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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 25/01/2007 / Semana de Oración por la unidad de los




INTRODUCCIÓN
:


El interés por la unidad de los cristianos no puede decaer mientras los seguidores de Jesús no seamos todos uno, según su deseo, para que el mundo crea. Se dan pasos, se camina, sí, pero muy despacio. El diálogo ecuménico –pues de eso se trata, de un intercambio en nivel de igualdad, de ideas, dones, experiencias que permitan avanzar en la unidad- tiene sus propios procesos en niveles institucionales que sólo los expertos dominan. Las cuestiones teológicas requieren un elevado grado de conocimientos para abordar temas delicados propios de especialistas. Ese es su campo. Pero hay otros niveles vitales para los que no se necesitan grandes estudios, sino actitud de acogida, colaboración y conversión conjunta, y a eso estamos llamados todos. La experiencia dice que el compromiso social compartido, así como la oración en común, allanan los caminos y crean espacios de encuentro entre los seguidores de Jesucristo.


Para los fieles de a pie, el camino ecuménico es cuestión de futuro más que de pasado. Interesa vivir en el presente, lo más a fondo posible, el Evangelio de Jesús, en cuyo núcleo nos encontramos necesariamente todos los cristianos. Ese cambio de mentalidad y el deseo de conversión de todas las confesiones cristianas, se orientan hacia un punto de encuentro en el futuro. Se ponen así las bases para quienes, desde el campo teológico, consideran necesario un camino ya recorrido para poder progresar. En una sociedad que avanza hacia la indiferencia, todos los cristianos tenemos un mensaje común que ofrecer. Y cuando se hace necesario el diálogo interreligioso y con distintas culturas para una convivencia en paz, los cristianos descubrimos que es más lo que nos une que lo que nos separa. Que somos, en el fondo, todos uno.


LECTURA DEL AT:


En aquellos días, la mano del Señor se posó sobre mí, y con su Espíritu el Señor me sacó y me colocó en medio de un valle todo lleno de huesos. Me hizo dar vueltas en torno a ellos: eran innumerables sobre la superficie del valle y estaban completamente secos. Me preguntó: “Hombre mortal, ¿podrán revivir estos huesos?”. Yo respondí: “Señor, tú lo sabes”. El me dijo: “Pronuncia un oráculo sobre estos huesos y diles: ¡Huesos secos, escuchad la Palabra del Señor! Así dice el Señor a estos huesos: Yo mismo traeré sobre vosotros espíritu y viviréis. Y sabréis que yo soy el señor”.
Y profeticé como me había ordenado, y a la voz de mi oráculo, hubo un estrépito, y los huesos se juntaron hueso con hueso. Me fijé en ellos: tenían encima tendones, la carne había crecido y la piel los recubría; pero no tenían espíritu. Entonces me dijo: “Conjura al espíritu, conjura, hombre mortal, y di al espíritu: Así dice el Señor: De los cuatro vientos ven, espíritu y sopla sobre estos muertos para que vivan”. Yo profeticé como me había ordenado; vino sobre ellos el espíritu y revivieron y se pusieron en pie. Era una multitud innumerable.
Y me dijo: “Hombre mortal, estos huesos son la entera casa de Israel, que dice: nuestros huesos están secos, nuestra esperanza ha perecido, estamos destrozados. por eso profetiza y diles: así dice el Señor: Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y os haré salir de vuestros sepulcros, pueblo mío, y os traeré a la tierra de Israel. Y cuando abra vuestros sepulcros y os saque de vuestros sepulcros, pueblo mío, sabréis que soy el Señor. Os infundiré mi espíritu y viviréis; os colocaré en vuestra tierra y sabréis que yo, el Señor, lo digo y lo hago”. Oráculo del Señor

Ezequiel 37, 1-14

SILENCIO

CANTO:


Ven Espíritu de Dios, haz nuevo el corazón, de nuestra imagen y de nuestro yo libéranos Señor con la fuerza de tu amor; libéranos Señor, desde tu propio corazón

NOTICIA
:


Semana de oración por la Unidad de los Cristianos


Concluimos hoy, fiesta litúrgica de la Conversión de San Pablo, la «Semana de oración por la Unidad de los Cristianos» que, como es sabido, se celebra cada año, en nuestro hemisferio, entre el 18 y el 25 de enero. Para 2007 el tema es una expresión extraída del Evangelio de Marcos, y refiere la maravilla de la gente por la curación del sordomudo obrada por Jesús: «¡Hace oír a los sordos y hablar a los mudos!» (Mc 7,37).


Nos encontramos con hermanos de iglesias hermanas para orar, ya que la unidad se hace sobre todo orando, y cuánto más coral es la oración, más agradable es al Señor.


Este año, el proyecto inicial para la «Semana», adaptado después por el Comité Mixto Internacional, ha sido preparado por los fieles de Umlazi, en Sudáfrica, ciudad muy pobre, donde el Sida ha adquirido proporciones de pandemia y donde las esperanzas humanas son muy pocas. Pero Cristo resucitado es esperanza para todos. Lo es especialmente para los cristianos. Herederos de divisiones ocurridas en épocas pasadas, en esta circunstancia ellos han querido lanzar un llamamiento: Cristo lo puede todo, Él «hace oír a los sordos y hablar a los mudos» (Mc 7,37), o sea, es capaz de infundir en los cristianos el deseo ardiente de escuchar al otro, de comunicarse con el otro y de hablar junto a él el lenguaje del amor recíproco.


La Semana de oración por la Unidad de los Cristianos nos recuerda así que el ecumenismo es una experiencia dialógica profunda, un escucharse y hablarse, un conocerse mejor; es una tarea que todos pueden realizar, especialmente en lo relativo al ecumenismo espiritual, basado en la oración y en compartir lo que es posible por ahora entre los cristianos. Es necesario que el anhelo por la unidad, traducido en oración y fraterna colaboración para aliviar los sufrimientos del hombre, se difunda cada vez más a nivel de las distintas iglesias. Debemos orar y sobre todo, dar gracias a Dios por cuantos, en todas partes del mundo, con convicción y constancia, oran y trabajan por la unidad.

CANTO:


Padre, únenos, Padre, únenos, que el mundo crea que enviaste al Hijo, Padre únenos.

LECTURA DEL NT:

Hermanos: ¿quién podrá separarnos del amor de Cristo?: ¿la tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿los peligros?, ¿la espada? Pero en todo esto vencemos fácilmente por Aquel que nos ha amado. Pues estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro

Romanos 8, 35 37-39


CANTO
:


Nada nos separará del amor de Dios


PETICIONES Y ACCIÓN DE GRACIAS (espontáneas)


PADRE NUESTRO (cogidos de las manos)


ORACIÓN DE SAN FRANCISCO POR LA PAZ:


Señor, haz de mí un instrumento de tu paz:
donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yo perdón;
donde haya discordia, ponga unión,
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas ponga luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Oh, maestro, que no me empeñe tanto:
en ser consolado, como en consolar;
en ser comprendido, como en comprender;
en ser amado, como en amar.
Porque dando, se recibe;
olvidando, se encuentra;
perdonando, se es perdonado;
muriendo, se resucita a la Vida eterna





BENDICIÓN DE SAN FRANCISCO


CANTO DE SALIDA:


Llevad la buena noticia a todo ser que respira
y decidles que la paz está dentro de sus vidas
y que ellos paz serán si desparraman amor
a cuantos hombres encuentren por esos caminos de Dios