Oración Comunitaria 13/02/2014
Escuela de oración: REALISMO
Dentro del marco de la semana
del enfermo, nos encontramos con el Señor y con los hermanos para orar en
comunidad. Comenzamos con la escuela de oración y esta semana traemos una
actitud orante que puede ayudarnos en muchas circunstancias de la vida y
especialmente en situaciones difíciles como la enfermedad: el realismo.
La oración sana y la oración
neurótica son cosas distintas. La oración neurótica niega la realidad. La
oración sana hace madurar espiritual y psicológicamente. En la primera, sea lo
que sea por lo que una persona reza, está pidiendo un milagro (“Oh Dios,
concédeme que dos y dos no sean cuatro”). Cuando no aceptamos el hecho de que
algunas cosas son como son: que la lluvia cae, y la enfermedad llega, y lo
inesperado es de lo más común; cuando no comprendemos que la vida es la vida,
que todo en ella está dirigido a enseñarnos algo, a darnos nuevas oportunidades
de ser mejores y más fuertes, no entendemos ni el sentido de la vida ni el
verdadero papel que la oración desempeña en ella.
Las personas espiritualmente
maduras no esperan de Dios que haga milagros, sino que les proporcione fuerza y
valor, discernimiento y esperanza, visión y resistencia. Saben que Dios está
con ellas; no creen que Dios sea un instrumento para el bienestar de los seres
humanos.
Saben que uno de los fines de
la oración es proporcionar el valor necesario para hacer lo que cada uno está
destinado a hacer en nuestro mundo. No se eximen de la responsabilidad de
cambiar su propia parcela del mundo sobre la base de que rezan lo bastante como
para que sea Dios quien cambie el mundo por ellos. Saben que, sin duda alguna,
cambiar el mundo es responsabilidad suya.
La mística Catalina den
Siena, desde la oración, cambió su parcela del mundo reprendiendo a papas y
alimentando a los pobres. El místico San Ignacio de Loyola, en la oración
sintió la llamada a los caminos de Europa, cambió el mundo defendiendo la fe y
volviendo a catequizar a una generación que había perdido el impulso del
Espíritu. El contemplativo Thomas Merton, orando en una comunidad religiosa de
clausura, cambió el mundo hablando fuera del claustro en favor de un movimiento
pacifista que pretendía acabar con la ilegal guerra de Vietnam. La laica
Dorothy Day, cuya vida de oración siguió a una vida turbulenta, cambió el mundo
siendo ejemplo de la atención a los pobres en las calles d Nueva York.
Ninguna de las grandes
personalidades espirituales de la Iglesia ha hecho nunca de la oración un
sucedáneo de la justicia y la misericordia, de la paz y la igualdad, de la
honradez y el valor. Esas grandes personalidades oraron a Dios pero remaron
lejos de las rocas haciendo los milagros que el mundo necesitaba, como debemos
hacer nosotros
Oración: OH alto y glorioso Dios....
Canción: Sin tu misericordia nada puedo...
1ª Lectura: Lamentaciones 3, 17-26.
Mi alma está alejada de la paz y ha
olvidado la dicha.
Dije: Mi esperanza se perdió igual que mi
confianza en Dios.
Acuérdate de mi miseria y mi vida errante.
Mi alma recuerda, sí, y se me hunde.
Esto reflexiono en mi corazón, y por ello
esperaré
El amor de Dios no se ha acabado,
ni se han agotado sus misericordias;
se renuevan cada mañana.
Si, tu fidelidad es grande.
Bueno es Dios para los que esperan en él,
para el alma que lo busca.
Bueno es esperar en silencio la salvación
de Dios.
Silencio.
Canción: Dejarme hacer...
Testimonio:
Alicia
Vélez tiene 42 años, pero no ha tenido tiempo de tener pareja, de salir por la
noche con amigas o simplemente de vivir la vida como Dios manda. "Mi único
relax es de lunes a viernes en mi puesto de trabajo por la mañana, el resto de
la jornada y los fines de semana son un sin vivir", dice atropelladamente,
uno más de los numerosos signos de estrés que evidencia esta mujer. Ella forma
parte de ese 89% de familiares con enfermos mentales que padecen ansiedad,
estrés o simplemente necesitan cuidados después de muchos años de cuidadores.
Su hermano de 49 años padece esquizofrenia
paranoide, además de síndrome de Diógenes. Por si fuera poco, ella también
cuida de su anciana madre que sufrió un ictus que la dejó hemipléjica hace ya
más de tres años.
Cuando llega a casa después de su jornada
de trabajo se encuentra con su hermano, quien acude a un centro de día hasta las
cinco del tarde. "Se pasa todo el día pidiéndome dinero. Otras veces le da
por hablar de política y no para, no para. Todo son imaginaciones suyas. Las
noches que le da por levantarse es un infierno. No sé nunca por dónde va a
salir. Unas veces se mete en la cocina a comer, otras viene a despertarme para
pedirme dinero o tabaco, otras se marcha a la calle y me deja con el corazón en
un puño, y en las menos se vuelve agresivo. Yo ya no puedo más, no puedo más.
Llevo muchos años sin tener una vida propia", se lamenta.
Su caso no es una exageración, sino la
realidad de muchas familias granadinas, cerca de medio millar. Allegados que
soportan en sus casas los efectos de una reforma psiquiátrica que se quedó
medio a medio hacer y dejó en la calle a enfermos con trastornos mentales
graves. La patente falta de recursos públicos dirigidos a estos individuos ha
convertido a estos hogares en el único asilo para personas que necesitan estar
ingresadas en centros donde pueden ser asistidos de forma adecuada de sus patologías.
Alicia solo respira tres meses en verano
porque a su hermano le suelen conceder una residencia de respiro familiar en
Huétor Santillán. "Son tres meses de tranquilidad. Menos mal que tengo
esos tres meses. Me gustaría decirle a los políticos que se quedaran solo una
semana con un enfermo de las características de mi hermano para que supieran
qué tipo de calvario estamos pasando muchas familias de Granada",
concluye.
Silencio.
Canción: En mi debilidad me haces fuerte...
2ª lectura: Efesios 6, 13-18.
Pónganse la armadura de Dios, para que en
el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus
armas. Tomen la verdad como cinturón y la justicia como coraza; estén bien
calzados, listos para propagar el Evangelio de la paz. Tengan siempre en la
mano el escudo de la fe, y así podrán alejar las flechas incendiarias del
demonio. Por último, usen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, o
sea , la Palabra de Dios.
Vivan orando y suplicando. Oren en todo
tiempo según les inspire el Espíritu. Velen en común y perseveren en sus
oraciones sin desanimarse nunca, intercediendo en favor de todos los santos,
sus hermanos.
Silencio.
Canción: Te amo Señor fortaleza mía...
Peticiones y acción de gracias.
Padrenuestro.
Despedida: Oh, Dios, que nos amas, haznos comprender que el propósito de la
oración es lograr que nuestras almas maduren para hacer tu voluntad. Llénanos
de tu Espíritu para que en las situaciones de sufrimiento, de enfermedad
sepamos llevar una palabra de aliento y de consuelo y danos la fuerza para no
desfallecer en el proyecto que nos tienes encomendado. Con Francisco terminamos
diciendo juntos: Te adoramos, Señor Jesucristo,…
Canción: Basta con mirar y callar...