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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 14/04/2011

Entrada.

Nos acercamos hacia la Pascua. Nos preparamos para la muerte y resurrección de Jesús. En el encuentro, en la oración en esta Capilla del Cristo de San Damián, nos predisponemos a compartir como Jesús la vida con los hermanos, a escuchar lo que el Evangelio quiere de nosotros, a tomar aire fresco que ventile nuestra rutina.

El sueño del Reino está cerca si nosotros nos acercamos al Reino y si somos capaces de acercar el Reino a los demás. Porque es posible vaciar (como María, hermana de Marta y Lázaro, en su casa) nuestros perfumes; es posible darlo todo, lo más preciado, al Pobre por excelencia que es Jesús; es posible servir al hermano; es posible acercarse a los hermanos y tener gestos de vaciamiento. Es posible en este tiempo de renovación, tiempo de Cuaresma, ver nuestra vida como un frasco lleno de perfume que nos ha sido entregado gratuitamente por Dios para que le respondamos con nuestro agradecimiento y alegría y para que otros muchos puedan participar de ello siguiendo las huellas del Evangelio.

Para Francisco, <>

Así, en el seguimiento de ese Cristo ante el que se vaciaba Francisco, empezamos la oración diciendo: “Oh, Alto y Glorioso Dios…”

Primera Lectura: Salmo 104, 1-9.

Bendice al Señor, alma mía:
¡Señor, Dios mío, qué grande eres!
Estás vestido de esplendor y majestad
y te envuelves con un manto de luz.
Tú extendiste el cielo como un toldo
y construiste tu mansión sobre las aguas.
Las nubes te sirven de carruaje
y avanzas en alas del viento.
Usas como mensajeros a los vientos,
y a los relámpagos, como ministros.
La tierra y las aguas
Afirmaste la tierra sobre sus cimientos:
¡no se moverá jamás!
El océano la cubría como un manto,
las aguas tapaban las montañas;
pero tú las amenazaste y huyeron,
escaparon ante el fragor de tu trueno.
Subieron a las montañas, bajaron por los valles,
hasta el lugar que les habías señalado:
les fijaste un límite que no pasarán,
ya no volverán a cubrir la tierra.

Noticia: Los tres deseos de Moses. IDEAL. Francisco Paolaza.

Moses Carbins, 57 años, enjuto, mendigo, negro y enfermo, entró en la enorme sala del Reina Sofía y pasó entre la media luna de visitantes hasta situarse en primera fila.

A las 12.40 cumplió su sueño en Madrid. Uno de tres. Los otros dos, esos que se piensan cuando uno le pide la cuenta a la vida, eran tocar el mediterráneo y comerse una paella. Y cumplió los tres.
Moses pasó cinco largos minutos ante la enorme pintura de Picasso y es ese momento, un malagueño y uno nacido en Arkansas se entendieron ¿cómo? <>
Nadie hubiera dado un duro por la escena hace un año, justo antes de que un cortometraje premiado cambiara la vida de Moses.

Un pensamiento del guionista malagueño Fran Guijarro iba a dar un golpe de timón a la vida de un sin techo de San Francisco. Guijarro, que vive en California, quiso rodar un corto que narraba la historia de un sin techo y quiso buscar uno de ellos para actuar. Se llamaba “Yo deseo”, un título premonitorio, y lo presentaron al festival español Notodofilmfest. Moses supo que si el corto ganaba el premio del público, él viajaría a España. <>. Y ganaron, Viajaría a España el 7 de mayo. Moses no subía a un avión desde los 17. Voló hasta Madrid, Málaga y Valencia. En Valencia saldó una de sus deudas: tocar el Mediterráneo. Se remangó los pantalones, caminó por la orilla y se puso a dar saltos.

Estar en España es algo muy importante para mí. Moses camina por la calle y todo lo mira, todo lo sonríe, a todos saluda. <
El mayor anhelo de Moses no estaba en la lista de los tres deseos. <>, explica Moses, que llegó a la acera hace 20 años después de una separación traumática de su mujer y demasiados escarceos con la droga. <>.

Ahora Moses se preocupa más por tener un techo y comer bien. Vive en una habitación que alquila con los 600 euros que le da el gobierno de pensión por los años que pasó trabajando como pintor de brocha gorda.

De comidas iba su tercer deseo: zamparse una paella. Y se cumplió. La primera se la hizo la madre del director y la segunda en una terraza madrileña.

El mar, el cuadro y el arroz cuadraban el círculo de los tres deseos.

Moses se enciende un cigarro y mira al cielo en una calada para dibujar nuevas metas con las que soñar. No sabe qué será lo siguiente: <

Evangelio: Jn 12, 1-11

Seis días antes de la Pascua, Jesús volvió a Betania, donde estaba Lázaro, al que había resucitado.

Allí le prepararon un cena: Marta servía y Lázaro era uno de los comensales.

María, tomando una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, ungió con él los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. La casa se impregnó con la fragancia del perfume.

Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dijo:
"¿Por qué no se vendió este perfume en trescientos denarios para dárselos a los pobres?"

Dijo esto, no porque se interesaba por los pobres, sino porque era ladrón y, como estaba encargado de la bolsa común, robaba lo que se ponía en ella.

Jesús le respondió: "Déjala. Ella tenía reservado este perfume para el día de mi sepultura.

A los pobres los tenéis siempre con vosotros, pero a mí no me tendréis siempre".

Entre tanto, una gran multitud de judíos se enteró de que Jesús estaba allí, y fueron, no sólo por Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado.

Entonces los sumos sacerdotes resolvieron matar también a Lázaro,
porque muchos judíos se apartaban de ellos y creían en Jesús, a causa de él.

Peticiones / Acciones de gracias.

Padrenuestro.

Salida.