Oración Comunitaria 20/02/2014
Escuela de oración: CONFIANZA
Hoy se celebra el día mundial de la justicia social.
Trabajar por la justicia es trabajar por el Reino. Y para trabajar por el Reino
tenemos que tener fe y confianza en Aquél que ha de ser el motor y el
centro de nuestra vida. Hoy traemos a esta escuela de oración una actitud
orante fundamental: la confianza.
Cuando empezamos a dejar de valorar la vida es cuando más
necesitamos aprender a orar. Mientras hacemos planes acerca de lo que vamos a
hacer y cómo vamos a hacerlo, la vida va transcurriendo. De pronto, la bolsa se
desploma, nuestro empleo desaparece, el avión no llega a tiempo, el proyecto
fracasa… Todo cuanto planeábamos para nuestra vida, para nuestro futuro, por el
momento sale mal, simplemente.
Entonces el problema de Dios alza su desagradable rostro y
dejamos totalmente de orar. Empezamos a jugar con la idea de que todo el asunto
de la oración ha sido una especie de engaño. ¿No eran nuestras oraciones las
debidas? ¿pasábamos por alto alguna parte del rito que sí nos habría asegurado
el éxito? ¿No nos ama Dios?.
El propósito de la oración es el proceso de ponerse en las
manos de Dios. Como dicen los místicos, se empieza a prender que sólo Dios
basta.
Cuando nuestra oración no es respondida, sólo sabemos con
seguridad una cosa: que el desafío que se nos plantea ahora consiste en vivir
la vida de manera diferente. Y será mediante la oración como descubriremos la
manera de hacerlo.
Salmo 146 (145): El Señor libera a los oprimidos.
¡Aleluya!
Alaba, alma mía, al Señor:
alabaré al Señor mientras viva,
tañeré para mi Dios mientras exista.
No confiéis en los príncipes,
seres de polvo que no pueden salvar;
exhalan el espíritu y vuelven al polvo,
ese día perecen sus planes.
Dichoso a quien auxilia el Dios de
Jacob,
el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra,
el mar y cuanto hay en él;
que mantiene su fidelidad
perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor libera a los cautivos,
el Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos,
sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de
edad en edad.
¡Aleluya!
Noticia:
Uno de los colectivos más afectados por la falta de
empleo en nuestro país es sin duda el de los jóvenes, con más del 56% de ellos
en paro. Su complicada situación se agrava todavía más en el caso de aquellas
personas jóvenes que, además de carecer de ocupación, se encuentran en riesgo
de exclusión social. Con la finalidad de darles una salida real, la Asociación
Saó-Prat, entidad sin ánimo de lucro dedicada a proyectos socioeducativos en la
localidad barcelonesa de El Prat de Llobregat, lanzó en el año 2007 la empresa
de inserción Saoprat.
Dicha empresa de inserción
trabaja principalmente con jóvenes en riesgo de exclusión con edades
comprendidas entre los 16 y los 23 años. Normalmente son derivados desde los
servicios sociales municipales de El Prat de Llobregat o desde la propia
Generalitat. El objetivo de Saoprat es facilitar su integración a través de un
contrato laboral a jornada parcial.
Para acceder a dicho contrato en
la empresa de inserción, es obligatoria la participación previa en alguno de
los cursos de formación prelaboral y en un proyecto de orientación e inserción
laboral.
La primera línea de producción
con la que arrancó la empresa de inserción en el año 2007 se llama Reformas
Saó. A través de la misma, se fomenta la formación de los jóvenes en el ámbito
de las reformas integrales y mantenimiento general de edificios.
Posteriormente, se decidió abrir
una segunda línea de producción dedicada a un sector de actividad completamente
distinto: el diseño gráfico, las redes sociales, reprografía, creación web y
vídeo.
Ángel, director de dicha
asociación, destaca la calidad de la formación que se imparte en los cursos
prelaborales. La cual garantiza que los alumnos estarán perfectamente
cualificados a la hora de incorporarse a la empresa de inserción. El objetivo
es que sean capaces de prestar servicios del más alto nivel profesional: “no
queremos depender de ayudas. Lo que buscamos es que la empresa se sostenga por
sí sola y que la gente nos contrate porque hacemos las cosas bien. No solo por
ayudar a nuestra labor social, sino por comprar un producto que está bien hecho
y que encima tiene un valor social”.
Valor social que ya le ha valido
a la Asociación Saó-Prat destacados reconocimientos.
Del santo Evangelio según san Lucas 18, 35-43
Sucedió que, al acercarse él a Jericó, estaba un ciego
sentado junto al camino pidiendo limosna; al oír que pasaba gente, preguntó qué
era aquello. Le informaron que pasaba Jesús el Nazareno y empezó a gritar,
diciendo: «¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!» Los que iban delante le
increpaban para que se callara, pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten
compasión de mí!» Jesús se detuvo, y mandó que se lo trajeran y, cuando se hubo
acercado, le preguntó: «¿Qué quieres que te haga?» El dijo: «¡Señor, que vea!»
Jesús le dijo: «Ve. Tu fe te ha salvado». Y al instante recobró la vista, y le
seguía glorificando a Dios. Y todo el pueblo, al verlo, alabó a Dios
Salida
Señor, dame la fe para saber que Tú
siempre estás conmigo. Necesito la habilidad de ver todo desde tu punto de
vista. Que siempre te adore por tu constante compañía y por nunca dejarme solo
en mis problemas y tristezas. Aumenta mi fe para ser capaz de experimentar tu
amor en las dificultades. Y dame confianza en la lucha por crear un mundo más
justo y más humano.