Oración Comunitaria 27/01/2011

Entrada.

Nos reunimos en esta Capilla de San Damián, para orar en comunidad, para compartir la Palabra y la vida con los hermanos, para seguir a Cristo, vivo en nuestros corazones y en nuestra vida. Como vivo se sintió Francisco delante de este Cristo de San Damián que nos acompaña todos los jueves y que tanto nos enseña su contemplación.

Así "Este Cristo vivo, resucitado, que está sobre el sepulcro vacío y abierto (color negro) visible detrás del cuerpo de Cristo con las manos extendidas, está en ademán de subir al cielo La misma ascensión está expresada de forma dinámica, en la parte alta de la cruz y encima de la inscripción <>, en la figura de Cristo ascendente, que lleva en la mano izquierda el trofeo de la Cruz gloriosa y tiene la mano derecha tendida hacia la mano del Padre que está en el cielo. Desde lo alto, la mano derecha del Padre acoge a su Hijo, rodeado por los ángeles ¿y santos? en la gloria celestial y no es imposible aunque sí menos probable, que esa mano derecha simbolice al Espíritu Santo, llamado ya en la Biblia <>.

Primera Lectura: Sal. 33.

Bendigo al Señor en todo momento
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.
Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias.

Contempladlo, y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
y lo salva de sus angustias.
Gustad y ver qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a él.

Noticia: Billete de ida a Senegal desde Oncología.

Las aguas del Estrecho mecieron los sueños de Paul cuando hace diez años decidió abandonar Senegal para instalarse en la esperanza de un futuro mejor, con domicilio en Granada. Allí dejó una mujer y dos hijos. Paul no es el nombre real porque no ha querido aparecer en el texto, pero su historia, ubicada más allá de la utopía de los sueños si es real.

Su rostro negro y sus manos agrietadas por los surcos del trabajo duro, fueron su patria durante los seis primeros años en que las leyes españolas lo registraban como un "ilegal" por no disponer de papeles, aunque pasara los días de sol a sol trabajando, aunque ayudara a levantar la economía de una de las provincias menos ricas del país, pese a todo nunca se desinfló ni tiró la toalla. Su mujer y sus dos hijos iban encontrando ese futuro mejor día a día en Senegal; él se conformó con una vida dura, una pequeña habitación compartida con tropecientasmil personas y el pan de cada día.

Hace cuatro años consiguió legalizar su situación, comenzar a cotizar a la seguridad social, moverse con libertad por la ciudad e incluso viajar a su país para acariciar a su mujer, compartir con sus hijos algo más que fotografías y dejar de sentirse extraño en un lugar. Hace dos años, su mujer le dio la buena nueva de que estaba embarazada de su tercer niño. Paul nunca tuvo ocasión ni dinero para volver a Senegal para conocer a su nuevo vástago. En esa época, a Paul le diagnosticaron una dura enfermedad que le obligó a ingresar en el Hospital. Los facultativos de Oncología se volcaron con él pero las sesiones de quimioterapia y radioterapia no han conseguido frenar la enfermedad. Cuando llegó el momento de ponerse en manos de la Unidad del Dolor y Cuidados Paliativos, llegó a la vida de Paul una tal María Ángeles Martín, trabajadora social del programa de atención integral a personas con enfermedades avanzadas de La Caixa, que trabaja en el Hospital.

El sueño de Paul era marcharse a su país para conocer a su hijo recién nacido y gracias a esta unidad, ha sido posible con la Fundación La Caixa. "Empezamos a pedir presupuestos y a pedir ayuda económica a distintas ONGs. La maldita crisis ayudó a recibir noes por todas partes. Las ONGs están bajo mínimos. No hay dinero. María Ángeles no se rindió y finalmente, el sábado, Paul salió en una ambulancia hacia Madrid para allí tomar un vuelo a Dakar. Y allí, él habrá podido coger en sus brazos a ese bebé de tres meses que aún no conocía, habrá dejado atrás ese sueño de un futuro mejor truncado en el último momento, y habrá cerrado definitivamente la cerradura de esa habitación del piso compartido con doce compatriotas más donde noche a noche solo imaginaba el momento de escuchar los balbuceos de su pequeño.

Un viaje a Senegal con billete de ida en el que solo el médico acompañante lleva uno de vuelta.

Evangelio: Mt. 6, 31-34.

No estéis, pues, preocupados y preguntándoos: ‘¿Qué vamos a comer?’ o ‘¿Qué vamos a beber?’ o ‘¿Con qué nos vamos a vestir?’ Los que no conocen a Dios se preocupan por todas esas cosas, pero vosotros tenéis un Padre celestial que ya sabe que las necesitáis. Por lo tanto, buscad primeramente el reino de los cielos y el hacer lo que es justo delante de Dios, y todas esas cosas se os darán por añadidura. No estéis, pues, preocupados por el día de mañana, porque mañana ya habrá tiempo de preocuparse. A cada día le basta con sus propios problemas.

Peticiones / Acciones de gracias.
Padrenuestro.
Salida.

Tú quieres para nosotros un corazón muy sencillo. Entonces, las cosas complicadas de la vida nos paralizan menos. Tú nos dices: no te preocupes, incluso si tu fe es muy pequeña, yo, Cristo, permanezco siempre contigo.