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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 17/01/2008

INTRODUCCION:

Feliz el que puede decir esta oración: Cristo, tú ves quien soy yo. No necesito ocultarte nada de mi corazón, Tú también has sido hombre… Y cuando interiormente mi ser se dispersa, mi corazón sediento se atreve a decir: haz que viva en ti, Cristo Jesús, aúna mi deseo y mi sed.


SALMO:

Salmo 122

A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo. así están nuestros ojos
en el Señor, Dios nuestro,
esperando su misericordia.
Misericordia, Señor, misericordia,
que estamos saciados de desprecios;
nuestra alma está saciada
del sarcasmo de los satisfechos,
del desprecio de los orgullosos.


NOTICIA:

P. Severino Calderón, Provincial de Granada, recibe la cruz del peregrino

La Custodia de Tierra Santa concede la cruz del peregrino a personas que han hecho una peregrinación ferviente a los Santos Lugares y que se hayan distinguido por su amor y ayuda a Tierra Santa. Ambas condiciones se habían dado en el P. Severino Calderón, Ministro Provincial de la Provincia Franciscana de Granada, de nuestra Señora de Regla. El P. Severino, acompañado por el P. Jesús Berrueta y el P. Julián Bartolomé, Vicario y Secretario respectivamente de la Provincia, han participado en piadosa peregrinación bebiendo en las fuentes de nuestra Salvación y siguiendo a Cristo que “por aquí pasó”. El P. Provincial había venido también a visitar a los 16 hermanos de la Provincia que prestan su servicio en la Misión de la Custodia, siendo, con mucha diferencia, la Provincia de la Orden Franciscana que más misioneros tiene al servicio de Tierra Santa. Es ésta una de las glorias más grandes de la Provincia Franciscana de Granada.

En 1882, sobre los restos del antiguo monasterio agustino de Nuestra Señora de Regla, el P. José M. Lerchundi fundó el Colegio de Misiones de Chipiona, que fue una prolongación del Colegio de Santiago de Compostela. Del Colegio de Chipiona han salido 269 misioneros: 101 para Tierra Santa; 126 para Marruecos, 3 para Ruanda y Centroáfrica, 37 para América y 2 para China. La labor de los franciscanos de Chipiona se ha extendido a todos los campos de la Misión de la Custodia. En estos años encontramos franciscanos de Chipiona-Granada en los puestos más importantes de la actividad de la Custodia: Vicarios Custodiales, Procuradores o Ecónomos Custodiales, Discretos de Tierra Santa, Maestros del Seminario, Superiores, Párrocos, Directo¬res de Colegios, guías de peregrinos, especialistas en árabe, hebreo o griego, sacristanes, etc. Tres de estos misioneros (P. José Azurmendi, P. Luis Echevarría y P. Francisco Carlés) murieron mártires en España en el 1936 y han sido beatificados el 28 de octubre. En resumen, los franciscanos de Chipiona han contri¬buido, y contribuyen también hoy, de un modo determinante en la acción misionera de la Custodia de Tierra Santa. Por desgracia la escasez de vocaciones en España, y especialmente en la Provincia de Granada, nos hacen mirar el futuro con aprensión.

La cruz que el P. Pierbattista Pizzaballa, Custodio de Tierra Santa – acompañado por el P. Artemio Vítores, Vicario de la Custodia y miembro de la Provincia de Granada, juntamente con otros hermanos de la misma Provincia -, ha impuesto al P. Severino es un signo de agradecimiento de la Custodia a la generosidad de la Provincia de Granada con la Tierra del Señor y un petición para que la acción misionera que impulsó el P. Lerchundi pueda ser, como ha sido hasta ahora, uno de los pilares del servicio de la Custodia a los peregrinos de todo el mundo, que vienen a Tierra Santa a beber en las fuentes de la Redención, y a los cristianos que viven en el País de Jesús y que constituyen la Iglesia Madre de todas las Iglesias.

Fr. Artemio Vítores, ofm


LECTURA DEL EVANGELIO:

Juan 1, 35-42

Al día siguiente, Juan se encontraba de nuevo en Betania, al otro lado del Jordán, con dos de sus discípulos. Fijándose en Jesús que pasaba, les dijo:
-He ahí el Cordero de Dios.
Los dos discípulos le oyeron hablar así y siguieron a Jesús que, al ver que le seguían, se volvió y dijo:

- ¿Qué buscáis?- Ellos le respondieron:
- Rabbí -(que quiere decir, "Maestro"),- ¿dónde vives?»

Les respondió: «Venid y lo veréis.» Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día. Era más o menos la hora décima.
Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a Juan y habían seguido a Jesús, se encontró con su hermano Simón y le dijo:

-Hemos encontrado al Mesías (que quiere decir, Cristo).

Y le llevó donde Jesús. Jesús, fijando su mirada en él, le dijo:

-Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que quiere decir, "Piedra").