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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 23/11/2006

ESCUELA DE ORACIÓN:


Ya desde los primeros tiempos de su vocación, Francisco se retiraba en el silencio para hablar con Dios y meditar en la palabra escuchada. Francisco se afanaba por ocultar a Cristo en su interior, se sentía atraído por una misteriosa dulzura que invadía su corazón y así, conociendo la voluntad de Dios a través de la meditación, se volvía fuerte en el Señor. Meditaba la obra de la salvación realizada por Dios en su propia vida, con una preferencia por los misterios de la Encarnación y de la Cruz.

En esta costumbre de retirarse para la meditacióny la oración, Francisco encontraba un gran sostén para su vida de oración y devoción. Al vivir en una íntima cercanía con Dios mismo, Francisco experimentaba una transfiguración de su vida en el amor hacia los más necesitados, en la posibilidad de aconsejar y exhortar a sus mismos hermanos a hacer una vida de penitencia evangélica. A esta experiencia alude la Admonición XXVII: “Donde hay quietud y meditación, no hay preocupación ni disipación”, que muestra la fuerza de la meditación como una de las formas de oración personal y como un medio de sostén para la vida de fe.

En esta costumbre de retirarse para la meditacióny la oración, Francisco encontraba un gran sostén para su vida de oración y devoción. Al vivir en una íntima cercanía con Dios mismo, Francisco experimentaba una transfiguración de su vida en el amor hacia los más necesitados, en la posibilidad de aconsejar y exhortar a sus mismos hermanos a hacer una vida de penitencia evangélica. A esta experiencia alude la Admonición XXVII: “, que muestra la fuerza de la meditación como una de las formas de oración personal y como un medio de sostén para la vida de fe.

SALMO:

SALMO 95

Cantad al Señor, toda la tierra;
2cantad al Señor, bendecid su nombre,
proclamad día tras día su victoria.
3Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones;
4porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
5Pues los dioses de los gentiles son apariencia,
mientras que el Señor ha hecho el cielo;
6honor y majestad lo preceden,
fuerza y esplendor están en su templo.
7Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
8aclamad la gloria del nombre del Señor,
entrad en sus atrios trayéndole ofrendas.
9Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra toda;
10decid a los pueblos: «El Señor es rey,
él afianzó el orbe, y no se moverá;
él gobierna a los pueblos rectamente».
11Alégrese el cielo, goce la tierra,
retumbe el mar y cuanto lo llena;
12vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,
aclamen los árboles del bosque,
13delante del Señor, que ya llega,
ya llega a regir la tierra:
14regirá el orbe con justicia
y los pueblos con fidelidad.


NOTICIA:


Biografia delBeato Ceferino Giménez Malla


Beato Ceferino Giménez Malla, «El Pelé» (1861-1936)

Gitano, el primer beatificado de su raza, conocido familiarmente como «el Pelé», seglar, de la Tercera Orden Franciscana. Tratante de caballerías, hombre cabal y honrado, era muy devoto de la Virgen y de la Eucaristía, generoso con los más necesitados y preocupado por la catequesis de los niños. Le llevaron al martirio en 1936 la defensa de un sacerdote y el empeño en seguir rezando el rosario.

Datos biográficos del Beato Ceferino
(De L´Osservatore Romano, ed. esp., 2-V-97)
Hijo de padres gitanos españoles, Ceferino Giménez Malla, conocido familiarmente como «el Pelé», nació en Fraga (provincia de Huesca), probablemente el 26 de agosto de 1861, fiesta de san Ceferino Papa, de quien tomó el nombre, y fue bautizado ese mismo día.
Como su familia, Ceferino también fue un gitano que vivió siempre como tal, profesando la ley gitana tanto en su formación como en el desarrollo de su vida.
De niño recorrió los caminos montañosos de la región, dedicado a la venta ambulante de los cestos que fabricaba con sus manos. Todavía joven, se casó, al estilo gitano, con Teresa Giménez Castro, una gitana de Lérida de fuerte personalidad, y se estableció en Barbastro. En 1912 regularizó la unión con «su Teresa» celebrando el matrimonio según el rito católico. Comenzó desde entonces a frecuentar la iglesia hasta convertirse en un cristiano modelo. No tuvo hijos, pero adoptó de hecho a una sobrina de su esposa, llamada Pepita, cuyos hijos viven todavía en 1997.
El Pelé dedicó los mejores años de su vida a la profesión de tratante experto en la compraventa de caballerías por las ferias de la región. Llegó a tener una buena posición social y económica, que estuvo siempre a la disposición de los más necesitados.
Acusado injustamente de robo y encarcelado, fue declarado inocente. El abogado que lo defendía dijo: «El Pelé no es un ladrón, es san Ceferino, patrón de los gitanos».
Sumamente honrado, jamás en los tratos engañó a nadie. Por su reconocida prudencia y sabiduría, lo solicitaban payos y gitanos para solucionar los conflictos que a veces surgían entro ellos. Piadoso y caritativo, socorría a todos con sus limosnas. Fue un ejemplo de religiosidad: misa diaria, comunión frecuente, rezo cotidiano del santo rosario. Aunque no supo nunca ni leer ni escribir, era amigo de personas cultas y fue admitido como miembro en diversas asociaciones religiosas: Jueves eucarísticos, Adoración nocturna, Conferencias de San Vicente de Paúl y Tercera Orden Franciscana. Le gustaba dedicarse a la catequesis de los niños, a quienes contaba pasajes de la Biblia y les enseñaba las oraciones y el respeto a la naturaleza.
Al inicio de la guerra civil española, en los últimos días de julio de 1936, fue detenido por salir en defensa de un sacerdote que arrastraban por las calles de Barbastro para llevarlo a la cárcel, y por llevar un rosario en el bolsillo. Le ofrecieron la libertad si dejaba de rezar el rosario. Prefirió permanecer en la prisión y afrontar el martirio. En la madrugada del 8 de agosto de 1936, lo fusilaron junto a las tapias del cementerio de Barbastro. Murió con el rosario en la mano, mientras gritaba su fe: «Viva Cristo Rey». Juan Pablo II lo beatificó el 4 de mayo de 1997, y estableció que su fiesta se celebre el 4 de mayo.

*Esta oracion fue celebrada junto a la Pastoral Gitana, que aporto la biografia de Ceferino Gimenez, pero no disponemos de ella.

LECTURA DEL EVANGELIO:


Llegaron a Cafarnaún y, una vez que estuvieron en la casa, les preguntó: "¿De qué hablaban en el camino?"
Ellos callaban, porque habían estado discutiendo sobre quién era el más grande.
Entonces, sentándose, llamó a los Doce y les dijo: "El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos".
Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos y, abrazándolo, les dijo: "El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe, no es a mí al que recibe, sino a aquel que me ha enviado".


Mc 9, 33-37