Oración Comunitaria 27/07/2012

Escuela de oración

Abre nuestros ojos, Señor, para que podamos verte a ti en nuestros hermanos y hermanas. Dondequiera que nos encontremos, siempre nos estás esperando y nos dices: Venid a mí los que estáis cansados y encontraréis el descanso. Con esa tranquilidad nos ponemos en tu presencia comenzando con las palabras de Francisco: “Oh! Alto…”

1º lectura: Jr 1.1-4

Entonces me dirigió Yahvé la palabra en estos términos:
Antes de haberte formado yo en el vientre, te conocía, y antes que nacieses, te tenía consagrado: yo profeta de las naciones te constituí.
Yo dije: “¡Ah, Señor Yahvé! Mira que no sé expresarme, que soy un muchacho.”
Y me dijo Yahvé: No digas: “Soy un muchacho”, pues adondequiera que yo te envíe irás, y todo lo que te mande dirás.
No les tengas miedo, que contigo estoy para salvarte – oráculo de Yahvé -.
Entonces alargó Yahvé su mano y tocó mi boca. Y me dijo Yahvé: Mira que he puesto mis palabras en tu boca.
Desde hoy mismo te doy autoridad sobre las gentes y sobre los reinos para extirpar y destruir, para perder y derrocar, para reconstruir y plantar

Noticia:

La fiesta de los barrios va por dentro

«Es cierto», confirma el párroco de Jesús Obrero, en Almanjáyar. «Nos han comunicado que nos van a dar el dinero de las subvenciones municipales de las fiestas de algunos barrios. Falta hacen. Hay setenta niños y jóvenes, que si no los tenemos aquí, se quedan todo el verano en la calle. Y no es plan». Este extremo lo confirmaba por la mañana en rueda de prensa el propio concejal de Bienestar Social, Fernando Egea, que informaba que «los chavales, en verano, deambulan por las calles de Almanjáyar y aprenden cosas que no tienen que aprender».

El caso de la parroquia Jesús Obrero es uno de los tres donde la alegría ha llegado por no celebrar las fiestas de los barrios. Curiosa paradoja. En efecto. Lo prometido es deuda y tal y como se anunció, los barrios de Granada que así lo decidieron informaron ayer del destino de sus subvenciones municipales que, en principio, les correspondían para organizar las fiestas.

Las Asociaciones de Vecinos La Alegría del Barrio de la Cruz, San Francisco Javier, San José Obrero del Parque de la Rosaleda, Barriada de Bobadilla, Parque Nueva Granada y la Barriada de la Paz han cedido sus subvenciones para las fiestas a tres proyectos sociales

Los proyectos son la Escuela de Verano Santa Juana de Lestonnac, en la Parroquia de La Paz, donde se lleva a cabo un trabajo educativo con menores en situación de riesgo o de exclusión social. Gracias a las aportaciones de las asociaciones de vecinos se permite que los menores disfruten de una semana más en esta Escuela de Verano.

El segundo proyecto tiene lugar en la mencionada Parroquia Jesús Obrero, en Almanjáyar, dirigida a casi setenta jóvenes también en situación de riesgo. El tercer proyecto es una intervención con mujeres en riesgo o en situación de exclusión social que organiza Cáritas con la denominación 'Caminando Juntas'

La rueda de prensa en la que se informó de las subvenciones cedidas a estos proyectos sociales contó con la participación de responsables vecinales de la Bobadilla y de la Barriada de la Paz. Explicaron el proceso: el concejal de Participación Ciudadana, Vicente Aguilera; y el de Bienestar Social, Fernando Egea. El primero quiso destacar "lo bien que se ha entendido en la ciudad que no estamos para fiestas y que si los barrios deciden hacerlos ahí estará el Ayuntamiento para apoyarles en todo, menos en el tema de la finaciación, porque no hay dinero".

Fernando Egea, por su parte, quiso destacar en su intervención "el alto grado de solidaridad del conjunto de las Asociaciones de Vecinos de Granada" y les agradeció que hayan respondido "a la llamada de este Ayuntamiento por una buena causa".

Evangelio: Mateo 13, 1-9

Aquel día, Jesús salió de la casa y se sentó a orillas del mar. Una gran multitud se reunió junto a él, de manera que debió subir a una barca y sentarse en ella, mientras la multitud permanecía en la costa. Entonces él les habló extensamente por medio de parábolas. Les decía: «El sembrador salió a sembrar. Al esparcir las semillas, algunas cayeron al borde del camino y los pájaros las comieron. Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y brotaron en seguida, porque la tierra era poco profunda; pero cuando salió el sol, se quemaron y, por falta de raíz, se secaron. Otras cayeron entre espinas, y estas, al crecer, las ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras treinta. ¡El que tenga oídos, que oiga!».

Salida

Bendícenos, Cristo, mantennos en el espíritu de las bienaventuranzas: alegría, sencillez, misericordia. Con Francisco terminamos diciendo: “Te adoramos…”