Oración Comunitaria 16/01/2014
ESCUELA DE ORACIÓN: Universalismo
Debemos dejar de pedir a Dios que se ocupe de las cosas que nos rompen el
corazón para orar por las cosas que rompen el corazón de Dios.
La persona que aprende a orar con el
corazón de Dios vé con ojos de profeta. Supera las fronteras entre las
naciones. Trasciende los roles de género. No presta atención al color o la
casta, a la riqueza o a la pobreza. Vé únicamente a la humanidad en toda su
gloria y en todo su dolor.
Cuanto mas semejantes nos hacemos a
Dios, tanto mayor es también nuestro corazón, que se abre para incluir el
corazón del mundo. Cuando en la oración llegamos a
descubrir el amor universal de Dios, caemos de repente en la cuenta de que Dios
no toma partido, de que solos no tenemos la prioridad a los ojos de Dios.
Entonces el racismo carece de
sentido, y el sexismo es un pecado como cualquier otra clase de discriminación,
y la guerra es una blasfemia contra la humanidad. Entonces nos hacemos mas
grandes que nuestra nación, mas acogedores que cualquier religión, y
verdaderamente universales en nuestras preocupaciones, creencias y compromisos.
De lo contrario, la oración no es
mas que una forma de ‘spa’ espiritual destinado a hacerme sentir bien. Se
reduce a un ejercicio cuyo propósito es asegurarme mi propio valor,
envolviéndome en fariseísmo y autosuficiencia.
Con
Francisco, comenzamos diciendo: ¡Oh Alto y Glorioso Dios….
SALMO: Los dos
caminos del hombre
Dichoso el hombre
que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche.
Será como un árbol
plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón
y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin.
No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
En el juicio los impíos no se levantarán,
ni los pecadores en la asamblea de los
justos;
porque el Señor protege el camino de los
justos,
pero el camino de los impíos acaba mal.
NOTICIA: Los médicos de los vagabundos
A sus 76 años, el doctor Antonio
Alonso, exdirectivo del Insalud, pasa consulta gratis a diario a decenas de
drogadictos y sin techo en una discreta consulta junto al comedor de San Juan
de Dios
La realidad es dura. Pacientes que huelen muy mal, la
mayoría de ellos sin higiene, que tienen la cabeza ida y se ponen agresivos en
cuestión de un segundo, portadores de sida o que sufren enfermedades de
transmisión sexual. Así son los enfermos que atiende a diario y de manera
altruista el doctor Antonio Alonso Hita, jubilado, pero con unos 76 años que
han noqueado en su rostro y en su discurso cualquier atisbo de desesperanza o
cansancio. La energía y la bondad arquean continuamente sus blancas cejas
mientras narra cómo se siente desempeñando desde hace seis años esta peculiar y
generosa tarea. El doctor que ahora ayuda a los vagabundos y los trata con un
respeto reverencial fue en 1979 el primer director provincial del Insalud y
durante cuarenta años ejerció la medicina general en Churriana, a pesar de
tener dos especialidades, cardiología y medicina interna.
«Voy un día a la semana al Banco de Alimentos y el resto
acudo aquí a pasar consulta. Antes trabajaba por un sueldo y estaba encantado.
Pero esto me llena más porque es voluntario y esta gente está más necesitada. Vienen
sin papeles, sin nada. No les pedimos explicaciones, solo les damos lo que
precisan dentro de nuestras posibilidades», narra el entusiasta galeno en este
hospital de día donde se pasan más de 2.000 consultas generales al año.
«Estas personas llegan en unas condiciones físicas muy
malas. Curamos sus heridas, auscultamos, hay mucho sida, enfermedades sexuales,
se han dado casos de tuberculosis, hepatitis muchas... Por la clínica que
presentan vamos abordándolos y si no podemos atenderlos al completo les damos
un volante para que vayan a los hospitales convenientes o a Red Madre, si están
embarazadas...». Las medidas de seguridad son importantes, aunque nadie parece
ejercer la tarea con inquietud o desasosiego. Las sonrisas y la amabilidad son
moneda de cambio común entre los sanitarios y sus usuarios.
A pocos metros de la consulta general, se ubica el
despacho de Odontología. En ese cubículo especializado en los males de la boca,
la veteranía deja paso a la juventud y Pablo Herrera, habla desde la fortaleza
y la bondad que le procuran sus 24 años. Por sus manos pasan las encías de
drogadictos, inmigrantes desestructurados, prostitutas y esos dementes que a
veces vociferan por las calles sin saber muy bien a quién dirigen sus
furibundas plegarias. Sus alientos son la antítesis del anuncio de Profidén.
Pablo cuida de ellos. «Yo llevo unos tres meses viniendo a diario. Antes había
ejercido en una clínica dental, pero esto me pilla cerca de casa y acudo porque
incremento mi experiencia y ayudo a la gente. Me siento muy realizado. A veces
es muy duro, pero bueno, es parte de la profesión», narra modestamente el
especialista.
Said, anestesiólogo sirio que ejerció en San Rafael
hasta su reciente jubilación, es otro de los especialistas que prestan sus
servicios para estas personas desestructuradas. «Vengo dos veces en semana y
algún sábado. Paso consulta, pongo una anestesia o lo que haga falta. Esto me
ayuda mucho espiritualmente», narran el musulmán con una dentición refulgente
enmarcada en una plácida sonrisa. «La religión no tiene nada que ver en esto,
ayudar a los demás está por encima de todo y es muy importante», zanja el
doctor, flanqueado por el «practicante pensionista» Miguel Díaz y por la joven
enfermera Maite.
EVANGELIO: (Mc 2,
1-12).
Volvió Jesús a Cafarnaúm y acudieron tantos a él que no
quedaba sitio ni a la puerta. Llegaron cuatro llevando a un paralítico y, como
no podían meterlo por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba
Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico. Viendo
Jesús la fé que tenían, le dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados quedan perdonados”.
Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: ¿Por qué
habla éste así?: Blasfema. Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo
“¿Por qué pensáis eso?. Qué es mas fácil: decirle al paralítico “tus pecados quedan perdonados” o decirle “levántate, coge
la camilla y echa a andar? Pues para que veais que el Hijo del hombre tiene
potestad en la tierra para perdonar pecados…”. Entonces dijo al paralítico: “
Contigo hablo: levántate, coge tu camilla y vete a tu casa”. Se levantó
inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos.
PETICIONES
PADRENUESTRO
SALIDA:
Dame, Señor, un corazón tan grande como el tuyo para que
pueda verte en todas las personas y en todas partes, y responder con amor y
servicio.