Oración Comunitaria 17/10/2019
ORACIÓN DOMUND 17-10-2019
ENTRADA:
Nos acercamos al Domund del Mes Misionero Extraordinario convocado por el papa Francisco; un Domund que queremos preparar y vivir desde la oración . Que el Señor nos ayude a reconocernos “bautizados y enviados”, a llevar como fuego en el corazón el anuncio del Evangelio, a ser “Iglesia de Cristo en misión en el mundo”. Pidámosle que aumente en nosotros el amor por la misión, que, como dice Francisco, es “una pasión por Jesús, pero, al mismo tiempo, una pasión por su pueblo”
Con Francisco de Asis decimos: Oh Alto y Glorioso Dios…
CANTO: Mueveme mi Dios hacia ti…
SALMO MISIONERO
Tú llamas a seguirte y arrancas al hombre de los suyos.
Tú llamas a seguirte y pides vender todo y darlo por nada.
Tú llamas a seguirte y exiges perder la vida, perderla toda.
Tú llamas a seguirte, cargando con la cruz como revolucionario del amor entre los hombres.
Tu llamada es radical. Tú llamas por el nombre y haces tuyo al hombre para siempre.
Tú llamas porque has amado primero y el amor es comunión.
Tú llamas porque eres bueno, porque tu corazón es fiesta.
Tú llamas y abres al hombre la voluntad del Padre.
Tú llamas y quieres hombres libres que te sigan.
Aquí estoy, Señor, quiero seguirte con mi corazón roto.
Aquí estoy, Señor del alba, quiero cambiar haciendo seguimiento.
Aquí estoy, Señor Jesús, da ritmo a mi proceso.
Aquí estoy, Señor, porque me has llamado, gracias.
Quiero ser luz en la noche de cada hombre. Luz.
Quiero ser palabra que despierte al hombre dormido.
Quiero se agua fresca que dé vida a la planta seca.
Quiero ser pan partido, roto, dado en abundancia.
Quiero ser copa que desborde lo íntimo de mi ser.
Quiero ser racimo de uvas exprimido en el lagar.
Que tu Espíritu, Señor, sea derramado sobre mi.
Que tu Espíritu, Señor, sea la fuerza de mi debilidad.
Que tu Espíritu, señor, me conduzca al hombre oprimido.
CANTO: Quiero ser Samaritano
NOTICIA
MENSAJE DEL PAPA PARA LA JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES 2019
“Bautizados y enviados: la Iglesia de Cristo en misión en el mundo”
Queridos hermanos y hermanas:
He pedido a toda la Iglesia que durante el mes de octubre de 2019 se viva un tiempo misionero extraordinario, para conmemorar el centenario de la promulgación de la carta millud del papa Benedicto XV (30 de noviembre de 1919). La visión profética de su propuesta apostólica me ha confirmado que hoy sigue siendo importante renovar el compromiso misionero de la Iglesia, impulsar evangélicamente su misión de anunciar y llevar al mundo la salvación de Jesucristo, muerto y resucitado.
El título del presente mensaje es igual al tema del Octubre Misionero: “Bautizados y enviados: la Iglesia de Cristo en misión en el mundo”. La celebración de este mes nos ayudará en primer lugar a volver a encontrar el sentido misionero de nuestra adhesión de fe a Jesucristo, fe que hemos recibido gratuitamente como un don en el bautismo. Nuestra pertenencia filial a Dios no es un acto individual, sino eclesial: la comunión con Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, es fuente de una vida nueva junto a tantos otros hermanos y hermanas…
La Iglesia está en misión en el mundo: la fe en Jesucristo nos da la dimensión justa de todas las cosas haciéndonos ver el mundo con los ojos y el corazón de Dios; la esperanza nos abre a los horizontes eternos de la vida divina de la que participamos verdaderamente; la caridad, que pregustamos en los sacramentos y en el amor fraterno, nos conduce hasta los confines de la tierra. Una Iglesia en salida hasta los últimos confines exige una conversión misionera constante y permanente. Cuántos santos, cuántas mujeres y hombres de fe nos dan testimonio, nos muestran que es posible y realizable esta apertura ilimitada, esta salida misericordiosa, como impulso urgente del amor y como fruto de su intrínseca lógica de don, de sacrificio y de gratuidad. Porque ha de ser hombre de Dios quien a Dios tiene que predicar .
Es un mandato que nos toca de cerca: yo soy siempre una misión; tú eres siempre una misión; todo bautizado y bautizada es una misión. Quien ama se pone en movimiento, sale de sí mismo, es atraído y atrae, se da al otro y teje relaciones que generan vida. Para el amor de Dios nadie es inútil e insignificante. Cada uno de nosotros es una misión en el mundo porque es fruto del amor de Dios. Aun cuando mi padre y mi madre hubieran traicionado el amor con la mentira, el odio y la infidelidad, Dios nunca renuncia al don de la vida, sino que destina a todos sus hijos, desde siempre, a su vida divina y eterna…
A los misioneros, a las misioneras y a todos los que en virtud del propio bautismo participan de algún modo en la misión de la Iglesia, les envío de corazón mi bendición.
CANTO: Deja la tierra en que habitas
EVANGELIO: 1 Cor 9, 16-18
Si anuncio el evangelio, no tengo por qué gloriarme, porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no anunciara el evangelio! Por eso, si lo hago de buena voluntad, recompensa tendré; pero si de mala voluntad, la comisión me ha sido encomendada. ¿Cuál, pues, es mi recompensa? Que, predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo, para no abusar de mi derecho en el evangelio.
CANTO: En mi Debilidad
ORACIÓN DEL DOMUND
Oración del Mes Misionero Extraordinario
Padre nuestro, tu Hijo Unigénito Jesucristo resucitado de entre los muertos encomendó a sus discípulos el mandato de "id y haced discípulos a todas las gentes". Tú nos recuerdas que a través de nuestro bautismo somos partícipes de la misión de la Iglesia. Por los dones de tu Santo Espíritu, concédenos la gracia de ser testigos del Evangelio, valientes y tenaces, para que la misión encomendada a la Iglesia, que aún está lejos de ser completada, pueda encontrar manifestaciones nuevas y eficaces que traigan vida y luz al mundo. Ayúdanos a hacer que todos los pueblos puedan experimentar el amor salvífico y la misericordia de Jesucristo, Él que es Dios y vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén
Oración del Mes Misionero Extraordinario
Padre nuestro, tu Hijo Unigénito Jesucristo resucitado de entre los muertos encomendó a sus discípulos el mandato de "id y haced discípulos a todas las gentes". Tú nos recuerdas que a través de nuestro bautismo somos partícipes de la misión de la Iglesia. Por los dones de tu Santo Espíritu, concédenos la gracia de ser testigos del Evangelio, valientes y tenaces, para que la misión encomendada a la Iglesia, que aún está lejos de ser completada, pueda encontrar manifestaciones nuevas y eficaces que traigan vida y luz al mundo. Ayúdanos a hacer que todos los pueblos puedan experimentar el amor salvífico y la misericordia de Jesucristo, Él que es Dios y vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amé
Con Francisco terminamos diciendo: Te adoramos ...
CANTO SALIDA: Llevar la Buena Noticia.