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Etiquetas: oración del jueves

Oración Ecuménica Semana de la unidad de los cristianos

Oración por la unidad de los cristianos 2008: "No ceséis de orar"

  • Monición de entrada
  • Hace cien años, el Padre Paul Wattson, sacerdote episcopal (anglicano), inauguraba un Octavario de oración por la unidad de los cristianos que se celebró por primera vez del 18 al 25 de enero de 1908.
    En la actualidad, la colaboración entre las Iglesias, las Parroquias y las
    Comunidades anglicanas, católicas, ortodoxas, y protestantes en la preparación y la celebración de la Semana de oración por la unidad es una práctica ya familiar, lo que es prueba tangible de la eficacia de la oración por la unidad. Se justifica que podemos hablar de la historia de la Semana de oración por la unidad de los cristianos como la de un éxito. Es para nosotros fuente de gran alegría y profunda gratitud.
    Es evidente que la oración por la unidad no es una invención del siglo pasado. El mismo Jesús elevó esta oración al Padre: «Que todos sean uno». Desde entonces, los cristianos no han dejado de orar de varias maneras para que la unidad se realice. A pesar de sus divisiones, los cristianos de todas las tradiciones han rezado juntos con la oración de Cristo por la unidad de todos sus discípulos.

    El pasaje bíblico elegido para la celebración del centenario de la Semana de oración para la unidad de los cristianos se extrae de la Primera carta a los Tesalonicenses. El texto «no ceséis de orar» (1 Ts 5, 17) destaca el papel esencial de la oración en la vida de la comunidad de los creyentes. Eso es precisamente lo que vamos a hacer esta noche: orar juntos al único Dios Padre de todos, orar por la unidad de todos los cristianos.

  • Canto: Señor, enséñanos a orar; quita de mi mente los esquemas del mundo
  • Haz que me encuentre contigo y sea lo que quieres de mí
    Quiero encontrarme contigo y ser lo que quieres de mí

  • INVOCACIÓN AL ESPIRITU SANTO
  • C: Comenzamos esta oración invocando la unidad del Dios uno, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Acojamos a Dios en nuestros corazones, como Dios nos acoge en su corazón, por Jesucristo nuestro Señor.
    T: Amen.
    C: Pidamos al Padre que nos envíe los dones de su Espíritu Santo: que nuestros corazones se abran a su presencia, que le dejemos orar en nosotros y que nos conduzca en su comunión. La unidad de la Iglesia es obra del Espíritu
    Santo. Nunca podremos realizarla por nuestros propios medios. Roguemos para que el Espíritu Santo descienda sobre cada uno de nosotros, que bendiga a la Iglesia de Dios con su gracia y nos una en Cristo.
    C: ¡Ven, Espíritu Santo!
    T: ¡Llena nuestros corazones de gracia!
    C: ¡Ven, Espíritu Santo!
    T: ¡Libéranos de la duda y de la desconfianza!
    C: ¡Ven, Espíritu Santo!
    T: ¡Danos la fe para avanzar!
    C: ¡Ven, Espíritu Santo!
    T: ¡Cambia nuestros corazones de piedra!
    C: ¡Ven, Espíritu Santo!
    T: ¡Concede la justicia de Dios a nuestro mundo!
    C: ¡Ven, Espíritu Santo!
    T: ¡Ayúdanos a comprender que somos hermanas y hermanos!
    C: ¡Ven, Espíritu Santo!
    T: ¡Haz caer los muros entre nosotros!
    C: ¡Ven, Espíritu Santo!
    T: ¡Concédenos tus dones para que los compartamos!
    C: ¡Ven, Espíritu Santo!
    T: ¡Intercede por nosotros, Espíritu del Padre, cuyos suspiros
    inexpresables superan nuestras palabras!
    C: ¡Ven, Espíritu Santo!
    T: ¡Une a todos los cristianos en Cristo nuestro Señor!

  • Canto: «Veni Sancte Spiritus» (Taizé)


  • SALMO 86 (85)
  • 1Inclina tu oído, Señor, escúchame, que soy un pobre desamparado;
    2protege mi vida, que soy un fiel tuyo; salva a tu siervo, que confía en ti.

    3Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor, que a ti te estoy llamando todo el día;
    4alegra el alma de tu siervo, pues levanto mi alma hacia ti;

    5porque tú, Señor, eres bueno y clemente, rico en misericordia con los que te invocan.
    6Señor, escucha mi oración, atiende a la voz de mi súplica.

    7En el día del peligro te llamo, y tú me escuchas.
    8No tienes igual entre los dioses, Señor, ni hay obras como las tuyas.

    9Todos los pueblos vendrán a postrarse en tu presencia, Señor;
    bendecirán tu nombre:
    10«Grande eres tú, y haces maravillas; tú eres el único Dios».
    11Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad;
    mantén mi corazón entero en el temor de tu nombre.

    12Te alabaré de todo corazón, Dios mío; daré gloria a tu nombre por siempre,
    13por tu gran piedad para conmigo, porque me salvaste del abismo profundo.

  • SILENCIO

  • Canto: Todos vamos en el mismo barco, todos somos del mismo barro. (bis)
  • Lo gozoso y lo triste del mundo, llega a todos más tarde o temprano
    Haz que todos nos sintamos uno, Que sintamos que somos hermanos

  • Carta de San Pablo: 1 Ts 5, 12a 13b-18
  • Buscar la unidad durante todo el año

    Os pedimos, hermanos... que la paz reine entre vosotros.
    Os recomendamos también, hermanos, que corrijáis a los indisciplinados,
    animéis a los tímidos y sostengáis a los débiles, teniendo paciencia con todos.
    Mirad que nadie devuelva mal por mal; al contrario, buscad siempre haceros
    el bien los unos a los otros y a todos. Estad siempre alegres. No ceséis de orar.
    Manteneos en constante acción de gracias, porque esto es lo que Dios quiere
    de vosotros como cristianos.
    (BTI, Biblia Traducción Interconfesional)

  • SILENCIO

  • Canto: Hazme, Señor, pequeño y hermano; de todos el último.
  • Ante tu grandeza he de ser pequeño

  • EVANGELIO: Lc 11, 5-13:
  • Y les dijo:
    - Si alguno de vosotros tiene un amigo y viene durante la medianoche para pedirle: "Amigo, préstame tres panes, 6 pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle". 7 Y, desde dentro, el otro le responde: "No me molestes; la puerta está cerrada; mis niños y yo estamos acostados: no puedo levantarme para dártelos". Si el otro insiste llamando, 8 yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.
    9 Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; 10 porque quien pide recibe, quien busca halla, y al que llama se le abre.
    11 ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra?
    12 O si le pide un pez, ¿le dará una serpiente? O si le pide un huevo, ¿le dará un escorpión?
    13 Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?

  • HOMILIA

  • Canto: Padre, únenos, Padre únenos
  • Que el mundo crea que enviaste al Hijo, Padre únenos.

  • Oración de los fieles: espontáneamente presentamos al Señor nuestra acción de gracias y le pedimos por las necesidades del mundo y por la Unidad entre los cristianos

  • PADRE NUESTRO
  • C: Unimos nuestros pensamientos, nuestros corazones y
    nuestras voces a los de todos los cristianos del mundo
    entero para recitar la oración que Jesús nos enseñó.
    T: Padre nuestro…

  • El signo de la paz
  • C: Pidiendo a Dios el perdón de nuestros pecados como nosotros mismos nos perdonamos unos a otros, intercambiamos ahora un signo de paz y sellamos nuestra unidad en la oración, la fe, el amor y la esperanza de la plena comunión. Recitamos la oración de San Francisco por la Paz:
    Señor, haz de mí un instrumento de tu paz:
    donde haya odio, ponga yo amor;
    donde haya ofensa, ponga yo perdón;
    donde haya discordia, ponga unión,
    donde haya error, ponga yo verdad;
    donde haya duda, ponga fe;
    donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
    donde haya tinieblas ponga luz;
    donde haya tristeza, ponga yo alegría.
    Oh, maestro, que no me empeñe tanto:
    en ser consolado, como en consolar;
    en ser comprendido, como en comprender;
    en ser amado, como en amar.
    Porque dando, se recibe;
    olvidando, se encuentra;
    perdonando, se es perdonado;
    muriendo, se resucita a la Vida eterna



  • Oración final
  • Señor, haz que seamos uno: uno en nuestras palabras para que
    te dirijamos una oración humilde y común; uno en nuestro deseo
    y en nuestra búsqueda de la justicia; uno en el amor, para servirte
    en el más pequeño de nuestros hermanos y hermanas; uno en la
    espera de ver tu rostro. Señor, haz que seamos uno en ti. Amén.

  • CANTO: Llevad la Buena Noticia a todo ser que respira
  • Y decidles que la paz está dentro de sus vidas
    Y que ellos paz será si desparraman amor
    A cuantos hombres encuentren por esos caminos de Dios