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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 30/06/2011

Entrada.
Primera Lectura: Salmo 102.

Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios.

El perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
el rescata tu vida de la fosa,
y te colma de gracia y de ternura;
el sacia de bienes tus anhelos,
y como un águila
se renueva tu juventud.

El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos;
enseñó sus caminos a Moisés
y sus hazañas a los hijos de Israel.

El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo;
no nos trata como merecen
nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.

Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles;
como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.
Como un padre
siente ternura por sus hijos,
siente el Señor ternura por sus fieles;
porque él conoce nuestra masa,
se acuerda de que somos barro.

Los días del hombre
duran lo que la hierba,
florecen como flor del campo,
que el viento la roza, y ya no existe,
su terreno no volverá a verla.

Pero la misericordia del Señor
dura siempre,
su justicia pasa de hijos a nietos:
para los que guardan la alianza
y recitan y cumplen sus mandatos.

El Señor puso en el cielo su trono,
su soberanía gobierna el universo.
bendecid al Señor, ángeles suyos,
poderosos ejecutores de sus órdenes,
prontos a la voz de su palabra.

Bendecid al Señor, ejércitos suyos,
servidores que cumplís sus deseos.
Bendecid al Señor, todas sus obras,
en todo lugar de su imperio.

¡Bendice, alma mía, al Señor!

Noticia: Unos 300 menores esperan en centros a ser acogidos por familias granadinas.

El último encuentro con familias de acogida urgente de menores, celebrado hace unas semanas en Granada, arrojó varias conclusiones, entre ellas, una significativa: en tiempo de crisis los menores que provienen de situaciones de riesgo social necesitan aún más de la solidaridad del resto de la sociedad para no hacer sus vidas en un centro de acogida, sino, al ser posible, integrarse temporalmente en familias normalizadas.

«La etapa de cero a seis años es decisiva en la formación emocional de un niño, todos los expertos están de acuerdo con que los menores de seis años se eduquen en familias y no en centros. La lógica ya te dice que, por muy bien atendido que un niño esté en un centro, siempre es mejor una familia. Y en ese objetivo venimos trabajando», señala Magdalena Sánchez, delegada de Igualdad y Bienestar Social de la Junta de Andalucía.

En el acogimiento de urgencia, la familia receptora tiene disposición para asumir la atención de un niño entre unos días a pocos meses, mientras se adopta una medida que pueda ser más estable. «Está pensado, sobre todo, para aquellos casos respecto a los cuales el sistema de protección carece de información suficiente como para, en el momento de la separación del niño de sus padres, tomar una decisión a medio o largo plazo», señala la responsable.

Las familias de acogimiento de urgencia son equiparables a las casas de acogida inmediata, que son diferentes de los centros residenciales. «Lo que se quiere es que el tiempo que estén fuera de casa no lo pasen en centros», apostilla Sánchez. En Granada, según hizo público la asociación Aldaima, entidad colaboradora con la Junta de Andalucía para la Integración Familiar de Menores, hay 17 familias de acogida de urgencia y en 2011 se llegará a 25. El año pasado, se llevaron a cabo 13 acogimientos de urgencia administrativos, de un total de 80 en distintas modalidades.

Las de urgencia son típicamente casos que «emergen» como nuevos para el sistema de protección y hay que analizar y ver qué decisión se toma sobre la medida que sería más conveniente: si el retomo a la familia, la separación temporal vía acogimiento o la definitiva vía adopción.

«Hemos conseguido el objetivo de que ningún menor de dos años estuviera en un centro de protección de la Junta de Andalucía o de las entidades colaboradoras. Y es una realidad gracias a la difusión que está alcanzando la figura de la familia de acogida», explica la delegada de Igualdad, Magdalena Sánchez. Pero «aún queda mucho por hacer». «Sobre todo en la búsqueda de familias dispuestas a convertirse en acogedoras, aunque sea por un corto período, porque, pese a que son acogimientos remunerados, no es la cantidad económica a percibir lo que mueve a las familias a ofrecerse» -aclara la delegada-, que hace un llamamiento para que se sumen muchas otras, sobre todo en un contexto de crisis, en el que es más difícil encontrar soluciones de este tipo.

«Si fuera posible contar con familias, los menores –los 300 que hay a la espera– no pasarían por centros residenciales. Por tanto deberíamos contar siempre con más familias que menores en centros tenemos y así contar con una base de datos suficiente. El problema es que puede haber muchas familias dispuestas a acoger, pero si la disposición es para un determinado perfil de menores, otros se quedan sin dicha posibilidad y hay determinadas edades a las que las familias nunca se dirigen como por ejemplo cuando se pasan de 13 años», abunda uno de los técnicos de Igualdad y Bienestar Social.

Según el Observatorio de la Infancia de la Andalucía, en estos casos de protección, los progenitores de los niños acogidos presentan un perfil social de riesgo caracterizado por la alta conflictividad en las relaciones de pareja y por el fracaso educativo y laboral. Además, la presencia de toxicomanías, alcoholismo y conductas delictivas es muy elevada, por lo que viene a empeorar este perfil tanto en padres como en madres. De ahí se deduce que los menores participantes presentan historiales con diversos problemas psicológicos y de salud, tales como síndrome neonatal, trastornos de conducta y discapacidad, entre otros, con una frecuencia superior a la de la población general infantil.

En el historial de dificultades de estos menores destaca el hecho de que la mayor parte de ellos fueron víctimas de malos tratos con anterioridad al acogimiento (72,5%). El tipo de maltrato más frecuente fue la negligencia, seguida del maltrato emocional y el prenatal.

La persona o familia que desee acoger a un menor debe presentar una solicitud en la correspondiente Delegación de Bienestar. A partir de ese momento, se realiza un proceso de selección, de formación y de valoración.

Evangelio: Mt. 11, 25-30.

En aquel tiempo exclamó Jesus: “Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Si, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo mas que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mi todos los que estéis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera”

Peticiones / Acciones de gracias.
Padrenuestro.
Salida.

Señor Jesus, haz que tengamos los ojos puestos en ti en todo momento. Con frecuencia olvidamos que estamos habitados por tu Espíritu Santo, que rezas en nosotros, que nos amas a todos. Tu milagro en nosotros es tu confianza y tu continuo perdón.

Con Francisco terminamos...