Oración Comunitaria 30/05/2013

Escuela de Oración:

Como cada jueves, nos reunimos en comunidad para compartir con el Señor nuestras esperanzas, miedos, gozos, deseos y súplicas. Queremos fortalecer nuestra amistad con Él. Ponemos en sus manos nuestra vida cotidiana, nuestros anhelos y desvelos....

Celebramos y agradecemos hoy especialmente que Jesús quiso hacerse presente en el banquete de la Eucaristía:

No comemos juntos solo para matar el hambre. Se come con los ojos y con el corazón. No solo se alimenta el cuerpo, sino también el espíritu, la unión familiar y el cobijo. La comida estrecha lazos y hace de muchas vidas una sola vida.

El PAN se despedaza y se reparte, para recordar a Aquel que fue reconocido al partir el pan. Pan, a veces amasado en el dolor, crecido en la expectativa y comido con alegría.

El VINO acompaña a la familia en muchas ocasiones; es la continuidad del misterio de la vida…. cada vez que se bebe de él, se bebe frescura, dulzura y familiaridad.

“En lo efímero, podemos leer lo permanente; en lo temporal, lo eterno; en el mundo a Dios… haciendo así del mundo el gran sacramento de Dios”. (Los sacramentos de la vida)

Con Francisco comenzamos cantando: Oh alto y Glorioso Dios….

Lectura.

¿Habra eucaristía sin pan y sin vino?
Si faltara el pan para partir y compartir ¿qué nos juntaría?
¿Los móviles? ¿Internet? ¿Las torres de comunicaciones?
¿No habría solo interferencias?
Si faltara el pan, ¿para qué sentarse a la mesa?
Si faltara el vino ¿con qué podríamos celebrar?
¿Tendría la vida sentido y sabor?

¿Habrá eucaristía sin comensales?
¿Habrá eucaristía si hemos de comer solos nuestro pan
Y hemos de beber solos nuestro vino?
Nada es tan triste, tan insignificante, tan insustancial…
Como comer en soledad…
En inhumano que haya pan y no tener con quien compartirlo.
Que haya vino y no tener con quien con-celebrar.
La soledad, las soledades… son in-comunicación…
En onda corta y en onda larga.
Mientras falte la comunión, no habrá eucaristía.
No estará el Señor entre nosotros.
No celebraremos la Cena del Señor.

¿Habrá eucaristía si el silencio nos envuelve y nos enfrenta en la mesa?
El momento de la comida y la bebida es decisivo.
No permite ocultamientos.
Nos obliga a dar la cara, a mostrar el rostro, a arriesgar la palabra.
¡Qué felicidad, qué vida, qué entusiasmo
Cuando la palabra, la risa, el canto… fluyen y nos acercan,
Nos unen y nos hermanan, nos reconcilian y nos comulgan!
Eso es eucaristía.
¡Qué tensiones, qué violencia, qué prisas, qué ganas de huir…
Cuando el silencio nos envuelve y nos enfrenta!
O cuando solo hay ruidos e interferencias…
Y no damos con la frecuencia del hermano o de la hermana.
¡Qué vacío mortal cuando se ha roto la comunicación!
Eso ya no es comulgar.
Eso ya no es celebrar la Cena del Señor.
Eso ya no es Eucaristía.

(Felicísimo Martínez Díez, OP)

Noticia: Más de un millón de africanos se benefician de la ayuda de Cáritas España.

Más de un millón de africanos se benefician de la ayuda humanitaria de Cáritas Española

Un total de 1,11 millones de personas se beneficiaron de los programas de desarrollo y ayuda humanitaria que Cáritas Española desarrolló en el continente Africano durante el 2012. En total, se destinaron más de cinco millones de euros.

En el 'Día de África', Cáritas Española ha querido expresar su intención de "seguir apostando, en el contexto de crisis económica y de valores, por poner a la persona en el centro de todas las acciones de cooperación fraterna de la Iglesia en el continente", así como de "fortalecer el liderazgo de todas ellas en la promoción de los derechos humanos y de la construcción de la paz".

La ayuda que la organización de la Iglesia destinó al continente en 2012 sirvió, entre otras cosas, para colaborar en el reparto de alimentos durante crisis alimentaria que sufrió la región de El Sahel, para dar apoyo a los afectados por las inundaciones que tuvieron lugar en Senegal y en Níger, y para ayudar a los desplazados por los conflictos armados que ocurrieron en la República Democrática del Congo, en Sudan y en Mali.

También se destinaron parte de los donativos a mejorar las condiciones de vida de varias poblaciones en Burkina Faso, Etiopía y Mozambique en los ámbitos de la educación, la salud, la seguridad alimentaria y la vivienda.
Algunas de las medidas que se llevaron a cabo son la construcción de pozos y huertos comunitarios, el desarrollo de un plan de mejora de la producción agrícola, la creación de sistemas de agua potable, y la construcción y gestión de escuelas.

La organización ha indicado que "más allá del impacto que tienen estos proyectos en la vida de las personas, estas acciones son ejemplo de la capacidad transformadora de las comunidades locales para convertirse en protagonistas de su propio desarrollo".

Evangelio: Lc. 24, 13-35.

Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, distante unas dos leguas de Jerusalen; iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo (…).

Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademan de seguir adelante, pero ellos le apremiaron diciendo: “Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída”.

Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció.

Ellos comentaron: “¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras”.

Peticiones.
Acción de Gracias.
Padrenuestro.
Salida.

Y la Palabra… ¡se hizo Música!
Abbá-Compositor escribió su Nota Tónica
en el cuerpo-pentagrama de María.
Y en su seno… hizo manar la sangre
como caja de ritmo y de pasión.
Toda ella se hizo sinfonía,
Danza creciente,
Magníficat de Dios.
Y comenzó…. La música.

Y la Tónica convocó a otras notas.
Se enlazó con ellas
Amorosamente, entregadamente,
En el cuerpo-pentagrama de su Pueblo.
¡Sinfonía inacabada!
¡Ventiun tiempos y siglos!

Música eucarística,
Palabra transustanciada,
Sinfonía del Nuevo Mundo,
Anticipo y ensayo de la Danza sin fin,
Porque en el Séptimo día
“todos seremos música” (Jose C.R. García Paredes)