Oración Comunitaria 11/07/2019
ORACIÓN COMUNITARIA 11 JULIO
ENTRADA
Otro jueves más, sin descanso en el caluroso verano, venimos a encontrarnos contigo. Otros muchos también pasan calor o frío y no tienen donde resguardarse. Otros han caído en la adicción y no pueden salir. Otros han nacido en familias desestructuradas. Otros, otros… Hoy venimos a presentarte a tantos otros que no tienen tanta suerte como nosotros. A presentártelos y a que nos ayudes a ofrecer nuestra vida para intentar hacer la suya algo mejor. Como hizo Francisco.
Con él, comenzamos diciendo: Oh alto y glorioso Dios…
CANTO: Hazme ver con claridad
PRIMERA LECTURA. Salmo 121
Al contemplar las montañas, me pregunto:
“¿De dónde vendrá mi ayuda?”
Mi ayuda vendrá del Señor,
creador del cielo y de la tierra.
¡Nunca permitirá que resbales!
¡Nunca se dormirá el que te cuida!
No, él nunca duerme;
nunca duerme el que cuida a Israel.
El Señor es quien te cuida;
el Señor es quien te protege,
quien está junto a ti para ayudarte.
El sol no te hará daño de día,
ni la luna de noche.
El Señor te protege de todo peligro;
él protege tu vida.
Señor te protege en todos tus caminos,
ahora y siempre.
CANTO: Laudate omnes gentes
TESTIMONIOS
Testimonio 1
Medina tiene 30 años y viaja desde Irán con sus 4 hijos, el menor tan solo tiene 6 meses y lo lleva en brazos. Es natural de Herat, Afganistán, pero llevaba más de 13 años viviendo en este país. Allí tuvo problemas y se vio forzada a marcharse. Estaba sola con sus pequeños, pues su esposo la había dejado.
“Dios sabe que cuando llegamos al borde del mar tenía tanto miedo que pensé que nos ahogaríamos todos” Su familia lleva un mes de viaje durante el que ha tenido que cruzar el mar, se ha topado con traficantes o se ha visto obligada a dormir en un bosque. “Es muy difícil viajar con los niños, han pasado frío y miedo, se han puesto enfermos, lloran mucho”.
Testimonio 2
“No sabía que el viaje sería tan duro. No he tenido ni un minuto de paz, he llorado casi todos los días, me han pegado, me han robado”.
Jahanzeb denuncia que ha sufrido maltrato por parte de los agentes de policía búlgara. Les quitaron lo poco que llevaban, incluida la comida. Se quedó sin zapatos y cruzó descalzo las montañas que separan Bulgaria de Serbia, durmiendo muchas noches al roso.
Jahanzeb y Shakib, hermanos de 16 y 18 años, vienen desde Logar, Afganistán. Su viaje dura ya dos meses. Han recorrido Irán, Turquía y Bulgaria en busca de oportunidades
“Hemos venido a Europa porque queremos tener una vida segura. Si hubiera paz en mi país no hubiera venido”.
Testimonio 3
“Aquí podía tener una vida en paz”. Peter tiene 21 años y es natural de Nigeria, donde estaba amenazado de muerte. “Yo era feliz en mi país, tenía una familia y me ganaba bien la vida, pero tuve que huir”. No pudo despedirse de su familia. Superó el desierto de Níger, escapó de un secuestro en Libia y se enfrentó por primera vez al mar subido en un frágil bote para llegar a Italia.
“Si quieres trabajar aquí tienes que formarte”. Su meta ha sido aprender e instruirse (clases de italiano y cursos para poder acceder a un puesto de trabajo). Tiene amistades italianas, va a la biblioteca, practica deporte… Le han concedido el asilo. “Mi sueño es tener un futuro, un futuro mejor”.
Canto. Sigue habiendo
EVANGELIO. Mateo 25, 34-44
Dirá el Rey a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme.
Entonces los justos le responderán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?"
Y el Rey les dirá: En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis.
CANTO: En los pobres yo te vi
ORACIÓN COMPARTIDA
PADRENUESTRO
SALIDA
[De la Admonición 18 de S.Francisco]
Dichoso el hombre que, en su fragilidad, soporta a su prójimo en aquello en que querría que le soportara a él si estuviera en una situación semejante. Dichoso el siervo que restituye todos los bienes al Señor Dios, porque el que se reserva algo para sí, esconde en sí mismo el dinero de su Señor Dios y, lo que creía tener, se le quitará.
Con Francisco, terminamos diciendo: Te adoramos Señor Jesucristo…