• imagen del slider

Datos

Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 06/06/2013

Escuela de Oración: Compromiso definitivo.
Lectura: Efesios 4, 1-6.

4:1 Yo, que estoy preso por el Señor, los exhorto a comportarse de una manera digna de la vocación que han recibido.
4:2 Con mucha humildad, mansedumbre y paciencia, sopórtense mutuamente por amor. Colosenses 3, 12-13
4:3 Traten de conservar la unidad del Espíritu, mediante el vínculo de la paz.
4:4 Hay un solo Cuerpo y un solo Espíritu, así como hay una misma esperanza, a la que ustedes han sido llamados, de acuerdo con la vocación recibida.
4:5 Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo.
4:6 Hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, lo penetra todo y está en todos.

Noticia: Del testamento de Francisco.

El Señor me dio de esta manera a mí, hermano Francisco, el comenzar a hacer penitencia: porque, como estaba en pecados, me parecía extremadamente amargo ver a los leprosos. Y el Señor mismo me condujo entre ellos, y practiqué la misericordia con ellos. Y al apartarme de los mismos, aquello que me parecía amargo, se me convirtió en dulzura del alma y del cuerpo; y después me detuve un poco, y salí del siglo. (...).

Y después que el Señor me dio hermanos, nadie me ensañaba qué debería hacer, sino que el Altísimo mismo me reveló que debería vivir según la forma del santo Evangelio. Y yo hice que se escribiera en pocas palabras y sencillamente, y el señor Papa me lo confirmó. Y aquellos que venían a tomar esta vida, daban a los pobres todo lo que podían tener; y estaban contentos con una túnica, forrada por dentro y por fuera, el cordón y los paños menores. Y no queríamos tener más. Los clérigos decíamos el oficio como los otros clérigos; los laicos decían los Padrenuestros; y muy gustosamente permanecíamos en las iglesias. Y éramos iletrados y súbditos de todos. Y yo trabajaba con mis manos, y quiero trabajar; y quiero firmemente que todos los otros hermanos trabajen en trabajo que conviene al decoro. Los que no saben, que aprendan, no por la codicia de recibir el precio del trabajo, sino por el ejemplo y para rechazar la ociosidad. Y cuando no se nos dé el precio del trabajo, recurramos a la mesa del Señor, pidiendo limosna de puerta en puerta. El Señor me reveló que dijésemos el saludo: El Señor te dé la paz.

Evangelio: Mt. 28, 1-20.

Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a visitar el sepulcro.

De pronto, se produjo un gran temblor de tierra: el Ángel del Señor bajó del cielo, hizo rodar la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella.

Su aspecto era como el de un relámpago y sus vestiduras eran blancas como la nieve.

Al verlo, los guardias temblaron de espanto y quedaron como muertos.

El Ángel dijo a las mujeres: "No teman, yo sé que ustedes buscan a Jesús, el Crucificado.

No está aquí, porque ha resucitado como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde estaba, 7 y vayan en seguida a decir a sus discípulos: "Ha resucitado de entre los muertos, e irá antes que ustedes a Galilea: allí lo verán". Esto es lo que tenía que decirles".

Las mujeres, atemorizadas pero llenas de alegría, se alejaron rápidamente del sepulcro y corrieron a dar la noticia a los discípulos.

De pronto, Jesús salió a su encuentro y las saludó, diciendo: "Alégrense". Ellas se acercaron y, abrazándole los pies, se postraron delante de él.

Y Jesús les dijo: "No teman; avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán".

Mientras ellas se alejaban, algunos guardias fueron a la ciudad para contar a los sumos sacerdotes todo lo que había sucedido.

Estos se reunieron con los ancianos y, de común acuerdo, dieron a los soldados una gran cantidad de dinero, 13 con esta consigna: "Digan así: "Sus discípulos vinieron durante la noche y robaron su cuerpo, mientras dormíamos".

Si el asunto llega a oídos del gobernador, nosotros nos encargaremos de apaciguarlo y de evitarles a ustedes cualquier contratiempo".

Ellos recibieron el dinero y cumplieron la consigna. Esta versión se ha difundido entre los judíos hasta el día de hoy.

Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado.

Al verlo, se postraron delante de él; sin embargo, algunos todavía dudaron.

Acercándose, Jesús les dijo: "Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra.

Vayan, entonces, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estoy con ustedes hasta el fin del mundo".

Peticiones.
Acción de Gracias
.
Padrenuestro.
Salida.