Oración Comunitaria 20/09/2012

Entrada

Queridos hermanos, las lecturas con las que vamos a orar ésta tarde, vosotros y nosotros, las hemos escogido desde Marruecos para poder compartir la experiencia misionera que estamos viviendo estos días en Tánger. El encuentro con la cultura árabe, la acogida a los hermanos inmigrantes sub-saharianos y las celebraciones con la Iglesia diocesana de Tánger, nos sugieren estos textos que ahora os presentamos y que esperamos disfrutéis. El primero de ellos es un poema sufí de un místico musulmán llamado Al-Nurí que nos acerca a la forma de comprender a un Dios, íntimo, personal y Señor de nuestras vidas, tal y cómo también la experimentó Francisco de Asís y que le llevó a sentirse hermano menor y servidor de todas las criaturas. La noticia narra la historia de vida de un joven nigeriano, y muestra el trabajo y labor que la Delegación de Migraciones realiza con los inmigrantes en Tánger y la difícil situación en la que estos se encuentran. Por último el texto del Evangelio narra el encuentro de Jesús con la Samaritana, que nos invita a adorar al único Dios en espíritu y en verdad. Un abrazo desde Tánger de vuestros hermanos Ángeles, Manu y Fernando.


Canto de entrada: “Sé de quién me he fiado”

Salmo Sufí: “Quieres de mí un vagabundo” (Al-Nurí)

Mi Señor me ha convertido en vagabundo,
¡Oh si, así me ha tratado!
De mi país me echó
separándome de mis allegados.
Si, a errar sin cesar
me ha condenado.
Y todo para que Él se manifieste
cuando yo desaparezco;
para hacerme desaparecer
cuando Él se manifiesta.

Señor,
Tú me has visitado,
y luego me has abandonado
cuando yo trataba
de devolverte tu visita.
Pero antes de irte, dijiste:
desde ahora ya no verás
nada de lo que mires,
a no ser que Me veas
en todo cuanto mires.

Canto: “Haz de mi un Anawin”

Noticia: Historia de un joven nigeriano.

Soy un joven nigeriano de 23 años, casado y con dos hijos. Nací en una familia numerosa y campesina de Nigeria, una familia pobre. Mi sueño era ser artista, músico, pero solamente estudié unos años en la Universidad porque no podíamos pagarla.

Como no tenía trabajo, decidí marcharme de Nigeria y me fui a Libia; allí la guerra estalló y mi esposa fue herida y golpeada por los rebeldes, quedando con grandes lesiones en la espalda y en el hombro. También sus riñones se vieron afectados. No podía trabajar porque tenía los hombros totalmente incapacitados.

Como mi esposa estaba gravemente enferma, me decidí a pedir dinero a un amigo para llevar a mi hija y mi esposa a Marruecos, porque el tratamiento de los riñones sólo se realiza allí. Salimos de la frontera de Libia con Argelia, por Oujda y luego a Rabat.

Mi objetivo era que mi esposa pudiera tener tratamiento en la Cruz Roja española. Pero no ha sido posible. De Rabat vinimos a Tánger y pasamos cuatro días y cuatro noches envueltos en mantas en la tierra y entre basura en el barrio de Mesnanna. Vimos una casa desocupada en la zona y nos metimos y vivimos allí una semana.

Luego cuando nos enteramos de la existencia de la Delegación de Migraciones fuimos a solicitar una ayuda para un alquiler. Allí se nos proporcionó dicha ayuda y pudimos alquilar una habitación a un marroquí. Ahora tenemos una casa, luz y agua.

Yo no quiero pedir caridad, quiero trabajar, no es normal vivir en malas condiciones. Ahora estoy bien, si la Delegación de Migraciones no me ayudara, no podría pagar el alquiler y estaría en la calle. Vivimos de la caridad de la gente, pidiendo en los semáforos. Si no existiera la Delegación de Migraciones tendría que buscar otra solución, pero existe ¡Gracias a Dios!

Lo que yo quiero es que lo problemas de enfermedad de mi mujer, se solucionen y luego volveremos a Nigeria, porque hemos dejado a nuestra hija allí y queremos volver con ella. La llamamos todos los días y hablamos con ella. En Nigeria no viviría de la caridad o la solidaridad y no tendría problema de alimento ni de alquiler.

Canto: “Todos vamos en el mismo barco”

Evangelio: Jn 4, 7-15.21-24 (Jesús y la Samaritana)

Canto: “En espíritu y en verdad”

Peticiones/ Acción de Gracias/Padrenuestro
Salida.

Canto final: “No te pude ver”