Oración Comunitaria 04/06/2009
Escuela de oración: Día Mundial del Medio AmbienteDios de bondad, a propuesta de la Comisión franciscana de JPIC, hoy nos unimos con los hombres de buena voluntad de todo el mundo para celebrar el Día del Medioambiente. Nos llamas a ser solidarios, por la oración y la acción, con las pesonas que sufren los efectos del cambio climático. Reconocemos que la Tierra será nuestro hogar sólo en la medida en que aprendamos a respetar y cuidar a la entera comunidad viviente; sólo en la medida en que humildemente asumamos nuestro lugar en ella protejeremos y restauraremos la integridad del sistema en que se desarrolla la vida, y trabajaremos por el desarrollo sostenible de todas las personas. Cambia nuestros corazones. Llénalos del ardiente deseo por el “reino”, donde Tú vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. Canto de apertura: Benissez le Seigneur
Primera Lectura: Isaías 24, 1-7
24:1 Miren, el Señor arrasa la tierra y la deja desierta,
trastorna su faz y dispersa a sus habitantes.
24:2 Correrán la misma suerte
tanto el pueblo como el sacerdote,
el esclavo como su señor,
la esclava como su señora,
el comprador como el vendedor,
el que pide prestado como el que presta,
el acreedor como el deudor.
24:3 La tierra es arrasada, sí, arrasada,
saqueada por completo,
porque el Señor ha pronunciado esta palabra.
24:4 La tierra está de duelo, desfallece,
el mundo se marchita,
desfallecen las alturas junto con la tierra.
24:5 La tierra está profanada
bajo los pies de los que la habitan,
porque ellos violaron las leyes,
transgredieron los preceptos,
rompieron la alianza eterna.
24:6 Por eso la Maldición devora la tierra
y sus habitantes soportan la pena;
por eso se consumen los habitantes de la tierra
y no quedan más que unos pocos.
Noticia: 2ª Lectura (reflexión ecológica)
Respuesta cantada después de cada intervención: Kyrie Eleison (Taizé).
Nos hemos hecho altamente dependientes de los servicios que requieren energía no renovable. Muchos de nosotros preferimos disponer de carros particulares en lugar del transporte público. No disminuimos sino que aumentamos el impacto de carbono en el medioambiente.
Continuamos usando el agua sin medida, mientras que 2/3 partes de la población mundial sufre de su escasez o tiene dificultades para conseguirla.
Estamos destruyendo muchos de nuestros bosques y otros están siendo mal gestionados. Nuestros bosques tropicales y arrecifes de coral, a pesar de ser fuentes de vida, alimentación y salud, son amenzados por la propia actividad humana.
Contribuimos al calentamiento global tanto que nuestros glaciares se retiran y derriten, poniendo en riesgo todo género de vida. Las inundaciones y sequías ponen en riesgo la seguridad alimentaria de cientos de miles de personas. No modificamos nuestras actuales formas de vida; no nos preocupamos suficientemente ni aceptamos a aquellos migrantes y refugiados que han tenido que desplazarse por causa de la sequía, inundación o falta de comida.
Se pueden añadir más razones por las que pedir perdón). Silencio
Evangelio: Romanos 8, 14-23
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.
Porque no habéis recibido el espíritu de servidumbre para estar otra vez en temor; mas habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos, Abba, Padre.
Porque el mismo Espíritu da testimonio á nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
Y si hijos, también herederos; herederos de Dios, y coherederos de Cristo; si empero padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
Porque tengo por cierto que lo que en este tiempo se padece, no es de comparar con la gloria venidera que en nosotros ha de ser manifestada.
Porque el continuo anhelar de las criaturas espera la manifestación de los hijos de Dios.
Porque las criaturas sujetas fueron á vanidad, no de grado, mas por causa del que las sujetó con esperanza,
Que también las mismas criaturas serán libradas de la servidumbre de corrupción en la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Porque sabemos que todas las criaturas gimen á una, y á una están de parto hasta ahora.
Y no sólo ellas, mas también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, es á saber, la redención de nuestro cuerpo.
Silencio
Canto:
Peticiones:
Oración
Oración de introducción: Dios eterno, escucha nuestra oración al momento de presentarte todas estas heridas y esperanzas, nuestros temores y nuestras faltas delante de ti.
Padre Nuestro (Introducción): Danos fuerzas para permanecer firmes en la esperanza, la luz y la promesa del Evangelio que nos fue revelado en tu Hijo, Jesucristo, en cuyo nombre te decimos: Padre Nuestro…
Oración final: Compromiso Carta de la Tierra3 Nosotros, los seguidores de Francisco de Asís, atravesamos un momento crítico en la historia de la Tierra.
Es un tiempo en el que la humanidad debe elegir su propio futuro. A medida que el mundo se hace cada vez más interdependiente y frágil, el futuro nos pone grandes desafíos a la vez que grandes promesas. Para ir hacia adelante debemos reconocer que, en medio de una grandiosa diversidad de culturas y formas de vida, todos somos parte de una sola familia humana y de una comunidad terrestre con un destino común. Debemos reunirnos para crear una sociedad global sostenible que esté fundada en el respeto por la naturaleza, los derechos humanos universales, un economía justa y una cultura de la paz.
Apuntando a este fin, es un imperativo nuestro, habitantes de la Tierra, asumir la responsabilidad que tenemos uno respecto a otro, hacia la más extensa comunidad de vida, y de cara a las futuras generaciones. Toda alabanza a Ti, oh Dios, por la bondad que nos dispensas. Danos corazones de carne capaces de regocijarse en tus dones; capaces de suplicar perdón cuando se yerra; y capaces de vivir con justicia.
Con Francisco de Asís, cantor de la Creación, armonía de la Creación, te alabamos diciendo: Te adoramos, Señor Jesucristo, aquí y…
Canto de Salida: Magnificat