• imagen del slider

Datos

Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 30/01/2014

                   Oración Comunitaria 30 de Enero de 2014.


ESCUELA DE ORACIÓN:
Hoy nos reunimos en torno  a la palabra para orar en comunidad como cada jueves, dejemos los agobios y preocupaciones, abramos los oídos y escuchemos lo que Dios nos quiere decir a cada uno, hoy  queremos  tener presente dos acontecimientos: la jornada por la vida consagrada y el día mundial de la paz y no violencia.
Desde el año 1997 venimos celebrando en la Iglesia, cada 2 de febrero, en la fiesta de la Presentación del Señor en el templo, la Jornada Mundial de la Vida Consagrada.
Esta Jornada bajo el lema “La alegría del Evangelio en la Vida Consagrada” tiene como objetivos alabar y dar gracias a Dios por el don de la vida consagrada en la Iglesia y a la humanidad; promover su conocimiento y estima por parte de todo el Pueblo de Dios; invitar a cuantos han dedicado totalmente su vida a la causa del Evangelio a celebrar las maravillas que el Señor realiza en sus vidas.
Las personas consagradas viven la alegría de su vocación, desde la consagración a Dios, la comunión fraterna y la misión evangelizadora.
La santísima Virgen María, Mujer consagrada, es causa de nuestra alegría, icono de la vida consagrada, que nos enseña a vivir la alegría verdadera del seguimiento  de Jesucristo. Que ella sostenga y acompañe a las personas consagradas en su vocación, protegiendo con su maternidad la consagración, comunión y misión de cada uno de nuestros hermanos y hermanas de vida consagrada. Luego tendremos la oportunidad  de escuchar un testimonio.
También queremos unirnos hoy a la celebración del día mundial de la paz y no violencia. Que desde 1993 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoce. En este día queremos recordar la importancia y necesidad des establecer en el mundo la igualdad, la equidad, reconocer la diversidad y unirnos a través de la tolerancia.
Con Francisco, que vivió la alegría del evangelio en comunión fraterna decimos juntos: “Oh Alto y Glorioso Dios….”

SALMO: 147

Glorifica al Señor, Jerusalén;
alaba a tu Dios, Sión:
que ha reforzado los cerrojos de tus puertas,
y ha bendecido a tus hijos dentro de ti.
Ha puesto paz en tus fronteras,
te sacia con flor de harina.
Él envía su mensaje a la tierra,
y su palabra corre veloz.
Anuncia su palabra a Jacob,
sus decretos y mandatos a Israel;
con ninguna nación obró así,
ni les dio a conocer sus mandatos.

NOTICIA: TESTIMONIO DE SOR FAITH: LA HUELLA DE CLARA
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? No fue otro día sino el 29 de Septiembre de 2013 cuando pronuncié el `SÍ QUIERO’, en público, en alta y clara voz y desde el fondo de mi corazón (con sincero corazón) al Señor después de 4 años de mi vida religiosa. Sólo Él lo sabe todo. Una semana antes había tenido una experiencia admirable e inolvidable de mi retiro. Allí se cumplió las palabras del profeta Óseas que dice, “La llevaré al desierto y le hablaré al corazón”. Pude interiorizarme como nunca lo había hecho antes. Vi que el Señor me había grabado como un sello en su corazón y de verdad yo no era la dueña de mi vocación sino el que me llamó del seno materno. Solo el `Fíat de la Santísima Virgen me iba a guiar a consagrarme a Él. Realmente fue una experiencia incomparable e inolvidable en mi vida. El día amaneció como no me lo había esperado o sea, con una calma significante de la que había en mi interior. Esa fue la voluntad de Dios porque toda la noche pasó lloviendo. Por eso en este día se esperaba más lluvia pero todo era al contrario. ¡Un milagro visto con los ojos de la fe!
Después del último toque de la campana, la procesión comenzó a las 11•00. Con latidos suaves de corazón sentía una voz que me decí: “Levántate amada mía y ven a mí”.  Con la vela encendida en mis manos, aseguré mis pasos como una esposa que sale de su alcoba al encuentro de su esposo. Delante de mí iban unos ángeles (niños) vestidos de blanco que significaba el amor puro y la hermosura del amado que salía a su encuentro. Allí pude meditar las palabras de nuestra madre Santa Clara en su tránsito, “Ve segura que tienes buena escolta hacía El, porque Aquél que te creó te va a consagrar”. La celebración siguió normalmente y solemnemente pero la cumbre de la celebración fue en tres etapas que eran muy importantes en este día y en mi vida. La primera etapa es cuando pedí a Dios y a la Iglesia la gracia de hacer la profesión antes de la homilía. La segunda etapa era después de la homilía cuando dije el “Sí quiero” de seguir a Cristo al ejemplo de Santa Clara viviendo fielmente los Consejos Evangélicos. La última etapa es cuando dije la fórmula de la profesión con mis manos entre las de la Madre Abadesa-la representante de Cristo en la comunidad-realizando mi consagración en servicio de Dios y de la Iglesia en nuestra comunidad. La homilía de este día fue una inspiración de Dios que penetró dentro de mí como una espada de doble filo.
La celebración fue dirigida solemnemente por el coro comunitario de mis queridas hermanas donde sus voces celestiales llenaban los corazones de los que habían atendido. El rito de mi profesión culminó con un canto de acción de gracias en mi idioma “mi vida está en tus manos Señor”. Pido al Señor que cuando me resbale no me suelte de su mano, y cuando me caiga me levante. Para que, “Con andar apresurado, con paso ligero, sin que tropiecen mis pies ni se me pegue el polvo del camino, recorra la senda de la felicidad, segura, gozosa y con cautela.”(2CtaCl).

EVANGELIO: Lucas 10, 1-9
Después de esto, el Señor designó a otros setenta y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.  Y les dijo:
- La mies es abundante y los braceros pocos; por eso, rogad al Señor de la mies que mande braceros a su mies.
¡En marcha! Mirad que os envío como corderos entre lobos.  No llevéis bolsa ni alforja ni sandalias, y no os paréis a saludar por el camino.
Cuando entréis en una casa, lo primero saludad: “Paz a esta casa”;  si hay allí gente de paz, la paz que les deseáis se posará sobre ellos; si no, volverá a vosotros.  Quedaos en esa casa, comed y bebed de lo que tengan, que el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa.  Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed de lo que os pongan,  curad a los enfermos que haya y decidles: “Está cerca de vosotros el reinado de Dios”.

SALIDA:
Ahora nos toca a nosotros salir al mundo, y hacer de nuestro entorno, espacios sonde reine la paz.

Con Francisco acabamos diciendo: Te adoramos…

Bendición de despedida de San Francisco (SEVE)
“El Señor te bendiga y te guarde;
te muestre su faz y tenga misericordia de ti….