Oración Comunitaria 03/06/2010
Escuela de oración:Este domingo la Liturgia de la Iglesia celebra la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo. En algunos lugares, como en Granada, se celebra también el jueves anterior, para relacionarlo directamente con la celebración del Jueves Santo donde el Señor instituye la Eucaristía. Con Francisco comenzamos diciendo: Oh Alto…
Primera Lectura: Salmo 25 (24) 4-6, 7-9
Muéstrame, Señor, tus caminos, enséñame tus senderos. Guíame por el camino de tu fidelidad; enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador, y yo espero en ti todo el día. Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor, porque son eternos. El Señor es bondadoso y recto: por eso muestra el camino a los extraviados; él guía a los humildes para que obren rectamente y enseña su camino a los pobres.
Noticia: Carta de una generación a otra
No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Y ellos, nuestros hijos, crecieron y tuvieron sus propios hijos, que se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales. ¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Pero yo no digo que lo mío era mejor. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el teléfono móvil cada tres meses o el ordenador todas las navidades.
¡Yo guardo los vasos desechables, y los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón! Y es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida ¡E incluso para la vida de los que venían después! La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, vajillas… y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de frigorífico tres veces. Y es que todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Todo se tira, y, mientras tanto, producimos más y más y más basura. De hecho la humanidad produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
Las cosas no eran desechables: Los periódicos servían para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el suelo los días de lluvia y sobretodo para envolver: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden matarlos apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada.
Y me muerdo para no hacer un paralelismo entre los valores que se desechan y los que preservábamos, por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables.
Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina, o que valoran más a los lindos, con brillo, pegatinas en el cabello y glamour. No lo voy a decir, porque en este mundo de la reposición corro el riesgo de que la bruja del tiempo me gane de mano y sea yo el entregado.
Evangelio: Juan 6 51-59
Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirápara siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo. Discutían entre sí los judíos y decían:
-¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?
Jesús les dijo:
- En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre.
Peticiones / Acciones de gracias.
Padrenuestro.
Salida: Señor, espero en Ti; Te adoro, Te amo, auméntame la fe. Quiero que seas mi apoyo en todo: sin Ti no puedo nada, por eso, Tú te has quedado en la Eucaristía. Quiero que te sientas amado por mí: para eso intentaré cuidarte, acompañarte, adorarte, agradecerte, valorar cada vez más esta locura tuya,... Y quiero sentirme amado por Ti: que me alegre tenerte tan cerca, que me sienta acompañado, seguro, querido, fortalecido, comprendido, escuchado, alimentado, ... ; hazme Tú ese regalo especialmente estos días y siempre en tú Eucaristía. Con Francisco, acabamos diciendo: te adoramos…