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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 19/12/2013

ESCUELA DE ORACIÓN: IMPLICACIÓN.
         Un rabino entró en una habitación de su casa y vió a su hijo sumido en una profunda oración. En un rincón había una cuna con un bebé llorando. “Hijo, ¿no oyes?”, dijo el rabino “el bebé está llorando”. El hijo replicó: “Padre, no lo he oído porque estaba perdido en Dios”. Y el rabino respondió: “Hijo, quien está perdido en Dios ve hasta una mosca andando por la pared”.
         La oración no nos hace menos conscientes de las circunstancias de la vida, sino incluso más conscientes que antes. ¿Por qué? Porque ahora vemos el mundo como Dios lo ve; escuchamos el clamor de los pobres como Dios lo escucha; estamos menos absortos en nosotros mismos y más conscientes de las necesidades ajenas; somos menos egocéntricos.
         Cuando estamos realmente absortos en la consciencia de la presencia de Dios en nosotros, comprendemos que es propio de la naturaleza de Dios, que está en todas partes, está tan presente a nosotros como nosotros mismos. Comenzamos a vernos cada vez más como miembros de la comunidad humana, en lugar de cómo individuos únicos y autónomos. Ahora sabemos mejor que nunca que nuestro mundo no se reduce exclusivamente a nosotros.
         La aguda percepción del corazón de Dios llega con la consciencia de la presencia de Dios. Una vez que Dios se apodera del corazón, no hay nadie – ningún hijo de Dios de ninguna tradición ni de lugar alguno- que no tenga derechos sobre nuestro corazón al igual que sobre el corazón de Dios. Nos convertimos en el guardián de nuestro hermano, en el mejor apoyo de nuestra hermana. Nuestro corazón, como el de Dios, se pone a latir por amor a la entera raza humana.
         Emplear la religión o la oración contemplativa o la búsqueda de Dios como excusa para ignorar las necesidades del mundo es una blasfemia. Es negar al mismo Dios que se pretende predicar. Es practicar la idolatría del yo, dándole el nombre de “unión con Dios”. Es hacer que la inmersión en la oración sea más importante que los frutos de la misma.
         Esta desenfadada confusión de la oración convierte la oración misma en una farsa.
         Quienes buscan verdaderamente a Dios se hacen más sensibles al resto del mundo, porque se hacen cada día más similares al Dios que aman, al Espíritu que los dinamiza. Portan a la vista de todos las urgencias del Dios que les impulsa a encontrar al Dios que vive dentro de ellos y, al mismo tiempo, los saca de sí mismos.       

Con Francisco comenzamos diciendo: “Oh alto y glorioso Dios….” 

PRIMERA LECTURA (Ba 5, 1-9)
         Jerusalén, despójate de tu vestido de luto y aflicción y vístete de gala para siempre con la gloria que Dios te da, envuélvete en el manto de la justicia de Dios y ponte como corona la gloria del Eterno, porque Dios mostrará tu esplendor a cuantos viven bajo el cielo.
         Dios te dará un nombre para siempre: “Paz en la justicia” y “Gloria en la piedad”. Levántate, Jerusalén, sube a lo alto, mira hacia el oriente y contempla a tus hijos, reunidos de oriente a occidente a la voz del Santo, gozosos invocando a Dios.
         A pie se marcharon, conducidos por el enemigo, pero Dios te los traerá con gloria, como llevados en un trono real.
         Dios ha mandado que se abaje todo monte elevado y toda colina encumbrada, ha mandado rellenar los barrancos hasta aplanar el suelo, para que Israel camine con seguridad, guiado por la gloria de Dios.
         Ha mandado a los bosques y a los árboles aromáticos hacer sombra a Israel.
         Porque Dios guiará a Israel con alegría a la luz de su gloria, y le mostrará su justicia y su misericordia.

NOTICIA: “104 millones de toneladas de comida repartida”
         Des­de 2010, los Ban­cos de Ali­men­tos en Es­pa­ña au­men­tan un 20% de su ac­ti­vi­dad ca­da año. «Es el ma­yor rit­mo de cre­ci­mien­to de Eu­ro­pa, pe­ro aun así no lle­ga­mos», ex­pli­ca el Pre­si­den­te de la Fe­de­ra­ción, don Jo­sé An­to­nio Bus­to. La so­lu­ción, ca­ra al nue­vo cur­so, es au­men­tar las se­des, in­vo­lu­crar a los res­tau­ran­tes y or­ga­ni­zar una gran re­co­gi­da, en coor­di­na­ción con to­do el país.
Ga­na­ron el Pre­mio Prín­ci­pe de As­tu­rias de la Con­cor­dia en 2012 por re­par­tir mi­llo­nes de to­ne­la­das de co­mi­da en Es­pa­ña des­de que na­cie­ron, en Bar­ce­lo­na, en 1987. Los Ban­cos de Ali­men­tos, des­de 2010, año en que los es­pa­ño­les em­pe­za­ron a ser cons­cien­tes del gra­do de ne­ce­si­dad en que se en­con­tra­ban mu­chas fa­mi­lias, han au­men­ta­do un 20% de ac­ti­vi­dad ca­da año. «Es el ma­yor rit­mo de cre­ci­mien­to de to­da Eu­ro­pa. Pe­ro aun así, no lle­ga­mos: cre­cen más rá­pi­do las ne­ce­si­da­des que nues­tras po­si­bi­li­da­des», ex­pli­có el Pre­si­den­te de FESBAL (Fe­de­ra­ción Es­ta­tal de Ban­cos de Ali­men­tos), don Jo­sé An­to­nio Bus­to, el pa­sa­do vier­nes en una rue­da de pren­sa pa­ra dar a co­no­cer las ci­fras que ma­ne­ja la en­ti­dad. Una de es­tas ci­fras se­ña­la que, el año pa­sa­do, se re­par­tie­ron, a en­ti­da­des be­né­fi­cas, 104 mi­llo­nes de to­ne­la­das de co­mi­da. «Hay po­bre­za se­ve­ra en Es­pa­ña, y esas per­so­nas ne­ce­si­tan ayu­da ali­men­ta­ria», se­ña­ló Bus­to.
Só­lo en la Co­mu­ni­dad de Ma­drid, el Ban­co de Ali­men­tos re­co­gió el año pa­sa­do 13.000 to­ne­la­das de co­mi­da, gra­cias a cen­te­na­res de em­pre­sas do­nan­tes, y par­ti­cu­la­res que se vuel­can en las Ope­ra­cio­nes Ki­lo. «Que ha au­men­ta­do la so­li­da­ri­dad de los ma­dri­le­ños es un he­cho», afir­mó el Pre­si­den­te de la en­ti­dad a ni­vel lo­cal, don Ja­vier Es­pi­no­sa, en la pre­sen­ta­ción de los pro­yec­tos pa­ra el nue­vo cur­so, que tu­vo lu­gar la pa­sa­da se­ma­na en el Co­le­gio de Eco­no­mis­tas. Tam­bién ha dis­mi­nui­do el des­pil­fa­rro. Pe­ro la po­bre­za au­men­ta. El Ban­co de Ali­men­tos de Ma­drid –BAM– aten­dió, du­ran­te 2012, cer­ca de 80.000 per­so­nas a tra­vés de 450 en­ti­da­des be­né­fi­cas. Pe­ro hay más de 60 en lis­ta de es­pe­ra.
Por eso, el ob­je­ti­vo de es­te año es dar un pa­so más. Uno de los pro­yec­tos con­sis­te en au­men­tar la ca­pa­ci­dad de re­co­gi­da de fru­tas y hor­ta­li­zas, gra­cias a un pro­gra­ma de la Unión Eu­ro­pea que fa­vo­re­ce el in­ter­cam­bio en­tre coope­ra­ti­vas y en­ti­da­des be­né­fi­cas de los ex­ce­den­tes de pro­duc­ción. Tam­bién au­men­tan las se­des –has­ta aho­ra, só­lo ha­bía una, en la Ca­rre­te­ra de Col­me­nar–. El pa­sa­do lu­nes, se inau­gu­ró en Al­cor­cón un nue­vo lo­cal don­de un cen­te­nar de vo­lun­ta­rios re­par­ti­rá unos 8.000 ki­los de co­mi­da al día en la zo­na sur. «Es­ta se­de va a aten­der a nú­cleos de po­bla­ción que su­po­nen el 20% de nues­tra ac­ti­vi­dad», re­co­no­ció Es­pi­no­sa en la inau­gu­ra­ción, a la que asis­tió la Rei­na do­ña So­fía. Tam­bién en es­te cur­so, el BAM ha in­vo­lu­cra­do al sec­tor de la res­tau­ra­ción. La Fun­da­ción Al­tius-UFV, en­ti­dad co­la­bo­ra­do­ra del Ban­co, es la en­car­ga­da de re­co­ger, en el pro­yec­to pi­lo­to, me­nús se­ma­na­les de diez ho­te­les y res­tau­ran­tes, que se re­par­ten en­tre va­rias fa­mi­lias.
Por úl­ti­mo, bus­can au­men­tar la par­ti­ci­pa­ción ciu­da­da­na. Y lo ha­rán con un gran even­to, que se or­ga­ni­za­rá tam­bién a ni­vel na­cio­nal, que con­sis­te en re­co­ger, en­tre el 29 y 30 de no­viem­bre, y el 1 de di­ciem­bre, al me­nos diez mi­llo­nes de ki­los de ali­men­tos con los que lle­gar a 150.000 per­so­nas más en lo que que­da de año. En Ma­drid, el ob­je­ti­vo es el mi­llón de ki­los, y se ne­ce­si­tan 20.000 vo­lun­ta­rios pa­ra re­co­ger los ali­men­tos en 1.000 pun­tos de dis­tri­bu­ción. To­da la in­for­ma­ción de la Gran Re­co­gi­da, a ni­vel es­pa­ñol, en www.ban­co­dea­li­men­tos.es, y en Ma­drid, www.gran­re­co­gi­da­ma­drid.org

EVANGELIO (Mt 11, 28-30).
         Venid a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.

PETICIONES.

PADRENUESTRO.

SALIDA.