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Etiquetas: oración del jueves,oración

Oración Comunitaria 19/09/2013

Escuela de Oración: Interiorización.

Vivimos en un mundo que nos incita constantemente a cambiar la vida interior por la realidad virtual. Actualmente vivimos la vida de otras personas: de los personajes de TV, de los deportistas, de los famosos… La vida interior, si no es algo completamente del pasado, tampoco es algo con lo que nos sintamos cómodos.

Lo primero que aprende el novicio es a sentarse inmóvil, a hacerse consciente del caos que tenemos dentro de nosotros, desde donde da comienzo la relación con Dios. Es ahí donde surgen el desasosiego, la ambición o el narcisismo, y donde debemos identificar los miedos, las esperanzas mas profundas y los sentimientos mas intensos de la vida.

Esta lucha del alma no nos hace sentirnos bien: La sensación nos dice donde no queremos estar, pero la fidelidad nos dice que para madurar, debemos estar donde es preciso que estemos.

No se encuentra a Dios mientras no se consigue escuchar el silencio, permanecer desnudo ante Dios y estar en paz con uno mismo. La convicción de que Dios nos espera en lo mas profundo de nuestro yo interior es lo que nos hace aplacar las tormentas.

Pero sin fidelidad al proceso de interiorización, lo verdaderamente bueno no llega: La llamada a una vida que supere el caos interno, la configuración de ideas mas esenciales, nuevas y fértiles y la ruptura de las cadenas que conlleva la cautividad de lo superficial. Es la vida interior la que nos libera para ser plenamente nosotros mismos y para la relación con Dios.

Con Francisco comenzamos diciendo: OH ALTO Y GLORIOSO DIOS…

Lectura A.T.: Salmo 62

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,
mi alma está sedienta de ti;
mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua.

¡Cómo te contemplaba en el santuario
viendo tu fuerza y tu gloria!
Tu gracia vale más que la vida,
te alabarán mis labios.

Toda mi vida te bendeciré
y alzaré las manos invocándote.
Me saciaré como de enjundia y de manteca,
y mis labios te alabarán jubilosos.

En el lecho me acuerdo de ti
y velando medito en ti,
porque fuiste mi auxilio,
y a la sombra de tus alas canto con júbilo;
mi alma está unida a ti,
y tu diestra me sostiene.

Noticia: Futbolatría

Hará unos 45 años, el Barça fichó a Marcial por unos 20 millones de pesetas. Comentando el traspaso se preguntaba “El correo catalán (04.09.69)”: “¿los vale realmente un jugador de fútbol?”. Es una de esas preguntas que incluye la respuesta: realmente no los vale. La operación Neymar se acerca a los 100 millones de euros (la de Cristiano fueron 94), y la ultimísima de Bale casi toca esa cifra monstruosa: 16.000 millones de las antiguas pesetas. Ochocientas veces más que la de Marcial.

Algo se ha desmadrado en el fútbol que nos obliga a hablar de idolatría. Lutero describió cómo, cuando el ser humano deja de adorar al Dios verdadero, acaba postrándose ante pequeños dioses ridículos y tiranos. Esa fuerza idólatra se desborda increíblemente cuando se trata de idolatrías grupales, como la del becerro de oro bíblico. Y como la idolatría idiotiza, luego nos conmovemos ante la declaración neymarina de amor al Barça. Sospechoso amor ese que rinde 20 millones.

Que el fútbol se ha prostituido parece innegable. Que nosotros nos hemos idiotizado, es también verdad pero nos falta valor para reconocerlo. El fútbol puede ser bello y emocionante, pero no debería tener consecuencias como las dos que vamos a enumerar.

Hace menos de un año, en Montevideo, visitando una de esas “villas miseria”, me explicaban lo siguiente: antaño había familias que se empeñaban hasta las orejas para poder pagar al hijo mayor unos estudios que acabaran sacándolos de la miseria. Ahora ocurre exactamente lo mismo: pero no para pagar unos estudios, sino para comprar al chico que despunta el mejor equipamiento de fútbol y tratar de meterlo en un equipo… para ver si acaba fichándolo algún club europeo. Luego a lo mejor nos extrañamos de que muerdan, como ocurrió no hace mucho en un lugar de Europa de cuyo nombre no quiero acordarme. Pero ¿qué se le puede exigir al pobre muchacho si es ésa la historia que ha tenido?

El otro ejemplo es más bien pregunta: ¿qué habría ocurrido con las crueldades que nos ha traído la crisis, si no hubiésemos tenido la adormidera balompédica. El fútbol se nos ha convertido en “la ilusión de un mundo sin ilusiones, el opio del pueblo”. Y ante eso no se me ocurre más que terminar con otro sueño a lo Luther King:

Soñé que en todas las ligas europeas estaba prohibido fichar jugadores extranjeros o de otras nacionalidades: en el Barça todos catalanes, en el Bilbao todos vascos y en el Madrid todos madrileños. De ese modo ganaba cada vez uno distinto, según temporadas y no había que sufrir con ese suplicio que exige no sólo ganar sino ganar más veces. El público se sentía querido por sus jugadores y podía gritar como el Betis de antaño: “vivan manque pierdan”.

Y curiosamente eran así más felices. Los viajes para jugar se hacían siempre en tren, o en autobús. Los jugadores se hospedaban como máximo en hoteles de tres estrellas y, lógicamente, los precios de las entradas eran mucho más baratos.

Más aún, siguiendo la advertencia de Juan Pablo II, los clubes habían decidido dar ellos ese ejemplo y enajenar todas las copas y trofeos para entregar ese dinero a Cáritas, a Manos Unidas o la Cruz roja. En adelante ya no se daría más que un diploma a cada vencedor de una liga, o copa española o europea. Finalmente, hasta esos futbolistas buena gente como Iker Casillas, que tienen hecha una fundación para enseñar a jugar al fútbol a niños africanos, la transformaban en una fundación para pagarles escuela y educación…La verdad es que estaba soñando. Pero de repente me despertó el grito desgarrador de una radio que aullaba: Goooooooooool. Y ya no conseguí volver a dormirme.

Evangelio: Lucas 6, 27-30

Dijo Jesús a sus discípulos: “Amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os injurian. Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, déjale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. Tratad a los demás como queréis que ellos os traten”.

 Peticiones.

Acción de Gracias.

Padrenuestro.

Salida.

Guíame mas allá del caos que hay dentro de mí, oh Dios, para que encuentre el lugar donde te ocultas en mi corazón