéis visto. Todos
los que el Padre me da vienen a mí, y a los que vienen a mí no los echaré
fuera. Porque no he venido del cielo para hacer mi
propia voluntad, sino para hacer la voluntad de mi Padre, que me ha enviado. Y la voluntad del que me ha enviado es que yo no pierda a
ninguno de los que me ha dado, sino que los resucite el día último. Porque la voluntad de mi Padre es que todo aquel que ve al
Hijo de Dios y cree en él, tenga vida eterna.
Silencio
Oración compartida
Padrenuestro
SALIDA
“Llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran
con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la
tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y
renace la alegría […] Cuando la vida interior se clausura en los propios
intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se
escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no
palpita el entusiasmo por hacer el bien. Los creyentes también corren ese
riesgo, cierto y permanente. Muchos caen en él y se convierten en seres
resentidos, quejosos, sin vida. Ésa no es la opción de una vida digna y plena,
ése no es el deseo de Dios para nosotros, ésa no es la vida en el Espíritu que
brota del corazón de Cristo.”
Evangelii Gaudium, Papa Francisco