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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 28/04/2011

Entrada.

Queridos amigos: Paz en Jesucristo resucitado.

A lo largo de la Cuaresma hemos ido recorriendo nuestros propios límites, sabiéndonos dependientes de Dios. Como a Abraham, Dios nos llama a salir de nuestra tierra y caminar hacia la nueva tierra, que nos revitalice y nos ponga en caminos nuevos, que, juntos, hemos de estrenar, como necesitados de las fuentes de la bendición y de la gracia. Para acceder a estas fuentes es necesario recorrer el camino por el que pasa la cruz, la resurrección y la vida, asumiendo los duros trabajos del evangelio, e invitándonos a vivir, desde un amor que sostenga, al servicio de los demás. Todo esto supone ir permanentemente al surtidor de agua que salta hasta la vida eterna, por el amor que se ha derramado en nuestros corazones, con el Espíritu Santo que se nos ha regalado.

Uno de los signos cuaresmales ha sido la luz, que ilumina, para llevar adelante la misión. La luz que nos pide creer y confiar en la palabra de Jesús por el que llega la luz que ilumina las tinieblas del corazón. Jesús, que es la resurrección y la vida, y en El encontramos la raíz de nuestra fe y esperanza por la gracia del bautismo, que hemos recibido. Porque de los mismos bienes, que hemos recibido, los ofrecemos como anunciadores del Evangelio de la Paz. Eso es la Pascua.

Atrevernos a vivir la Vida en abundancia es lanzarnos, desde nuestras muertes, a la vida, dejando de pensar tanto en nosotros mismos como si estuviéramos maniatados de pies y manos con nuestras propias vendas. Se nos invita a mirar, desde Jesucristo resucitado, a los otros, desde los otros y por los otros. Esa es la vida. La vida de Jesús. Es posible ayudar a resucitar, esta es la tarea cristiana por excelencia, detectando la semilla de Dios, que cada ser humano lleva dentro, germinada o por germinar, apoyarla y ayudarla a que crezca: “Quitad la losa”. Jesús no solo resucitó a Lázaro; devolvió la vida a María, hundida en sus dudas, y a los discípulos, que le seguían acobardados. Jesús no solo nos amó hasta el extremo sino que nos enseño a amar sin medida.

Eso es la Pascua, proyecto de vida personal y comunitaria. “Nadie ama mas que el que da la vida” y el que ama así no pierde la vida. Que es creer como resucitados y vivir y amar como Jesús.

Hemos escuchado estos días que la muerte de Cristo es camino de triunfo y que el amor nos tiene al servicio de los demás: Por eso, cada vez que celebramos la Eucaristía la relacionamos con la vida, con el hambre, con los pobres, con la solidaridad, con el compartir. La Eucaristía es vuelta a la vida, porque pasamos del templo a la calle, de la acción litúrgica a la acción solidaria, de la celebración de la Vida a la vida cotidiana.

Severino Calderon. Ofm.

Canto

Con Francisco, comenzamos diciendo: “Oh alto y glorioso Dios….”

Primera Lectura: Daniel 3, 57-88, 56.

Criaturas todas del Señor,
bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Angeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
ejércitos del Señor, bendecid al Señor.

Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.

Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
témpanos y hielos, bendecid al Señor.

Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
noche y día, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.

Bendiga la tierra al Señor,
ensálcelo con himnos por los siglos.
Montes y cumbres, bendecid al Señor;
cuanto germina en la tierra,
bendiga al Señor.

Manantiales, bendecid al Señor;
mares y ríos, bendecid al Señor.
Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
aves del cielo, bendecid al Señor.

Fieras y ganados, bendecid al Señor,
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor
bendiga Israel al Señor.

Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
siervos del Señor, bendecid al Señor.
Almas y espíritus justos,
bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón,
bendecid al Señor.

Ananías, Azarías y Misael,
bendecid al Señor;
ensalzadlo con himnos por los siglos.

Bendigamos al Padre y al Hijo
con el Espíritu Santo,
ensalcémoslo con himnos por los siglos.

Bendito el Señor en la bóveda del cielo,
alabado y glorioso
y ensalzado por los siglos.

Noticia: Millones de ortodoxos rusos celebran el Domingo de Resurrección.

Millones de ortodoxos rusos celebraron el Domingo de Resurrección con multitudinarios actos religiosos y festivos en toda Rusia, en los que participan también las minorías católicas y musulmanas, y los no creyentes.

"Siempre hemos celebrado la Pascua, incluso cuando estaba prohibido por las autoridades soviéticas. Hay que creer en algo. Unos son creyentes fanáticos y otros, como yo, más tranquilos", aseguró a Efe Valentina, de 55 años.

El patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR), Kiril, ofició esta madrugada en la majestuosa catedral del Cristo Salvador de Moscú la tradicional liturgia pascual a la que asistieron miles de personas, tanto dentro y como fuera del mayor templo de Rusia.

Kiril felicitó la Pascua a los fieles ortodoxos de todo el espacio postsoviético, en particular a rusos, ucranianos, bielorrusos y moldavos, y del resto del mundo, a los que llamó a hacer el bien y ayudar a los pobres.

"Que el recuerdo de la Pascua refuerce nuestra fe y nos de coraje y sabiduría para superar los tortuosos caminos de la vida", indicó el líder de la IOR, a la que pertenecen la mayoría de los 250 millones de fieles ortodoxos que hay el mundo.

"Dios no nos pide imposibles. Haced el bien al que está cerca y al que está lejos. No responded con rudeza a las groserías, ni con maldad a las maldades, ni con mentira a las mentiras", proclamó Kiril, según las agencias rusas.

El momento cumbre de la liturgia pascual ortodoxa fue cuando el patriarca descendió del altar para encender con el "fuego sagrado" traído de Jerusalén las miles de velas que portaban los fieles en la catedral con el fin de conmemorar el milagro de la Resurrección de Cristo.

Como es habitual, al templo acudieron el presidente, Dmitri Medvédev, y el primer ministro, Vladímir Putin, bajo cuyo mandato los ortodoxos rusos han recuperado muchos de los privilegios que les fueron arrebatados durante el comunismo.

"La Pascua une a millones de creyentes ortodoxos de todo el mundo", señala el mensaje de Medvédev, quien se bautizó siendo ya mayor de edad y abogó por reforzar la cooperación entre el Estado y la Iglesia para garantizar la concordia nacional.

Según las encuestas, un 90 por ciento de los rusos conmemoran la Pascua, sea acudiendo a la iglesia o a los cementerios a honrar a sus familiares fallecidos, o preparando el banquete de Pascua, en el que las estrellas son los huevos cocidos y pintados de diferentes colores, actividad en la que participan los más pequeños.

Sólo en Moscú más de medio millón de personas participaron el sábado y hasta altas horas de la madrugada en los diferentes actos religiosos que tuvieron lugar en los 278 templos y monasterios de la ciudad.

La Pascua se celebra hasta en el espacio, ya que los tres cosmonautas rusas de la Estación Espacial Internacional también festejarán la ocasión, aunque sin el consumo de alcohol, terminantemente prohibido en la plataforma orbital.

Aunque la Constitución estipula que Rusia es un Estado aconfesional, la fe ortodoxa es de facto la religión estatal, mientras los otros credos oficiales -Islam, Judaísmo y Budismo- son minoritarios, al igual que el catolicismo, que es profesado por unas 600.000 personas.

Evangelio: Lc. 24, 13-16, 26-32

Dos discípulos de Jesús iban andando aquel mismo día, el primero de la semana, a una aldea llamada Emaús, distante unas dos leguas de Jerusalén; iban comentando todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos; pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. (…) El les dijo: «¿No era necesario que el Mesías padeciera eso para entrar en su gloria?» Y, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó lo que se refería a Ël en toda la Escritura. Ya cerca de la aldea donde iban, él hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le apremiaron diciendo: «Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída» Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció. Ellos comentaron: «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?»

Peticiones / Acciones de gracias.
Padrenuestro.
Salida.

Jesús, nuestra alegría, a tu lado encontramos el perdón, el frescor de las fuentes. Sedientos de las realidades de Dios, reconoce tu presencia de Resucitado. E, igual que el almendro comienza a florecer con la luz de la primavera, tú haces florecer hasta los desiertos del alma.