Oración Comunitaria 11/8/2011
Entrada: Santa Clara.
Hoy 11 de agosto, día de santa Clara de Asís, siguiendo su actitud y su carisma, queremos despojarnos de todo, descubrir que nuestra única riqueza es Dios, renunciando a todo lo accesorio, abandonándonos a la divina providencia . Jesús, nuestra paz, si nuestros labios permanecen en silencio, nuestro corazón te escucha y también te habla. Tú nos dices a cada uno: abandónate simplemente a la vida del Espíritu Santo, tu poca fe basta
Canto: "Nada te turbe" o "abrid de par en par"
Primera Lectura: Salmo 15.
Tú, Señor, eres el lote de mi heredad
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: "Tú eres mi bien".
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano.
Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con Él a mi derecha no vacilaré.
Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.
Tú, Señor, eres el lote de mi heredad
Canto: El Señor es mi fortaleza
Noticia: De la Regla de las damas pobres de San damián.
1Después que el altísimo Padre celestial se dignó iluminar con su gracia mi corazón para que, siguiendo el ejemplo y la enseñanza de nuestro muy bienaventurado padre san Francisco, yo hiciera penitencia, poco después de su conversión, junto con mis hermanas le prometí voluntariamente obediencia.
2Y el bienaventurado Padre, considerando que no teníamos miedo a ninguna pobreza, trabajo, tribulación, menosprecio y desprecio del siglo, antes al contrario, que los teníamos por grandes delicias, movido a piedad, escribió para nosotras una forma de vida en estos términos: 3«Ya que por divina inspiración os habéis hecho hijas y siervas del altísimo y sumo Rey, el Padre celestial, y os habéis desposado con el Espíritu Santo, eligiendo vivir según la perfección del santo Evangelio, 4quiero y prometo tener siempre, por mí mismo y por mis hermanos, un cuidado amoroso y una solicitud especial de vosotras como de ellos.» 5Lo que cumplió diligentemente mientras vivió, y quiso que fuera siempre cumplido por los hermanos.
6Y para que jamás nos apartásemos de la santísima pobreza que habíamos abrazado, ni tampoco lo hicieran las que tenían que venir después de nosotras, poco antes de su muerte de nuevo nos escribió su última voluntad diciendo: 7«Yo, el hermano Francisco, pequeñuelo, quiero seguir la vida y la pobreza del altísimo Señor nuestro Jesucristo y de su santísima Madre, y perseverar en ella hasta el fin; 8y os ruego, mis señoras, y os doy el consejo de que siempre viváis en esta santísima vida y pobreza. 9Y protegeos mucho, para que de ninguna manera os apartéis jamás de ella por la enseñanza o consejo de alguien.»
10Y así como yo siempre he sido solícita, junto con mis hermanas, en guardar la santa pobreza que hemos prometido al Señor Dios y al bienaventurado Francisco, 11así también las abadesas que me sucedan en el oficio y todas las hermanas estén obligadas a observarla inviolablemente hasta el fin: 12a saber, no recibiendo o teniendo posesión o propiedad por sí mismas ni por interpuesta persona, 13ni tampoco nada que pueda razonablemente llamarse propiedad, 14a no ser aquel tanto de tierra que necesariamente se requiere para el decoro y el aislamiento del monasterio; 15y esa tierra no se cultive sino como huerto para las necesidades de las mismas hermanas.
Canto: Oh pobreza, fuente de riqueza
Evangelio: Mc. 10, 23-31
10:23 Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!
10:24 Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios, a los que confían en las riquezas!
10:25 Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.
10:26 Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?
10:27 Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.
10:28 Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido.
10:29 Respondió Jesús y dijo: De cierto os digo que no hay ninguno que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por causa de mí y del evangelio,
10:30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna.
10:31 Pero muchos primeros serán postreros, y los postreros, primeros.
Peticiones / Acciones de gracias.
Padrenuestro.
Salida
BENDICIÓN DE SANTA CLARA
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
El Señor os bendiga y os guarde. Os muestre su faz y tenga misericordia de vosotras. Vuelva su rostro a vosotras y os dé la paz, a vosotras, hermanas e hijas mías, y a todas las otras que han de venir y permanecer en vuestra comunidad, y a todas las demás, tanto presentes como futuras, que perseveren hasta el fin en todos los otros monasterios de Damas Pobres.
Yo, Clara, sierva de Cristo, plantita de nuestro muy bienaventurado padre san Francisco, hermana y madre vuestra y de las demás hermanas pobres, aunque indigna, ruego a nuestro Señor Jesucristo, por su misericordia y por la intercesión de su santísima Madre santa María, y del bienaventurado Miguel arcángel y de todos los santos ángeles de Dios, de nuestro bienaventurado padre Francisco y de todos los santos y santas, que el mismo Padre celestial os dé y os confirme ésta su santísima bendición en el cielo y en la tierra: en la tierra, multiplicándoos en su gracia y en sus virtudes entre sus siervos y siervas en su Iglesia militante; y en el cielo, exaltándoos y glorificándoos en la Iglesia triunfante entre sus santos y santas.
Os bendigo en vida mía y después de mi muerte, como puedo y más de lo que puedo, con todas las bendiciones con las que el Padre de las misericordias ha bendecido y bendecirá a sus hijos e hijas en el cielo y en la tierra, y con las que el padre y la madre espiritual ha bendecido y bendecirá a sus hijos e hijas espirituales. Amén.
Sed siempre amantes de Dios y de vuestras almas y de todas vuestras hermanas, y sed siempre solícitas en observar lo que habéis prometido al Señor.
El Señor esté siempre con vosotras, y ojalá que vosotras estéis siempre con Él. Amén.