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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 22/12/2011

Adviento, tiempo de esperanza, tiempo de espera, de atención y cuidados, de respeto y contemplación. Señor, hay mucho dolor en nuestro tiempo, hay sufrimiento e injusticia, ayúdanos a sembrar semillas de esperanza.

Salmo 23: El Señor es mi pastor; nada me falta.

El Señor es mi Pastor, nada me falta.

Él me hace descansar en verdes pastos,
me guía a arroyos de tranquilas aguas,
me da nuevas fuerzas y me lleva por caminos rectos,
haciendo honor a su nombre.

Aunque pase por el más oscuro de los valles,
no temeré peligro alguno,
porque tú, Señor, estás conmigo,
tu vara y tu bastón me inspiran confianza.

Me has preparado un banquete ante los ojos de mis enemigos;
has vertido perfume en mi cabeza,
y has llenado mi copa a rebosar.

Tu bondad y tu amor me acompañan a lo largo de mis dias,
y en tu casa, oh Señor, por siempre viviré.

Noticia:

La crisis económica ha provocado un aumento en el mundo de los adolescentes de entre 15 y 18 años que desempeñan "trabajos peligrosos" en sectores como la construcción, la agricultura o la minería, porque son una mano de obra "más barata". Así lo ha puesto de manifiesto este miércoles el director de Oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en España.

En la actualidad hay 215 millones de niños que están "atrapados" por el trabajo infantil, y de ellos 115 millones trabajan en lo que se considerad "peores formas de trabajo infantil".

"Trabajo peligroso puede ser el que se desarrolla en el campo, porque están expuestos a contaminantes químicos, en la construcción, en las minas", ha explicado el director de la OIT en España, quien ha apostillado que se incluyen todos los que conllevan manipulación de cargas, posturas forzadas o prolongación de jornada.

En concreto, en la agricultura hay una mayor concentración de trabajo infantil peligroso con un 59 por ciento, un 30 por ciento en el sector servicios y el 11 por ciento en la industria, según datos de la OIT.

Si bien el número de niños menores de quince años que trabajan ha disminuido en los últimos años, está bajada se está ralentizando: entre 2004 y 2008 sólo lo hizo en un tres por ciento.

No obstante, la OIT ha considerado que el hecho de que disminuyan los menores de quince años que trabajan "hace albergar esperanzas" de que en 2016 se haya conseguido erradicar totalmente el trabajo infantil o al menos "reducir sensiblemente" la cifra.

Respecto a los adolescentes de entre 15 y 18 años, el porcentaje aumentó un 20 por ciento entre 2004 y 2008 y aunque en los años posteriores hasta el actual no hay cifras totales, parece que "con datos parciales estamos viendo un aumento en todo el mundo, incluido en los países desarrollados".

Así las cosas, Nieto ha hecho un llamamiento a los gobiernos de todo el mundo y a las organizaciones sindicales para que "redoblen" sus esfuerzos con el fin de erradicar el trabajo infantil y a las empresas "para que sean responsables y no permitan que en sus cadenas de producción haya niños trabajando".

Datos de la OIT ponen de manifiesto que el trabajo infantil mata cada año a 22.000 menores y muchos más padecen lesiones o enfermedades. La tasa de lesiones y fallecimientos en el trabajo es superior a la de los adultos y cada minuto hay un niño que sufre un accidente, patología o trauma psicológico relacionado con la actividad laboral.

Evangelio: Lucas 1, 39-56

"Por entonces María tomó su decisión y se fue, sin más demora, a una ciudad ubicada en los cerros de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre. Isabel se llenó del Espíritu Santo y exclamó en alta voz: «¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Cómo he merecido yo que venga a mí la madre de mi Señor? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas. ¡Dichosa tú por haber creído que se cumplirían las promesas del Señor!»

María dijo entonces:

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
y mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador,
porque se fijó en su humilde esclava,
y desde ahora todas las generaciones me dirán feliz.
El Poderoso ha hecho grandes cosas por mí:
¡Santo es su Nombre!
Muestra su misericordia siglo tras siglo
a todos aquellos que viven en su presencia.
Dio un golpe con todo su poder:
deshizo a los soberbios y sus planes.
Derribó a los poderosos de sus tronos
y exaltó a los humildes.
Colmó de bienes a los hambrientos,
y despidió a los ricos con las manos vacías.
Socorrió a Israel, su siervo,
se acordó de su misericordia,
como lo había prometido a nuestros padres,
a Abraham y a sus descendientes para siempre.”

Salida:

Descúbrenos la alegría de la paciente espera, activa y fecunda, comprometida por la vida de los que nos rodean.
Enséñanos a hacer crecer la esperanza de algo nuevo, anímanos a entregar nuestras vidas para la construcción del Reino.

Es tiempo de espera, Señor, pero también es tiempo de donación y compromiso efectivo.

Contagianos la fe sencilla de María, que dio su vida para alumbrar el Reino y hacer nacer la esperanza.