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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 28/06/2012

ORACION 28-Junio-2012.

Escuela de oración

“Cuando abro la ventana, 6’30, contemplo una cala blanca y hermosa. Acaba de florecer. ¡Qué silencio la hace brotar! Me gustaría que la vieras”.

Hay muchos silencios que hacen brotar belleza.. El silencio es necesario en la vida humana. Es algo que puede dar o quitar calidad a la vida. Una buena melodía en la vida de la persona tiene necesidad de la presencia del silencio para hacer de su existencia una perfecta interpretación sinfónica.

Y es que el silencio es una voz siempre embarazada de palabra. Y la palabra siempre nos habla del misterio. Y el misterio es algo que está profundamente arraigado en la vida humana, pero que espera nacer, como el brote de una flor a la luz y a la alegría de un día nuevo.

El silencio es la clave o la raíz de la palabra. La palabra se forma cuando se hace silencio. El silencio es el territorio de la palabra. La palabra viene de una larga espera, de un prolongado silencio. Silencio, desierto, noche. Exige la palabra entrar en “la noche del sentido, en la tierra desierta, seca y sin camino” (J. A. Valente).

Con Francisco comenzamos diciendo… ¡Oh alto y Glorioso Dios…


Salmo 146:

Poder y bondad de Dios

Alabad al Señor, que la música es buena;

nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.

El Señor reconstruye Jerusalén,

reúne a los deportados de Israel;

él sana los corazones destrozados,

venda sus heridas.

Cuenta el número de las estrellas,

a cada una la llama por su nombre.

Nuestro Señor es grande y poderoso,

su sabiduría no tiene medida.

El Señor sostiene a los humildes,

humilla hasta el polvo a los malvados.

Entonad la acción de gracias al Señor,

tocad la cítara para nuestro Dios,

que cubre el cielo de nubes,

preparando la lluvia para la tierra;

que hace brotar hierba en los montes,

para los que sirven al hombre;

que da su alimento al ganado

y a las crías de cuervo que graznan.

No aprecia el vigor de los caballos,

no estima los jarretes del hombre:

el Señor aprecia a sus fieles,

que confían en su misericordia.

Exclusión en nuestros barrios 20.06.12 - 01:08 -

Recientemente hemos sido testigos de las reacciones contra la apertura de un centro social de atención y acogida de personas sin hogar en un barrio de Granada. Bajo el eslogan de 'No al deterioro del barrio' se están manifestando públicamente utilizando argumentaciones de todo tipo que hacen referencia al instinto más básico del ser humano: el miedo.

Las actitudes solidarias son más fáciles cuando el excluido se encuentra lejos y es desconocido. Pero la exclusión no tiene fronteras. Siempre ha estado cerca y cada vez es mayor y más visible. Especialmente en los tiempos en los que vivimos, en los que mensualmente decenas de personas pierden sus hogares y, muchas de ellas, se ven forzadas a sobrevivir en las calles al margen de la sociedad, que las rechaza y excluye. En estas ocasiones aparecen los peores sentimientos que pueda albergar el ser humano en forma de miedos.

Es la cuarta vez que se niega la apertura de este centro. En todos estos años la preocupación no ha sido la de encontrar una alternativa digna para los usuarios del mismo ni la de crear dinámicas solidarias para que las duras realidades de las personas que acuden puedan cambiar. Simplemente, algunos vecinos se limitan a manifestarse en contra cuando parece que han encontrado un nuevo local.

El argumento principal utilizado para oponerse a su apertura son los problemas que puedan plantear. Sin embargo existen centros similares en varias zonas de la ciudad sin que se produzcan conflictos sociales. Además, si surgiera algún tipo de dificultad, la solución no sería la de cerrar el centro sino, al contrario, la de generar las herramientas y recursos necesarios para solucionarlos.

Se está olvidando el problema principal que subyace a esta situación: la propia existencia de personas sin hogar ni recursos (más de 200 en Granada). Esta realidad es inadmisible y atenta contra la dignidad de los seres humanos. La criminalización de la pobreza intentando alejarla de uno mismo sólo muestra la fractura social que está teniendo lugar. Especialmente cuando todos ellos, antes de encontrarse en la situación en la que viven ahora, tenían una vida como la nuestra: con familia y trabajo. Cualquiera de nosotros, o alguien cercano, podemos vernos en su lugar muy fácilmente.

Es necesario alzar la voz contra la injusticia que está sufriendo este colectivo. Injusticia por parte de algunas personas que dificultan la creación de un local de acogida que puede ofrecerles una mínima calidad de vida (un lugar donde tomar algo caliente, ducharse y cambiarse de ropa). Injusticia por parte de la administración que no dispone de albergues públicos que permitan ofrecerles alternativas dignas. Injusticia por parte del Gobierno andaluz que aún no ha aprobado un proyecto de Ley de Inclusión que debería impedir estas situaciones.

Algunas personas, al leer estas líneas, dirán que ese centro de acogida lo coloquen cerca de nuestra casa. Pues adelante, no vamos a ser nosotros quienes se opongan. Al contrario, insistiremos en nuestro esfuerzo para comentar con nuestros vecinos estas reflexiones y construir una realidad diferente.

Trasladar los problemas para no verlos no sirve para nada. Es necesario hacerles frente y luchar para que los poderes públicos y la sociedad apuesten por una solución, basada en la solidaridad y la justicia, única vía para conseguir ese otro mundo mejor en el que nosotros, y con seguridad mucha otra gente, creemos.

NATALIA GARCÍA CABALLOS | ASOCIACIÓN PRO DERECHOS HUMANOS DE ANDALUCÍA


LECTURA: 2º Corintios 8, 7-9, 13-15

Hermanos: Ya que sobresalís en todo: en la fe, en la palabra, en el conocimiento, en el empeño y en el cariño que nos tenéis, distinguíos también por vuestra generosidad. Porque ya sabéis lo generoso que fue nuestro Señor Jesucristo: siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza. Pues no se trata de aliviar a otros, pasando vosotros estrecheces; se trata de igualar. En el momento actual, vuestra abundancia remedia la falta que ellos tienen; y un dia, la abundancia de ellos remediará vuestra falta.

SALIDA

En los momentos de euforia y alegría

y en los de tedio y desgana.

Compartiendo y creando,

estudiando y sembrando,

luchando y amando,

orando y trabajando,

dialogando y soñando,

viviendo sin murallas ni fronteras.

¡Jesús resucitado queremos ver tu rostro!

Finalizamos cantando… Te adoramos…