• imagen del slider

Datos

Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 28/03/2019

ORACIÓN 28 MARZO 2019

ESCUELA DE ORACIÓN:
Nos reunimos un jueves más ante este Cristo de San Damián llamados todos a formar una gran familia, una familia en la que nadie domine a nadie, una familia que respete y potencie el crecimiento de todos, una familia en la que los pobres, los que están tristes, los fracasados, los despreciados, los débiles se vean valorados y sean escuchados, respetados y asistidos.
Pidamos que sepamos reconocer nuestra valía y nuestras debilidades, que nos sostengamos en el Padre y entre los hermanos para así formar una gran fraternidad.

Con Francisco, comenzamos diciendo todos juntos “Oh alto y glorioso Dios…”

Canto:

SALMO 133 (132) Que vivan unidos los hermanos
133:1 Canto de peregrinación. De David.
¡Qué bueno y agradable
es que los hermanos vivan unidos!
133:2 Es como el óleo perfumado sobre la cabeza,
que desciende por la barba
—la barba de Aarón—
hasta el borde de sus vestiduras.
133:3 Es como el rocío del Hermón
que cae sobre las montañas de Sión.
Allí el Señor da su bendición,
la vida para siempre.

Canto:

NOTICIA:
Me llamo Fernando, tengo 60 años y soy el hombre más feliz del mundo porque he nacido sin prejuicios ni diferencias.
Nací en el seno de una familia atípica y eso me proporcionó una educación que es la envidia del mundo.
Era el mediano de 5 hermanas. Mis padres eran docentes. Nos llevaban cada mañana a nuestros respectivos colegios donde impartían clase.
Al llegar a casa, nos poníamos los 5 en una mesa enorme a estudiar y acabar nuestras tareas escolares, y mi padre nos observaba mientras hacia las tareas del hogar junto a mi madre, charlando animados y felices.
Mientras mi madre nos organizaba el baño, mi padre preparaba la cena. Luego nos podíamos sentar un ratito a explicarnos como había ido el día. Después nos íbamos a dormir, no sin antes mirar con admiración como se abrazaban y se besaban.
Los fines de semana, entre los 7 teníamos que dejar la casa lista, las mismas responsabilidades repartidas por edad, mi padre cuando acaba las suyas, ayudaba a que el resto estuvieran bien acabadas. Después nos íbamos a merendar al campo o a dar una vuelta hasta la churrería ubicada en la plaza mayor, era nuestra recompensa.
Al ir creciendo escuchaba conversaciones de adulto que me costaba entender: "Fernando es una vergüenza para la hombría" decían los hombres de la familia cuando recogía los platos después de una comida familiar, "que suerte ha tenido María con su marido", decían las mujeres, incluso algunas le decían "deja eso hombre, esto es cosa de mujeres"
¿Cosa de mujeres, ni que los hombres no hubieran comido en un plato?
Cuando tenía 17 años, mientras hacíamos la cena mi padre y yo, le pregunté: "papá, ¿Porque hacemos las tareas del hogar si eso es cosa de mujeres?"
"¿Eso crees?"
"Eso creen todos"
"Un hogar no es una casa con muebles. Un hogar es una familia. Cuando tu madre y yo nos casamos, los dos teníamos trabajos profesionales, y por educación cuando llegábamos a casa ella hacía las tareas del hogar y yo no hacía mucho. Pero se quedó embarazada de un hermano que no llego a vivir. Tu madre llegaba de trabajar cansada, embarazada y aún sacaba fuerzas para hacer cosas que teníamos que hacer juntos.
Perdimos a nuestro primer hijo. El día del entierro, estaba solo, tu madre estaba en el hospital. Ese día me di cuenta que mi mujer, tu madre, iba a aportar a nuestro hogar algo que yo nunca podría darle, y lo aportaba dando todo lo mejor de ella, su cuerpo, sus esperanzas e incluso su vida si hiciera falta, mientras yo, la miraba desde la mesa, esperando que me pusiera la cena.
Así que ese día decidí que mi mujer recibiría el mismo esfuerzo por mi parte que ella había hecho por la suya.
Y no me importa lo que digan los hombres, ni lo que crean las mujeres, ni lo que la sociedad crea que es políticamente correcto.
Es nuestro hogar, son nuestros hijos, de los dos, y mi mayor felicidad en la vida es ver a tu madre feliz porque yo también lo soy, disfrutando juntos de nuestro hogar"
Mi orgullo por mi padre no podía ser mayor.
De eso ya hace 40 años, mi mujer nunca ha sentido la desigualdad del mundo en nuestro hogar, y nuestros hijos han tenido el mismo ejemplo y educación que yo tuve en mi casa.
Después de una vida a mis espaldas miro a mi alrededor y me doy cuenta que falta educación, respeto y cariño, predicar con el ejemplo es algo fundamental para la igualdad.

Canto:

EVANGELIO Lc 15,1-3.11-32: Este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido.
Solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos:
- «Ése acoge a los pecadores y come con ellos.»
Jesús les dijo esta parábola:
-«Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: "Padre, dame la parte que me toca de la fortuna." El padre les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente. Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad. Fue entonces y tanto le insistió a un habitante de aquel país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Le entraban ganas de saciarse de las algarrobas que comían los cerdos; y nadie le daba de comer.
Recapacitando entonces, se dijo: "Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros."
Se puso en camino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo. Su hijo le dijo: "Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo." Pero el padre dijo a sus criados: "Sacad en seguida el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado."
Y empezaron el banquete. Su hijo mayor estaba en el campo. Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y el baile, y llamando a uno de los mozos, le preguntó qué pasaba. Éste le contestó: "Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud."
Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo. Y él replicó a su padre: "Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado." El padre le dijo: "Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo: deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado."»

Canto:

Peticiones y Padre Nuestro

SALIDA
Señor Jesucristo, columna de unidad y rey de la fraternidad. Envíanos cada mañana una ráfaga de tu espíritu. Derriba los muros de separación levantados por el egoísmo, el orgullo y la vanidad. Aleja de nuestra casa las envidias que siembran discordias. Líbranos de las inhibiciones. Sosiega los impulsos y cólmanos de serenidad. Haz surgir en nuestras intimidades corrientes sensibles y cálidas para que nos perdonemos y nos comprendamos, nos estimulemos y nos celebremos. Retira de nuestro camino las rivalidades y aversiones rompe los bloqueos para que seamos unos con otros abiertos y leales, sinceros y veraces. Crezca la confianza como árbol frondoso a cuya sombra todos nos sintamos felices. Y así seremos ante el mundo el argumento sensible y profético de que tú, estás vivo entre nosotros.