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Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 26/05/2005 Corpus Christie

1. Escuela de oración:

Francisco de Asís fue un hermano y un menor y así quiso que fueran sus hermanos para siempre. Sin embargo, Francisco de Asís, antes que nada fue un “hombre de oración”, un hombre impresionado por la grandeza y humildad del Señor. Francisco de Asís tuvo la gracia de conocer, vivir y gozar del encuentro del Señor de forma soberana. Dios se apoderó de Francisco en el camino de Espoleto; en aquella experiencia a Francisco le impresionó la grandeza y el señorío de Dios y a él se dedicó porque “solo al Señor puede servir más en la vida”.
De Francisco de asís hemos heredado también el gusto y el subrayado de la fraternidad. Pero del mismo Francisco y Clara de Asís, así como de una gran nibe de místicos de nuestra tradición franciscana, hemos heredado, sobre todo, el anhelo de Dios; el encargo de conocerlo, amarlo, servirlo y seguirlo en el Señor Jesucristo. Nuestra vida fraterna quiere ser, pues, lugar de experiencia de Dios, “lugar de alumbramiento de la fe”, lugar de oración y de la búsqueda del Señor. Muchos son los servicios que los hermanos nos sentimos llamados a prestar, pero ninguno tan urgente y tan principal como el de ser testigos del Dios vivo entre los hombres. En medio de los vaivenes de la sociedad y en medio de los grandes cuestionamientos a que la sociedad nos somete desde la secularizad, hoy nos sentimos llamados a vivir serena y decididamente esta experiencia de Dios, Padre de Jesús y Padre nuestro y ello con una fe sencilla cuanto profunda y en una vida de oración que consiste en “tener el corazón y la mente vueltos siempre a Dios”

2. Canto: Oh, Christe, Domine Jesu

3. SALMO 99:

Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con vítores.
Sabed que el Señor es Dios; que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño.
Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con himnos, dándole gracias y bendiciendo su nombre.
El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades



4. Canto: La misericordia del Señor, cada día cantaré

5. Mensaje para el Día de la Caridad, el domingo 29 de mayo

“La Eucaristía camino de integración fraterna” es el título del Mensaje de los obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Social para la celebración del Día de Caridad, en la festividad del Corpus Christi, que en este año litúrgico dedicado a la Eucaristía, adquiere un relieve particular.

La festividad del Corpus Christi lleva a los cristianos a trabajar en la edificación de una sociedad más solidaria, gratuita y fraterna. “Es una exigencia interna de la Eucaristía”
“Crece hoy en bastantes ambientes la opinión de que la religión divide; y no faltan quienes propugnan la laicidad como una vía privilegiada para la unidad e integración de la sociedad compleja, plural y democrática. Ese no es el mensaje de la Eucaristía. El cuerpo de Cristo entregado por todos y su sangre derramada por todos, hace de la Iglesia una comunidad abierta a la verdadera catolicidad. La dinámica eucarística, supera la tentación de la intolerancia, de situarse frente al mundo como su juez y lleva a entregarse a través del servicio pobre y humilde en favor de la humanidad entera”.
La proclamación de la verdad liberadora es la expresión del sumo respeto y servicio a la persona humana. El mandato del amor fraterno es el principio de una integración donde los fuertes son capaces de cargar con las fragilidades de los débiles”,
Por ello, “la fe, lejos de dividir, aúna a todos en Cristo, pues en él ha de ser todo reconciliado según el designio divino. No seamos miopes y abramos la mirada hacia el futuro. Porque Jesús ha resucitado, el lema de Cáritas: Nadie sin futuro, es ya una realidad. Así lo celebra la Eucaristía”.
Al ofrecer el pan y el vino, la Iglesia recuerda que son fruto de la tierra y del trabajo de los hombres. “En efecto, el don de Dios y el esfuerzo del hombre se dan cita en nuestra celebración eucarística. La tierra es de Dios y nadie puede apropiársela en exclusiva”.

“Quien celebra la Eucaristía correctamente, y no la reduce a una mera obligación o a un rito puramente religioso, vivirá la gratuidad divina en su relación con el inmigrante aun cuando pertenezca a otra confesión religiosa. Sabrá tenderle la mano hermana y compartir con él los bienes provenientes del Señor y del mutuo trabajo; en su compañía trabajará para edificar un mundo más justo y solidario”.

Finalmente, “invitamos a todos los cristianos a ser agentes de una verdadera integración fraterna en la sociedad compleja y plural que nos ha tocado en suerte. La caridad de Cristo nos apremia a vivir para los demás y a acoger a todos como verdaderos hermanos. Y al agradeceros todo lo que estáis haciendo para abrir caminos de integración fraterna, invocamos la maternal intercesión de María, para que los muros de la separación caigan y surja un mundo renovado en el amor, la justicia y la libertad”.


6. Canto: Ubi charitas et amor, Deus ibi est

7. EVANGELIO: Jn 6, 51-58

Dijo Jesús a los judíos: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que come de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo”. Disputaban entonces los judíos entre sí: “¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?”. Entonces Jesús les dijo: “Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su sangre no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo; no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron: el que come este pan vivirá para siempre.

8. Canto: El Señor es mi fortaleza

9. Peticiones (Kirie eleison)

10. Padre nuestro

11. Envío y oración final:

Si tras cada encuentro con Jesús eucaristía no salimos más dispuestos a ser molidos como trigo por la piedra del molino de la vida, para pasar a ser de este modo un poco como comida y bebida y sustento de cuantos nos necesiten, tal vez nos hayamos hallado ante un Sagrario; pero no nos hayamos encontrado con el Dios que mora dentro

Te adoramos, Señor Jesucristo,…

12.-Canto: Magnificat anima mea Dominum