Oración Comunitaria 9/11/2007

ESCUELA DE ORACION:

En todas partes, en el mundo, quizás como nunca hasta ahora, los cristianos están atentos a asumir responsabilidades, con frecuencia muy concretas, para hacer que la tierra sea más habitable. ¡Y qué asombro al descubrir todo lo que resulta posible con un amor que procede de las fuentes de la fe!


NOTICIA:

Un estudio de la Universidad alerta del control psicológico de los trabajadores. El informe analiza «cómo las empresas sustituyen la cualificación que antes demandaban de sus empleados por la capacidad de plegarse a sus objetivos»

Varios aspirantes a ocupar el mismo puesto de responsabilidad en una empresa se enfrentan al proceso de selección encerrados en una sala sin luz natural. La multinacional ha infiltrado entre ellos un psicólogo que los someterá a distintas pruebas con las que pretende deducir cuál posee el perfil que mejor encaja con los requisitos de la compañía, un juego entre el «ser» y el «deber ser» que persigue sacar a la superficie su verdadera personalidad. Y así, poco a poco, en una suerte de selección natural, caen los candidatos más «débiles», los que demuestran menos capacidad de adaptación, de plegarse a las exigencias.

El argumento de «El método Grönholm» es una metáfora teatral y cinematográfica del panorama laboral de la llamada «economía globalizada». Pero esta ficción ha empezado a convertirse en realidad en algunas empresas.

En el informe, titulado «Competencias para la flexibilidad: la gestión emocional de las organizaciones», los profesores Domingo Caballero y Antonio Blanco analizan un nuevo fenómeno: cómo algunas compañías, cada vez más, «tratan de desarrollar en los trabajadores comportamientos causalmente relacionados con un desempeño laboral eficiente».

«Las empresas antes pedían cualificación a sus trabajadores, una determinada titulación o una preparación específica, certificados, papeles, requisitos públicos. Ahora, lo que piden son competencias emocionales, modos de ser, disposiciones que son individuales y sólo se detectan a través de métodos psicológicos». «Ya no se trata tanto», explica el profesor de Psicología, «de saber qué conocimientos tienes, porque la mayor parte la adquirirás una vez que entres en la empresa, sino de saber cómo es tu alma, tu yo profundo, de que seas empático y simpático e interiorices los objetivos de la compañía».

De esa manera, «se formaliza un contrato psicológico en el que cada trabajador no es contratado por sus méritos objetivos, sino por el grado en que es capaz de plegarse a los intereses empresariales; se intenta programar conciencias, construir personalidades, y, como parte de la estrategia, ningún trabajador gana lo mismo que otro». Conclusión: «Los empleados están fuertemente psicologizados e individualizados», no cohesionados.

Este proceso «tiene mucho que ver con la denominada inteligencia emocional» y se enmarca en «la ola de psicología que nos invade y que intenta analizar desde cómo eres en el trabajo hasta cómo eres en la cama».

Aunque quizás uno de los razonamientos más concluyentes del artículo es que esta sustitución de la tecnología por la psicología, de que «el conocimiento pase a un segundo plano en la profesionalización» de las personas, «acaba afectando a las propias biografías de los empleados». El resultado es «una mercantilización de psiquismo humano, una cosificación del sujeto, sometido a la ansiedad del espíritu del capitalismo por evitar su cuestionamiento», lo que deriva en «desamparo», «sentimiento de vacío», «anomia», «sensación de orfandad». «La propia psicología nos convierte en enfermos y acudir a ella es la única forma de sanarnos. Es un círculo vicioso inevitable: la misma empresa que nos cosifica tiene que salvaguardar la salud física de los trabajadores para garantizar sus beneficios».


SALMO:

Sálvanos Señor, Dios nuestro; reúnenos de entre las naciones; daremos gracias a tu santo nombre.
Sal 106,43-48 (La condescendencia del Señor hacía su pueblo).

El Señor los libró muchas veces,
pero ellos se obstinaron en su actitud,
y se hundieron más y más en su maldad.
Sin embargo, él miró su aflicción
y escuchó sus lamentos.
Se acordó de su alianza en favor de ellos
y se arrepintió por su gran misericordia;
hizo que les tuvieran compasión
los que los habían llevado cautivos.
Sálvanos, Señor y Dios nuestro;
congréganos de entre las naciones,
para que podamos dar gracias a tu santo Nombre
y gloriarnos de haberte alabado.
¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
desde ahora y para siempre!
Y todo el pueblo diga:
¡Amén! ¡Aleluya!

LECTURA DEL EVANGELIO:

Si siete veces en un día vuelve a decirte:”Lo siento”, lo perdonarás.

1 Dijo a sus discípulos: «Es imposible que no vengan escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen!
2 Más le vale que le pongan al cuello una piedra de molino y sea arrojado al mar, que escandalizar a uno de estos pequeños.
3 Cuidaos de vosotros mismos. «Si tu hermano peca, repréndele; y si se arrepiente, perdónale.
4 Y si peca contra ti siete veces al día, y siete veces se vuelve a ti, diciendo: "Me arrepiento", le perdonarás.»
5 Dijeron los apóstoles al Señor; «Auméntanos la fe.»
6 El Señor dijo: «Si tuvierais fe como un grano de mostaza, habríais dicho a este sicómoro: "Arráncate y plántate en el mar", y os habría obedecido.»

Lucas 17, 1 - 6.