Oración Comunitaria 14/02/2019
ENTRADA
Otro jueves más, Señor, venimos a tu encuentro. Algunos andamos siempre con prisas, otros más
sosegados. La mayoría con millones de cosas en la cabeza, algunos más alegres, otros en cambio un
poco más sombríos quizás. Pero todos necesitamos hoy de ti. Para que tú nos transformes, como
quieras, a tu imagen. Háblanos al corazón, y ayúdanos a escuchar lo que quieres decirnos esta tarde,
Padre.
Con Francisco, comenzamos diciendo: “Oh alto y glorioso Dios…”
Salmo 36
Encomienda tu camino al Señor,
confía en él, y él actuará:
hará tu justicia como el amanecer,
tu derecho, como el mediodía.
La boca del justo expone la sabiduría,
su lengua explica el derecho:
porque lleva en el corazón la ley de su Dios,
y sus pasos no vacilan.
El Señor es quien salva a los justos,
él es su alcázar en el peligro;
el Señor los protege y los libra,
los libra de los malvados y los salva,
porque se acogen a él.
NOTICIA
Hace tres años, Barry buscaba trabajo en el periódico. De repente, vio un anuncio que le interesó: un
puesto de camarero en el restaurante de Hogeweyk, una residencia para enfermos con demencia
senil severa. Lo que no se imaginaba es que en este local los ancianos pudieran tomarse una cerveza,
o incluso un gintonic. Pero Villa Demencia Demencia (término utilizado por la propia residencia) no
es una residencia de ancianos al uso.
Esta especie de urbanización, de más de 15.000 metros cuadrados, está formada por una treintena
de casas y un par de plazas, pero el recinto está completamente cerrado al exterior. Aquí, los
ancianos con alzhéimer (el tipo de demencia más frecuente) tienen prohibido salir solos. “Queremos
que hagan una vida normal en un entorno lo más real posible. Lo que no es natural es meter a los
residentes en la cama esperando todo el día la hora de la pastilla y la comida”, explica uno de los
fundadores de Hogeweyk.
Hasta 1993, era una residencia pública convencional. Pero aquel año la directiva “decidió reformular
el concepto de geriátrico para fomentar el bienestar de los residentes”. Empezaron con el comedor:
habilitaron el acceso de los ancianos a la cocina para que ayudaran a elaborar la comida, luego
dividieron a los residentes en diferentes grupos según sus aficiones y fomentaron las
actividades.“Pronto comprobaron que bajaba su nivel de estrés y que, por tanto, no era necesaria
tanta medicación”, cuenta el fundador.
El neurólogo y Premio Príncipe de Asturias António Damasio avala el experimento: “Mantener una
sensación de vida normal probablemente ayuda al bienestar de los pacientes. Los enfermos de
alzhéimer van perdiendo su capacidad de recordar, razonar, incluso de usar el lenguaje. Pero
curiosamente sus emociones y sentimientos se conservan durante mucho tiempo. Esto permite a los
cuidadores relacionarse humanamente con ellos”. Este experimento de residencia es sin duda mejor
que un geriátrico convencional, aunque, no obstante, hay un aspecto que no se resuelve y es la
desocialización histórica de la persona con demencia. En este no se relacionan con sus amigos, con
su familia, sino con otras personas con problemas cognitivos y cuidadores", considera otro
neurólogo, el Dr. Acarín.
El proyecto dio tan buenos resultados que en 2009 demolieron el viejo edificio y levantaron este
pueblo en el que sus habitantes pasan sus últimos años de vida. Todos mueren, pero objetivo es que
pasen el tiempo que les queda lo mejor posible.Una plaza en esta residencia pública le cuesta al
Estado holandés unos 6.000 euros al mes. El residente solo sufraga entre 150 y 2.000 euros
mensuales, dependiendo de su pensión y condición económica
En cada casa viven siete residentes supervisados por dos cuidadores. Mientras un profesional
sanitario está pendiente de los asuntos médicos, un auxiliar se encarga de los quehaceres
domésticos (cocina, limpieza, lavandería, etcétera). “A veces piensan que somos una vecina que
viene a ayudarles, otras son más conscientes de que están en una residencia, depende del día”,
explica uno de los trabajadores. El original modelo de Villa se ha convertido en un referente en el
cuidado y bienestar de estos enfermos, ha recibido premios internacionales y se está exportando a
otros países. “Pero aquí todavía no tenemos ninguna residencia de este tipo”, reconoce Noemí
Martínez, vicepresidenta de la Fundación Alzhéimer España. En nuestro país, más de 700.000
personas sufren esta enfermedad y las previsiones para 2050 apuntan a que el número de enfermos
se habrá duplicado..
EVANGELIO
Marcos 7,14-23
En aquel tiempo, llamó Jesús de nuevo a la gente y les dijo: «Escuchad y entended todos: Nada que
entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al
hombre. El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Cuando dejó a la gente y entró en casa, le pidieron sus discípulos que les explicara la parábola. Él les
dijo: «¿Tan torpes sois también vosotros? ¿No comprendéis? Nada que entre de fuera puede hacer
impuro al hombre, porque no entra en el corazón, sino en el vientre, y se echa en la letrina.»
Con esto declaraba puros todos los alimentos. Y siguió: «Lo que sale de dentro, eso sí mancha al
hombre. Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos propósitos, las fornicaciones,
robos, homicidios, adulterios, codicias, injusticias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo,
frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro.
SALIDA
Dame fuerza para llevar con garbo mis alegrías y mis tristezas.
Dame fuerza para que mis amores fructifiquen en servicio.
Dame fuerza para no abandonar al pobre y para no doblar mi rodilla
ante ningún poder insolvente.
Dame fuerza para elevar mi mente por encima de las trivialidades de cada día.
Y dame fuerza para rendir mi fuerza a tu voluntad, con amor.
Con Francisco, terminamos diciendo: “Te adoramos, Señor Jesucristo”