Oración Comunitaria por la Unidad de los Cristianos 2006
2.-CANTO: Todos vamos en el mismo barco,todos somos del mismo barro (*).
Lo gozoso y lo triste del mundo
llega a todos más tarde o temprano;
haz que todos nos sintamos uno,
que sintamos que somos hermanos
3.-PETICIÓN DE PERDÓN
Monitor: hay muchas maneras de ser infieles por no vivir el bautismo y faltar a nuestro compromiso y a nuestra obediencia a Dios; ahora le ofrecemos nuestra oración de arrepentimiento:
§ Dios vivo, confesamos nuestra incapacidad de vivir como hermanos, como hijos tuyos. Dios amoroso, confesamos que no te hemos amado como tú nos has amado. Kyrie eleison (cantado).
§ Dios misericordioso, confesamos tener dudas de tu palabra y fallar en la obediencia de tu enseñanza. Dios clemente, confesamos nuestro deseo de poseerte y de encerrarte en nuestras doctrinas y teologías. Kyrie eleison.
§ Dios todobondadoso, confesamos fallar en reconocerte como Señor de toda la tierra. Perdónanos y sálvanos, porque no hemos permitido que tu presencia brille en medio de nosotros. Kyrie eleison.
§ Hermanas y hermanos en Cristo, confesamos no haber comprendido vuestro modo de vida, confesamos nuestro frívolo orgullo y nuestro egocentrismo. Kyrie eleison.
§ Hermanas y hermanos en Cristo, confesamos no habernos vuelto hacia los que estaban en la necesidad, confesamos no haber visto a Cristo resucitado en el extranjero que está en medio de nosotros.
§ Kyrie eleison. Hermanas y hermanos en Cristo, confesamos desear una vida fácil, una vida cómoda, una vida que no nos exige nada. Perdonad nuestra incapacidad de mostrar el amor de Cristo. Kyrie eleison
4.-SALMO 133 (132): (Qué felicidad encontrarse entre hermanos)
5.-SILENCIO
6.-CANTO Padre, únenos (*)
que el mundo crea que enviaste al Hijo
Padre, únenos
7.-TEXTO SEMANA DE LA UNIDAD
Lo que nos une es mucho más fuerte que lo que nos separa: éste es el gran hallazgo que está en el origen del movimiento ecuménico. El elemento más importante de nuestra unidad está en la presencia de Cristo resucitado, que prometió a sus discípulos que estaría con ellos hasta el fin de los tiempos.
Al enviarlos a hacer nuevos discípulos en todas las naciones, era consciente de las dificultades de todo tipo que deberían afrontar y no quiso dejarlos huérfanos en su misión. Les prometió que él estaría con ellos. Él es el Emmanuel, el “Dios con nosotros”. Los Evangelios nos hablan de diversos modos en los que Jesús resucitado está presente entre nosotros: cuando su Palabra es proclamada y vivida, y cuando el pan y el vino eucarísticos son ofrecidos es su memoria; está igualmente presente en el niño pequeño, en el hambriento, en el encarcelado, en el despreciado; está presente en nuestro prójimo; está presente en los que prosiguen su misión por el mundo. En este contexto se expresa la promesa de Jesús, que sirve de lema para la Semana de oración por la unidad de este año: “Donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos (Mt 18, 20).
Durante esta semana y en nuestra oración durante todo el año, estamos invitados a tomar conciencia profundamente de que la unidad es una gracia y de que debemos invocar sin cesar este don. Es importante reunirnos de forma ecuménica en el nombre de Jesús ya que Él prometió a sus discípulos: “si dos de vosotros, estéis donde estéis, os ponéis de acuerdo para pedir algo en oración, mi Padre celestial os lo concederá (Mt 18, 19). Lo que verdaderamente cuenta no es una
pluralidad de voces sino el hecho de que esas voces estén unidas en la oración. Por la presencia de su Espíritu Santo, el Señor resucitado desea estar con nosotros en todo tiempo y lugar, compartiendo nuestras preocupaciones, dándonos consejos, caminando a nuestro lado, visitando nuestras casas y lugares de trabajo, reavivando nuestra alegría por su presencia que nos conduce directamente al corazón del Padre. Quiere que sintamos la proximidad de Dios, su fuerza y su amor: “Mi mandamiento es éste: amaos los unos a los otros como yo os he amado” (Jn 15, 12). “Vuestro amor mutuo será el distintivo por el que todo el mundo os reconocerá como discípulos míos”.
La presencia de Jesús allí donde dos o tres se reúnen en su nombre está estrechamente vinculada al amor que estos dos
o tres tienen los unos para los otros.
8.- SILENCIO
9.-CANTO: Hazme, Señor, pequeño y hermano,
de todos el último.
Ante tu grandeza he de ser pequeño
10.-EVANGELIO Jn 13, 1-15 (También vosotros debéis lavaros los pies unos a otros)
11.-SILENCIO
12.-HOMILIA
13.-ORACIÓN DE LOS FIELES: peticiones y acción de gracias
14.-PADRE NUESTRO (unidos de las manos)
Que cada uno de nosotros comprenda las palabras de Jesús para que retornemos del camino desviado y sigamos el camino de la reconciliación, de la amistad, del amor y de la unidad querida por el Salvador. En armonía y paz, cogidos de las manos como signo de unidad, decimos la oración que enseñó a sus discípulos:
15.- ORACIÓN DE SAN FRANCISCO POR LA PAZ:
Recitamos todos juntos la oración de San Francisco por la Paz
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz:
donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yo perdón;
donde haya discordia, ponga unión,
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas ponga luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Oh, maestro, que no me empeñe tanto:
en ser consolado, como en consolar;
en ser comprendido, como en comprender;
en ser amado, como en amar.
Porque dando, se recibe;
olvidando, se encuentra;
perdonando, se es perdonado;
muriendo, se resucita a la Vida eterna
15.-CANTO DE SALIDA:
Llevad la buena noticia a todo ser que respira
y decidles que la paz está dentro de sus vidas
y que ellos paz serán si desparraman amor
a cuantos hombres encuentren por esos caminos de Dios