Oración Comunitaria 07/05/2009
Escuela de oración:Primera Lectura: XXIV Semana Franciscanos por la Paz
“Por la falta de cultura de la mujer del Tercer Mundo. Un gran número de mujeres caen al año en las redes de la prostitución. A veces, igual que los niños y las niñas, se prostituyen por el engaño y la fuerza. Otras veces no tienen medios de subsistencia para mantener a sus familias. Nuestro país no es ajeno a este problema". “Redes internacionales se dedican a la pornografía y la prostitución infantil. Crece el llamado turismo sexual”.“Dichosos los pobres en el espíritu, porque suyo es el renio de los cielos” (Mt 5,3) “Muchas niñas, no tienen el derecho de ir a la escuela y son enviadas lejos de sus familias para trabajar en tareas domesticas “. Trabajan todo el día, a cambio de comida”. “Dichosos los que están tristes, porque Dios los consolará” “El 70% de los pobres del mundo son mujeres junto con los niños” “Dichosos los humildes, porque heredarán la tierra” (Mt, 5,5) “Hoy la esclavitud pervive y tienen el rostro de mujer o de niño o que no saben leer ni escribir”. “Dichosos los que tienen hambre y sed de Dios, porque Dios los saciará “ (Mt 5,6) “Mi amigo tendrá veinte años, el fin de semana cierra los libros y se convierte en un héroe anónimo. Tiene una sala a su cargo con diez o quince críos, a los que llama por su nombre y cada uno de ellos le responden: papá. A Antonio de quince años, le da de comer en la boca; al rata, de once, le está enseñando a andar. Tienen una sonrisa fácil y es mas bien reservado a la hora de hablar”. “Dichosos los misericordiosos, porque Dios tendrá misericordia de ellos “ (Mt 5,7) “Los niños son pasto del trabajo forzoso y servil en fábricas de cigarrillos, alfombras, cerilla, ladrillos y seda, en alguno países del mundo. Hay más de 200 millones de niños que trabajan en condiciones lamentables”. “Dichosos los que construyen la paz, porque serán llamados hijos de Dios” (Mt 5,9) “La guerra es algo cotidiano para muchos niños del mundo. La pertenencia a ejércitos o grupos armados, provoca en ellos terribles secuelas de violencia, que hacen muy difícil su reinserción a la vida normal”. “Dichosos los que tienen un corazón un corazón limpio, porque ellos verán a Dios” (Mt 5,9) “Iqbal Masih de Pakistán, fue asesinado a los 11 años a balazos por entregar su vida libre y conscientemente a la lucha por la justicia, a la lucha contra la esclavitud, el maltratan y la explotación de millones de niños en el mundo. El mismo era esclavo desde los 4 años, cuando su padre lo vendió por 600 rupias (unas 1.200 pesetas) para poder mantener a sus otros hermanos. Soportó los malos tratos ya abusos de su “dueño” hasta los 9 años en que se negó a volver con el mismo y se matriculó en una escuela, que el Frente de Liberación del Trabajo forzado, tiene para los “niños libres “. “Dichosos los perseguidos por hacer la voluntad de Dios, porque de ellos es el reino de los cielos” (Mt 5, 10) “Hace pocos días, varios misioneros y misioneras salio la noticia de que 32 misioneros y misioneras habían sido asesinados en tierra de misión, por defender los derechos de los empobrecidos”. “Dichosos seréis cuando os injurien y os persigan y digan contra vosotros toda clase de calumnias por causas mía. Alegraos y regocijaos, porque será grande vuestra recompensa en los cielos, pues así persiguieron a los profetas anteriores a vosotros” (Mt 5, 11-12)
Noticia: Hambre: los alimentos como negocio
El mundo se está alarmando con la subida del precio de los alimentos y con las previsiones de aumento del hambre en el mundo. El hambre es un problema ético, denunciado por Gandhi: «el hambre es un insulto, humilla, deshumaniza y destruye el cuerpo y el espíritu; es la forma más asesina que existe». Pero también es resultado de una política económica. El alimento se transformó en ocasión de lucro y el proceso agroalimentario en un negocio rentable. Se cambió la visión básica que había predominado hasta la llegada de la industrialización moderna, la visión en la que la Tierra era vista como la Gran Madre. Entre la Tierra y el ser humano se articulaban relaciones de respeto y de mutua colaboración. El proceso de producción industrialista considera la Tierra solamente como baúl de recursos a ser explotados hasta que se agoten. La agricultura más que un arte y una técnica de producción y de medios de vida se ha transformado en una empresa para lucrar. Mediante la mecanización y la alta tecnología se puede producir mucho con menos tierras. La «revolución verde», introducida a partir de los años 70 del siglo XX y difundida por todo el mundo, quimicalizó casi toda la producción. Los efectos son ahora perceptibles: empobrecimiento de los suelos, erosión devastadora, deforestación y pérdida de millares de variedades naturales de semillas que son reserva frente a crisis futuras. La cría de animales se ha modificado profundamente debido a los estimulantes de crecimiento, las prácticas intensivas, vacunas, antibióticos, inseminación artificial y clonación. Los agricultores clásicos han sido sustituidos por los empresarios del campo. Todo este cuadro se ha visto agravado por la urbanización acelerada del mundo, con el consiguiente vaciamiento de los campos. La ciudad demanda alimentos que ella no produce y que dependen del campo. Existe una verdadera guerra comercial alrededor de los alimentos. Los países ricos subsidian cosechas enteras, o la producción de carnes, para colocarlas a mejor precio en el mercado mundial, perjudicando a los países pobres, cuya principal riqueza consiste en la producción y exportación de productos agrícolas y carnes. Muchas veces, para ser viables económicamente, se obligan a exportar granos y cereales que van a alimentar el ganado de los países industrializados, cuando en el mercado interno podrían servir de alimento para sus poblaciones. Por el afán de garantizarse lucros, hay una tendencia mundial, en el marco del modo de producción capitalista, de privatizar todo, especialmente las semillas. Menos de una decena de empresas transnacionales controla el mercado de semillas en todo el mundo. Han introducido las semillas transgénicas, que no se reproducen en las cosechas, y que necesitan ser compradas cada vez, con grandes beneficios para las empresas. La compra de las semillas es parte de un paquete mayor que incluye la tecnología, los pesticidas, la maquinaria y la financiación bancaria, atando a los productores a los intereses agroalimentarios de las empresas transnacionales. En el fondo, lo que más interesa es garantizar ganancias para los negocios, y lo que menos, alimentar personas. Si no se produce una inversión de este orden de cosas, por ejemplo, una economía sometida a la política, una política orientada por la ética y una ética inspirada por una sensibilidad humanitaria mínima, no habrá solución para el hambre y la desnutrición mundial. Continuaremos en la barbarie que estigmatiza al actual proceso de globalización. Los gritos desgarradores de millones de hambrientos suben continuamente al cielo sin que les vengan respuestas eficaces de alguna parte que hagan callar este clamor. Es la hora de la compasión humanitaria, traducida en políticas globales de combate sistemático al hambre.
Evangelio: Mt 25, 34-40
Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: "Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver". Los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?" Y el Rey les responderá: "Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo".