Oración Comunitaria 03/01/2013
Entrada:
Nos reunimos para orar en comunidad en este primer jueves del año, donde el Señor nos llama a hacer silencio en nuestras vidas para que su Palabra brote en nuestros corazones; y con el eco del mensaje de paz del Papa en este año nuevo donde nos anima a trabajar por la paz con las “armas de la oración y el perdón”.
Un jueves más seguimos con el libro de actitudes en la oración de Chitister, al comienzo de la oración. Hoy vemos LA AUTENTICIDAD:
La oración que procede a todas las oraciones es “que sea el yo real el que hable. Que sea el Tú real al que yo hable”. C.S Lewis.
Los falsos dioses son muy fáciles de encontrar en la vida. Nos seducen con el poder, el dinero y la fama. Son las cosas a las que no podemos renunciar, las cosas sin las que no podemos pasar, las cosas que gritan nuestra identidad al mundo para que éste pueda saber lo importante que somos.
Hacemos un dios incluso del puesto que ocupamos. Y si la gente no sabe en qué consiste, nos aseguramos de que se entere. Hacemos un dios del sistema social que hemos cultivado, en el sentido de quien nos invita adónde y a qué. Hacemos dioses del dinero, las fruslerías y las baratijas de nuestra vida.
Aprendemos a hacer dioses incluso de las mismas prácticas religiosas y disciplinas espirituales que están destinadas a llevarnos a Dios. Decidimos que si vamos a la iglesia con determinada frecuencia, rezamos determinadas oraciones, nos unimos a determinados grupos religiosos y damos un determinado dinero a la iglesia, conocemos plenamente las profundidades de nuestra alma.
Y en todo ello desarrollamos un yo absolutamente inauténtico. No sólo logramos que los demás no sepan quiénes somos realmente detrás de todos los perifollos y títulos, sino que tampoco nosotros lo sabemos. Nos sólo engañamos a los demás acerca de lo que realmente pensamos y quiénes somos verdaderamente, sino que con demasiada frecuencia también nos engañamos a nosotros mismos a ese respecto. Más aún, es frecuente que dejemos totalmente de pensar en nada que tenga verdadero valor.
Dejamos de cuestionarnos nuestros motivos. No hacemos el esfuerzo de ir más allá de las cómodas conversaciones espirituales propias de otros tiempos. Dejamos de crecer interiormente, porque nos sentimos satisfechos de haber llegado adonde hemos llegado, por muy lejos que nos hallemos de la verdadera esencia de la vida espiritual. Jugamos a ser espirituales sin saber siquiera que tan sólo estamos jugando.
Ese enmascaramiento del yo produce otra forma de confusión. Cuando no es un yo sincero el que anda en busca de Dios, no es posible encontrar al verdadero Dios. Confundimos al Dios de la Vida con la versión más simple: el Dios del vivir. Queremos a Dios para sancionar nuestras comodidades actuales, no como guía en nuestro conocimiento.
La oración que brota de actitudes de autenticidad y sinceridad, sin embargo, nos lleva más allá de los subterfugios, más allá de todo ocultamiento de Dios y más allá incluso de las cosas santas. Exige de nosotros que nos desenmascaremos ante nosotros mismos para que Dios pueda venir a nuestra vida a través de la debilidad, que es lo que nos hace necesitarlo más.
Debemos aprender a orar a partir de nuestras debilidades, a fin de que Dios pueda ser nuestra fuerza.
Con Francisco, que aprendió en su debilidad la grandeza de Dios, decimos “Oh Alto y Glorioso Dios…”
(CANTO: En mi debilidad)
Salmo: 104, 1-9
Bendice al Señor, alma mía:
¡Señor, Dios mío, qué grande eres!
Estás vestido de esplendor y majestad
y te envuelves con un manto de luz.
Tú extendiste el cielo como un toldo
y construiste tu mansión sobre las aguas.
Las nubes te sirven de carruaje
y avanzas en alas del viento.
Usas como mensajeros a los vientos,
y a los relámpagos, como ministros.
La tierra y las aguas
Afirmaste la tierra sobre sus cimientos:
¡no se moverá jamás!
El océano la cubría como un manto,
las aguas tapaban las montañas;
pero tú las amenazaste y huyeron,
escaparon ante el fragor de tu trueno.
Subieron a las montañas, bajaron por los valles,
hasta el lugar que les habías señalado:
les fijaste un límite que no pasarán,
ya no volverán a cubrir la tierra.
(CANTO: Laudate Omnes Gentes)
Noticia: Clamor por la unidad de los cristianos.
La pre¬sen¬cia del Pa¬pa, la ma¬gia de la no¬che ro¬ma¬na, la be¬lle¬za de la Pla¬za de San Pe¬dro y la po¬de¬ro¬sa car¬ga es¬pi¬ri¬tual de 40.000 jó¬ve¬nes de la co¬mu¬ni¬dad ecu¬mé¬ni¬ca de Tai¬zé crea¬ron la noche del 29 de diciembre, un cli¬ma de in¬ten¬sa ora¬ción por la uni¬dad de los cris¬tia¬nos y por un mun¬do lleno de pro¬ble¬mas, a los que los jó¬ve¬nes quie¬ren dar so¬lu¬cio-nes so¬li¬da¬rias.
Los can¬tos eran pre¬cio¬sos y se al¬ter¬na¬ban con mo¬men¬tos de me¬di¬ta¬ción en ab¬so¬lu¬to si-len¬cio, ver¬da¬de¬ra¬men¬te im¬pre¬sio¬nan¬te, si¬mi¬lar al que se pro¬du¬ce en los en¬cuen¬tros de ado¬ra¬ción al San¬tí¬si¬mo Sa¬cra¬men¬to en las Jor¬na¬das Mun¬dia¬les de la Ju¬ven¬tud. El Pa¬pa, que me¬di¬ta¬ba en si¬len¬cio fren¬te a una ima¬gen de Je¬sús cru¬ci¬fi¬ca¬do, re¬fle¬ja¬ba la emo¬ción en su voz ca¬da vez que to¬ma¬ba la pa¬la¬bra.
En¬tre los 40.000 jó¬ve¬nes, en su ma¬yo¬ría eu¬ro¬peos, que par¬ti¬ci¬pan en el en¬cuen¬tro con¬vo-ca¬do por la co¬mu¬ni¬dad ecu¬mé¬ni¬ca de Tai¬zé, apro¬xi¬ma¬da¬men¬te una cuar¬ta par¬te son or¬to-do¬xos y otra cuar¬ta par¬te son pro¬tes¬tantes. Pe¬ro es¬ta¬ba cla¬ro que todos ama¬ban a Je¬su-cris¬to, y que es¬ta¬ban fel i ces en es¬ta pe¬re¬gri¬na¬ción a Ro¬ma pa¬ra ve¬ne¬rar las tum¬bas de Pe¬dro y de Pa¬blo y pa¬ra re¬zar con el Pa¬pa. A la ple¬ga¬ria se unie¬ron tam¬bién jó¬ve¬nes ro-ma¬nos, pues los asis¬ten¬tes des¬bor¬da¬ban la ca¬pa¬ci¬dad de la Pla¬za de San Pe¬dro, ale¬gra¬da es¬tos días con un bo¬ni¬to Na¬ci¬mien¬to y un es¬tu¬pen¬do ár¬bol de Na¬vi¬dad. Be¬ne¬dic¬to XVI es¬ta¬ba muy emo¬cio¬na¬do, y rin¬dió ho¬me¬na¬je «al si¬len¬cio y a los can¬tos de la co¬mu¬ni¬dad de Tai¬zé, que ocu¬pan un lu¬gar im¬por¬tan¬te en vues¬tras ora¬cio¬nes co¬mu¬ni¬ta¬rias, y lle¬nan es¬tos días las ba¬sí¬li¬cas de Ro¬ma » . El Pa¬pa l es re¬cor¬dó que «Cris¬to no os sa¬ca del mun-do, sino que os en¬vía a don¬de fal¬ta la luz pa¬ra que vo¬so¬tros la lle¬véis a otros». El San¬to Pa¬dre agra¬de¬ció el sa¬lu¬do del her¬mano Alois, su¬ce¬sor del her¬mano Ro¬ger, quien fun¬dó es¬ta co¬mu¬ni¬dad cris¬tia¬na ecu¬mé¬ni¬ca ha¬ce ya más de 70 años en Tai¬zé, Fran¬cia. Los her-ma¬nos vi¬ven de su tra¬ba¬jo, no acep¬tan do¬na¬ti¬vos, y pro¬mue¬ven la uni¬dad de los cris¬tia-nos. El her¬mano Ro¬ger era pro¬tes¬tan¬te, pe¬ro tan¬to Juan Pa¬blo II co¬mo Be¬ne¬dic¬to XVI le da¬ban la co¬mu¬nión en Ro¬ma pues creía en l a pre¬sen¬cia de Dios en la
Eu¬ca¬ris¬tía. Mu¬rió ines¬pe¬ra¬da¬men¬te, apu¬ña¬la¬do por una mu¬jer ru¬ma¬na en¬fer¬ma men¬tal du-ran¬te un ra¬to de ora¬ción ves¬per¬ti¬na en agos¬to del 2005. El Pa¬pa le re¬cor¬dó co¬mo «un tes-ti¬go in¬can¬sa¬ble del Evan¬ge¬lio de la paz y la re¬con¬ci¬lia¬ción», y un maes¬tro del «ecu¬me¬nis-mo de la san¬ti¬dad», el «ecu¬me¬nis¬mo es¬pi¬ri¬tual»,que es el me¬jor ca¬mino ha¬cia la re¬con¬ci-lia¬ción y la uni¬dad. Be¬ne¬dic¬to XVI de¬di¬có un sa¬lu¬do «de es¬pe¬cial ca¬ri¬ño» a los jó¬ve¬nes or¬to¬do¬xos y pro¬tes¬tan¬tes, cu¬ya pre¬sen¬cia le ale¬gra¬ba no¬to¬ria¬men¬te. Pe¬se a la ho¬ra tar¬día y el frío gla¬cial, el Pa¬pa es¬ta¬ba fe¬liz. La ale¬gría se¬re¬na de es¬tos jó¬ve¬nes, en su ma¬yo¬ría de paí¬ses del Es¬te de Eu¬ro¬pa, ha im¬pre¬sio¬na¬do pro¬fun¬da¬men¬te a los ro¬ma¬nos. No se veía un es¬pec¬tácu¬lo si¬mi¬lar des¬de la Jor¬na¬da Mun¬dial de la Ju¬ven¬tud del año 2000. Los gru¬pos más nu¬me¬ro¬sos pro¬vie¬nen de Po¬lo¬nia, Ucra¬nia y Ale¬ma¬nia, pe¬ro hay tam¬bién mu¬chos croa¬tas y fran¬ce¬ses, así co¬mo ame¬ri¬ca¬nos y asiá¬ti¬cos. Se no¬ta un cier¬to
pre¬do¬mi¬nio de chi¬cas. La ma¬yor par¬te de los jó¬ve¬nes vi¬ven con fa¬mi¬lias ro¬ma¬nas que les han abier¬to las puer¬tas des¬pués del lla¬ma¬mien¬to que hi¬zo el Pa¬pa el pa¬sa¬do 16 de di¬ciem-bre. Los jó¬ve¬nes pi¬den só¬lo «dos me¬tros cua¬dra¬dos» pa¬ra su sa¬co de dor¬mir, pe¬ro las fa-mi¬lias ro¬ma¬nas les em¬pie¬zan a tra¬tar co¬mo hi¬jos. Su pro¬gra¬ma in¬clu¬ye ra¬tos de ora¬ción, de pe¬re¬gri¬na¬ción, de cul¬tu¬ra, de mú¬si¬ca y de fies¬ta ca¬da día.
(CANTO: Padre Únenos)
Evangelio: Jn. 15, 12-17.
Este es mi mandamiento: Amaos los unos a los otros, como yo os he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo os llamo amigos, porque os he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre.
No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. Lo que os mando es que os améis los unos a los otros.
(CANTO: Sólo con tu amor…)
Peticiones/ Acción de Gracias/Padrenuestro
Salida.
La oración debe brotar de actitudes de autenticidad y sinceridad,. Exige de nosotros que nos desenmascaremos ante nosotros mismos para que Dios pueda venir a nuestra vida a través de la debilidad, que es lo que nos hace necesitarlo más. Para que llevemos a Dios y su mensaje de paz, de amor, de reconciliación y de compartir a todos los hermanos cada día estemos donde estemos.
Con francisco que fue mensajero de tantos valores y del Evangelio, terminamos diciendo, “Te adoramos …”
(CANTO: El niño Dios ha nacido en Belén…)