Oración Comunitaria 06/09/2018
ESCUELA DE ORACIÓN:
Tras la vuelta a la rutina y al trabajo, retomamos la oración en comunidad. Volvemos nuestros ojos a quienes han sido maestros en la fé, y esta semana recordamos a la Madre Teresa de Calcuta. También oramos junto a la Iglesia en la Jornada Mundial de Oración por el cuidado de la creación, dedicado al agua.
Rezar podría computar como horas de trabajo para los empleados públicos, pero no sirve porque es una práctica “antisistema”. Tan políticamente incorrecta que la gente oculta que reza como esconde la tripa para la foto. Rezar es un placer que se reserva para la intimidad. Un acto privado, y casi a escondidas, que, cuando se hace acompañado, necesita cierta oscuridad y mucha confianza.
Rezar es tener fe. Rezar es la maestría de niños y abuelos. Y es un súper poder que nos predispone al bien. Rezar es creer y ser practicante de un mundo mejor.
Con Francisco, comenzamos diciendo: "OH ALTO Y GLORIOSO DIOS...
SALMO 103
Bendice, alma mía, al Señor:
¡Dios mío, qué grande eres!
Te vistes de belleza y majestad,
la luz te envuelve como un manto.
Extiendes los cielos como una tienda,
construyes tu morada sobre las aguas;
las nubes te sirven de carroza,
avanzas en las olas del viento;
los vientos te sirven de mensajeros;
el fuego llameante, de ministro.
Asentaste la tierra sobre sus cimientos,
y no vacilará jamás;
la cubriste con el manto del océano,
y las aguas se posaron sobre las montañas;
De los manantiales sacas los ríos,
para que fluyan entre los montes;
en ellos beben las fieras de los campos,
el asno salvaje apaga su sed;
junto a ellos habitan las aves del cielo,
y entre las frondas se oye su canto.
Desde tu morada riegas los montes,
y la tierra se sacia de tu acción fecunda;
haces brotar hierba para los ganados,
y forraje para los que sirven al hombre.
El saca pan de los campos,
y vino que le alegra el corazón;
y aceite que da brillo a su rostro,
y alimento que le da fuerzas.
Cuántas son tus obras, Señor,
y todas las hiciste con sabiduría;
la tierra está llena de tus criaturas.
Ahí está el mar: ancho y dilatado,
en él bullen, sin número,
animales pequeños y grandes;
lo surcan las naves, y el leviatán
que modelaste para que retoce.
Todos ellos aguardan
a que les eches comida a su tiempo:
abres tu mano, y se sacian de bienes;
escondes tu rostro, y se espantan;
les retiras el aliento, y expiran
envías tu aliento, y los creas,
y repueblas la faz de la tierra.
Gloria a Dios para siempre,
goce el Señor con sus obras,
cuando El mira la tierra, ella tiembla;
cuando toca los montes, humean.
Cantaré al Señor,
tocaré para mi Dios mientras exista:
que le sea agradable mi poema,
y yo me alegraré con el Señor.
Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación (1-9-2018). El agua: don precioso y derecho de todos.
Queridos hermanos y hermanas:
En esta Jornada Mundial de Oración por el cuidado de la creación, deseo llamar la atención sobre la cuestión del agua, un elemento tan sencillo y precioso, cuyo acceso para muchos es lamentablemente difícil si no imposible. Y, sin embargo, se trata de un derecho humano básico y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos. Este mundo tiene una grave deuda social con los pobres que no tienen acceso al agua potable, porque eso es negarles el derecho a la vida, basado en su dignidad inalienable».
El agua nos invita a reflexionar sobre nuestros orígenes. El cuerpo humano está compuesto en su mayor parte de agua; y muchas civilizaciones han surgido en las proximidades de grandes cursos de agua. Es sugestiva la imagen usada al comienzo del Libro del Génesis, donde se dice que en el principio el espíritu del Creador «se cernía sobre la faz de las aguas» (1,2).
Siento la necesidad de dar gracias a Dios por la “hermana agua”, sencilla y útil para la vida del planeta. Precisamente por esto, cuidar las fuentes y las cuencas hidrográficas es un imperativo urgente. Urgen proyectos compartidos y gestos concretos, teniendo en cuenta que es inaceptable cualquier privatización del bien natural del agua que vaya en detrimento del derecho humano de acceso a ella.
Para los cristianos, el agua representa un elemento de purificación y de vida. El agua santificada por el Espíritu es la materia por medio de la cual Dios nos ha vivificado y renovado en el Bautismo, que representa también, el punto de partida real para vivir una fraternidad cada vez más auténtica a lo largo del camino hacia la unidad plena. Ir a Jesús, beber de él, significa encontrarlo personalmente como Señor, sacando de su Palabra el sentido de la vida.
Dirigir nuestra mente hacia las inmensas extensiones marinas en movimiento, también representa, la oportunidad de pensar en Dios, que acompaña constantemente su creación haciéndola avanzar, manteniéndola en la existencia. Custodiar cada día este bien valioso representa hoy una responsabilidad ineludible, un auténtico desafío. No podemos permitir que los océanos se llenen de extensiones inertes de plástico flotante.
Recemos para que las aguas no sean signo de separación entre los pueblos, sino signo de encuentro. Recemos para que se salvaguarde a quien arriesga la vida sobre las olas buscando un futuro mejor. Pidamos al Señor, y a quienes realizan el servicio de la política, que las cuestiones vinculadas a las migraciones, a los cambios climáticos, al derecho de todos a disfrutar de los bienes primarios, sean afrontadas con responsabilidad y previsión, mirando al mañana; con generosidad y espíritu de colaboración. Recemos por cuantos se dedican al apostolado del mar, por quienes ayudan en la reflexión sobre los problemas en los que se encuentran los ecosistemas marítimos, por quienes contribuyen a la elaboración y aplicación de normativas internacionales sobre los mares, para que tutelen a las personas, los países, los bienes, los recursos naturales y garanticen un desarrollo integral en la perspectiva del bien común de toda la familia humana y no de intereses particulares. Recordemos también a cuantos se ocupan de la protección de las zonas marinas, de la tutela de los océanos y de su biodiversidad, para que realicen esta tarea con responsabilidad y honestidad.
Finalmente, nos preocupan las jóvenes generaciones y rezamos por ellas, para que crezcan en el conocimiento y en el respeto de la casa común y con el deseo de cuidar del bien esencial del agua en beneficio de todos.
EVANGELIO (Mateo 25,31-36 y 40):Ç
Entonces el Rey dirá a los de su derecha: "Venid benditos de mi Padre, tomad posesión de mi Reino preparado para vosotros desde el principio del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui emigrante y me acogisteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, preso y me acompañasteis... Os aseguro que cuando lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos mas pequeños, conmigo lo hicisteis".
Oración para Sonreír (Teresa de Calcuta)
Señor, renueva mi espíritu y dibuja en mi rostro sonrisas de gozo por la riqueza de tu bendición.
Que mis ojos sonrían diariamente por el cuidado y compañerismo de mi familia y de mi comunidad.
Que mi corazón sonría diariamente por las alegrías y dolores que compartimos.
Que mi boca sonría diariamente con la alegría y regocijo de tus trabajos.
Que mi rostro dé testimonio diariamente de la alegría que tú me brindas.
Gracias por este regalo de mi sonrisa, Señor.
Amén