Oración Comunitaria 22 marzo 2007

Escuela de oración:
No te pido que te conviertas hoy, ni que pongas fecha a la conversión. Prefiero sugerirte que abras la ventana al inicio del día o al final de la tarde, para dejar que entre aire renovado en esa habitación secreta que visitas tan poco: tu propio corazón.
No me cuentes rancias historias: "Yo soy así"; "Yo siempre he hecho…"; "yo ya no puedo cambiar". Son frases hechas. Prefiero decir que "todo es posible" para el que se acerca al brocal de su propio pozo. Estoy cansado de escuchar: "¿quién me iba a decir a mí que yo acabaría haciendo, defendiendo, confesando, animando, metido en estos líos eclesiales…?
Un día, a lo mejor hoy, o mañana, resulta que pasa Jesús de Nazaret por el puesto de trabajo donde ganas el pan y sudas la gota gorda, y te dice: "Quiero habitar en tu casa y cenar allí…". Lo escuchas. Después te puede pasar de todo. Tanto, que los demás digamos: "¡Pero qué cambio ha pegado fulanito…! ¿Está desconocido!.
Eso: ¡Quién me iba a decir a mí…!
SALMO (Is, 44, 1 )
Y ahora escucha, Jacob, mi servidor,
Israel, a quien yo elegí.

Así habla el Señor, el que te hizo,
el que te formó desde el seno materno y te ayuda.
No temas, Jacob, mi servidor, a quien yo elegí.

Porque derramaré agua sobre el suelo sediento
y torrentes sobre la tierra seca;
derramaré mi espíritu sobre tu descendencia
y mi bendición sobre tus vástagos.

Ellos brotarán como la hierba entre las aguas,
como sauces al borde de los arroyos.

Uno dirá: "Yo pertenezco al Señor"
y otro llevará el nombre de Jacob;
otro escribirá sobre su mano: "Del Señor",
y será designado con el nombre de Israel.


NOTICIA: SOLIDARIDAD EN VENA (Granada Hoy, 14-03-2007)

POCOS proyectos en Granada tienen tan buena pinta como la Plataforma Solidaridad en Marcha, que reúne a más de treinta colectivos, colegios, asociaciones, ONG y grupos misioneros. La idea surgió en 1994, en el colegio Maristas de Granada, con el fin de ayudar a paliar el hambre en el Tercer Mundo. En 1995 ya se organizó una marcha por las calles de Granada para recaudar fondos y dar a conocer la idea. Esa marcha se ha venido convocando cada año, con mayor afluencia cada vez, y dentro de unos días, el 25 de marzo, se celebra nuevamente, con agrupaciones de todas las calañas, pero tremendamente unidas en una sola dirección: la solidaridad con los más desfavorecidos del planeta. Entre los participantes de esta decimotercera edición se encuentran los grupos de San Francisco, la ONG Delwende, de las Hermanas de la Consolación, los colegios Regina Mundi, Presentación y Asunción, las Hijas de Jesús, Cáritas, el CICODE de la Universidad de Granada, los Padres Redentoristas, Salesianos, etcétera. Aunque, desde 1997, la marcha se considera aconfesional, lo cierto y evidente es que la mayoría de los grupos participantes pertenecen a la Iglesia Católica, la cual, hoy en día continúa siendo una de las pocas instituciones que no hace estas cosas para ponerse una medalla o ganar votos, sino para complicarse la vida obedeciendo el mandato de Jesucristo por el que debemos amar al prójimo como a nosotros mismos y como Él nos ha amado. Después de veinte siglos parece un mandamiento todavía nuevo (así lo denominó Jesucristo cuando lo sugirió a los apóstoles), porque muy poca gente lo ha puesto realmente en práctica, sobre todo cuando se trata de olvidarse de la comodidad burguesa de nuestra vida instalada y meterse en camisas de once varas. Pero el trabajo de esta colectividad no tiene mucho que ver con la parafernalia y el ruido callejero. Lo verdaderamente importante es la labor callada, continua, diaria, que sirve para armar los proyectos que se van poner cada año en marcha. En esta ocasión, de entre todas las iniciativas propuestas, cuatro han sido elegidas para concentrar los esfuerzos de la marcha: la equipación de un centro social en Brasil, un taller de costura para la mujer mozambiqueña, el mantenimiento de una escuela en Burkina Faso y la promoción de estudios superiores para jóvenes de la Amazonía peruana. Esto es solo un botón de muestra de los cientos de ideas que cobran existencia por el esfuerzo de muchas personas solidarias, en nuestra ciudad. Que se sepa y se valore.

EVANGELIO (Juan 5, 17-30)

En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: - «Mi Padre sigue actuando, y yo también actúo.» Por eso los judíos tenían más ganas de matarlo: porque no sólo abolía el sábado, sino también llamaba a Dios Padre suyo, haciéndose igual a Dios. Jesús tomó la palabra y les dijo: - «Os lo aseguro: El Hijo no puede hacer por su cuenta nada que no vea hacer al Padre. Lo que hace éste, eso mismo hace también el Hijo, pues el Padre ama al Hijo y le muestra todo lo que él hace, y le mostrará obras mayores que ésta, para vuestro asombro. Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie, sino que ha confiado al Hijo el juicio de todos. Os lo aseguro: Quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no se le llamará a juicio, porque ha pasado ya de la muerte a la vida

Oración final:

Dios está haciendo grandes maravillas. Para ver que Dios está activo tendrías que comenzar callando mucho y mirando sobre todo las cosas pequeñas, los gestos pequeños, las sonrisas sin carcajada, las caricias regaladas,… Dios está actuando, no sólo fuera de ti, también dentro de ti, removiendo la dureza de tu corazón y haciendo de tu corazón un corazón de carne, sensible, capaz de salir de sí mismo y encaminarse en ayuda de los más cercanos…
¿No se te ha puesto la carne de gallina o lágrimas en los ojos al ver gestos de amor y solidaridad que parecían imposibles en estos tiempos de egoísmo? ¿Y dices que Dios está de brazos cruzados? ¿En qué Dios crees tú?