Oración Comunitaria 26/12/2019
ORACIÓN 26 DICIEMBRE 2019
ENTRADA
El niño Dios ha nacido, se ha hecho como nosotros. En la sencillez del día a día, el Señor se
pasea por nuestras vidas. Se hace Dios-con-nosotros.
Hoy, en este tiempo de Navidad, nos invitamos a recoger, desde el fondo de nuestra
memoria y de nuestro corazón los momentos, vivencias y encuentros, a veces tan fugitivos
que, sin que sepamos bien cómo ni por qué, dejan un sabor de eternidad.
Miremos a Jesús cómo se mira a un niño, con ternura, y ensanchando nuestro corazón,
disfrutemos de su presencia tierna y constante.
Con Francisco, comenzamos diciendo: Oh alto y glorioso Dios…
Salmo 30
Sé la roca de mi refugio,
un baluarte donde me salve,
tú que eres mi roca y mi baluarte;
por tu nombre dirigeme y guíame.
A tus manos encomiendo mi espíritu:
tú, el Dios leal, me librarás.
Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría.
Te has fijado en mi aflicción.
Líbrame de los enemigos que me persiguen;
haz brillar tu rostro sobre tu siervo,
sálvame por tu misericordia.
NOTICIA. Inmigrantes abrigan a los sin techo en Jerez (El País)
Ilyas El Masdouri sabe lo que es sentir frío. El frío que sufrió cuando era un menor marroquí
que, en el puerto de Ceuta, intentaba llegar a la Península oculto en los bajos de un camión
cuyas ruedas “podían aplastarte la cabeza”. El frío que le caló hasta los huesos cuando
dormía asustado entre cartones en las calles de Barcelona. El mismo que, en una húmeda
noche de diciembre, no da descanso a quienes intentan dormir recostados en un portal o un
cajero de Jerez de la Frontera. “Yo estaba así, en el suelo, y ahora soy yo el que ayuda”,
dice el joven, de 19 años, mientras tira de un carro repleto de mantas y abrigos listos para
ser repartidos.
Apenas hace unos días que este joven está acogido temporalmente en casa de una mujer
jerezana, pero el tetuaní ya es uno de los inmigrantes que, desde el pasado mes de
noviembre, decidieron lanzarse a la calle a repartir ayuda a personas sin hogar que tienen
aún menos recursos que ellos. Todos forman parte de la Red de Apoyo a Inmigrantes de
Jerez Dimbali, un colectivo de unas 30 personas que empezó a actuar en el verano de 2018
ante el colapso migratorio que vivía la provincia. En este periodo, a la entidad incluso le ha
dado tiempo a crear un equipo de fútbol sala, integrado por jóvenes de origen africano.
Abdullah Abass es otro de esos chicos que aprovecha las noches tras los entrenamientos de
fútbol para ir a repartir mantas a personas sin techo. Ahora es un joven curioso y sonriente
de apenas 18 años, pero hace justo un año era uno de los menores somalíes rescatados por
el Open Arms en aguas cercanas a Libia y que acabó desembarcando un 28 de diciembre
en el puerto de San Roque. A su lado, Bubaca Biaro —un guineano de 29 años - resume
qué les hace empujar ese carro por las calles de Jerez: “Necesitamos ayuda, pero también
nos gusta ayudar. Tengo salud y no tengo más, pero no me gusta ver a la gente en la calle”.
Es justo la filosofía que el activista Iván Caro ha querido imprimir a Dimbali desde su
fundación y lo que ahora les mueve a salir por las noches en su iniciativa, denominada “El
frío duele, la indiferencia mata”. “Esto es un apoyo mutuo. Un día estoy mal yo, otro tú
necesitas ayuda”, Aproximadamente una vez por semana, salen, pasadas las nueve de la
noche, para repartir ropa de abrigo hasta el filo de la madrugada.
EVANGELIO. Lucas 2, 1-7
Por aquel tiempo, el emperador Augusto ordenó que se hiciera un censo de todo el mundo.
Este primer censo fue hecho siendo Quirinio gobernador de Siria.Todos tenían que ir a
inscribirse a su propia ciudad.
Por esto salió José del pueblo de Nazaret, de la región de Galilea, y se fue a Belén, en
Judea, donde había nacido el rey David, porque José era descendiente de David. Fue allá a
inscribirse, junto con María, su esposa, que se encontraba encinta. Y sucedió mientras
estaban en Belén, que a María le llegó el tiempo de dar a luz. Allí nació su hijo primogénito,
y lo envolvió en pañales y lo acostó en el pesebre, porque no había alojamiento para ellos
en la posada.
SALIDA
La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con
Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío
interior, del aislamiento.
Como dice Benedicto XVI: no se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran
idea, si no por encuentro con un acontencimiento, con una Persona que da un nuevo
horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva.
Jesús, no te canses de venir a nuestro encuentro y de transformar nuestra existencia, te
necesitamos.
Con Francisco, terminamos diciendo: Te adoramos, Señor Jesucristo…