• imagen del slider

Datos

Etiquetas: oración del jueves

Oración Comunitaria 10/03/2005

1. Canto de entrada: Abrid de par en par las puertas al Redentor
2. Escuela de oración: En la comunidad cristiana
130.- De las primeras comunidades cristianas se nos dice que “acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones” (Hch 2, 42). Este era el ideal al que aspiraban: vivir con un solo corazón y una sola alma. ¿Cómo promover hoy entre nosotros la oración comunitaria?
• La oración comunitaria
131.- Para que haya oración comunitaria no basta que coincidan varias personas a rezar. Es necesario que se constituya un sujeto común de una oración compartida por todos. Que, al invocar a Dios, puedan decir en verdad “nosotros” sin que nadie quede aislado. El mismo hecho de congregarse, el compartir los sentimientos de fraternidad y el m odo de realizar la oración han de expresar este deseo de dejarse animar por el único y mismo Espíritu que habita en ellos (cfr, Rm 8, 26). Ni que decir tiene que nunca esta oración se ha de convertir en cenáculo cerrado. Sería una contradicción.
132.- Las posibilidades de la oración comunitaria son muchas, pues no es necesario seguir una estructura ni unas fórmulas litúrgicas fijas. Se puede compartir el silencio ante Dios o escuchar juntos su Palabra de múltiples formas. SE pueden utilizar oraciones preparadas o suscitar espontáneamente otras. Se puede recitar una oración todos juntos o alternarla en dos coros. Se pueden rezar salmos o cantar. Lo importante es que la oración esté al alcance de todos, que se evite el intimismo, que no se caiga en la rutina y que la oración nazca espontáneamente de la fe y de la vida del grupo. Esta oración no es sólo expresión de la comunidad, sino un medio precioso para robustecer la vida comunitaria en el seno de la Iglesia.

3. Salmo 50-51 (49-50), 3-6; 12-17 (Misericordia, Señor, por tu bondad,…)

4. Canto: Sin tu misericordia nada puedo

5. Noticia:
- Un aniversario encendido (línea COPE)

Aún sigue encendido en la estación de Atocha de Madrid el recuerdo de aquella mañana del 11 de marzo de hace un año, cuando la muerte, el sufrimiento y la solidaridad conmovieron no sólo a toda la ciudad sino también al mundo entero. Sigue encendida la vela del recuerdo, hay todavía mensajes escritos y ramos de flores en medio de un silencio casi religioso que es casi un monumento al dolor y a la esperanza.
En las vísperas de ese luto nacional, día reservado para el homenaje, se ha pedido por respeto al dolor de las víctimas que los medios de comunicación no caigan en la tentación de revivir y reavivar el dramatismo de aquella mañana. Se espera que cumplan este deseo, pero también que se cumpla la deseada unidad de los políticos, que a propósito de estos atentados no han estado nada finos. Han dado un mal ejemplo de disensión, aunque hayan aprobado al fin sendas declaraciones institucionales, en el senado y en el congreso, mostrando un profundo reconocimiento a las víctimas.
Muchas familias afectadas se han reunido para consolar su dolor, se ha celebrado en Madrid una Cumbre, con presencia internacional devaluada, en la que se pidió un frente unido frente al terror. Pero hasta la hermosa iniciativa de las campanas de las iglesias ha sido contestada, sin tener en cuenta que este gesto no tiene por qué entenderse como signo confesional, pues el toque de campanas es entre nosotros un piadoso y emocionante recordatorio, como puede serlo una vela encendida en la estación de Atocha. Para muchos, también una llamada a la oración por los que faltan y por los que sufren.
6. Canto: Dona la pace, Signore

7. Evangelio: Jn 5, 31-47 (…esas obras que hago dan testimonio de mi: que el Padre me ha enviado…)


8. Canto: Confío en ti, de ti me fié…

9. Peticiones

10. Padre nuestro

11. Oración final: Mira tus obras. ¿Qué dicen de ti? ¿Qué dicen de Dios?. ¿Abren porvenir a los que no lo tienen? ¿Nacen de la intimidad con el amor gratuito del Padre?
Los cojos andan, los ciegos ven,
a los pobres se les anuncia la buena del Evangelio.
Jesús, tus obras me llenan de alegría;
me recuerdan constantemente al Padre
12. Canto de salida: Te adoramos, santísimo Jesús,