Oración Comunitaria 01/02/2018
Introducción: (vuestra soy, para vos nací- santa teresa de Jesús)
¿Qué mandáis hacer de mí?
Vuestra soy, pues me criaste,
vuestra, pues me redimiste,
vuestra, pues que me sufriste,
vuestra, pues que me llamaste,
vuestra, porque me esperaste,
vuestra, pues no me perdí.
¿Qué mandáis hacer de mí?
¿Qué mandáis, pues, buen Señor,
Que haga tan vil criado?
¿Cuál oficio le habéis dado
A este esclavo pecador?
Veisme aquí, mi dulce Amor,
amor dulce, veisme aquí,
¿Qué mandáis hacer de mí?
Veis aquí mi corazón,
yo le pongo en vuestra palma,
mi cuerpo, mi vida y alma,
mis entrañas y afición;
Dulce Esposo y redención,
pues por vuestra me ofrecí.
¿Qué mandáis hacer de mí?
Canto.
Salmo: (salmo 129)
Desde lo hondo a ti grito, Señor;
Señor, escucha mi voz;
estén tus oídos atentos
a la voz de mi súplica.
Si llevas cuenta de los delitos,
Señor, ¿quién podrá resistir?
Pero de ti procede el perdón,
y así infundes respeto.
Mi alma espera en el Señor,
espera en su palabra;
mi alma aguarda al Señor,
más que el centinela la aurora.
Aguarde Israel al Señor,
como el centinela la aurora;
Porque del Señor viene la misericordia,
la redención copiosa;
y él redimirá a Israel
de todos sus delitos
Noticia:
María Arribas Piquer tiene el 17 de febrero de 2018 marcado en su agenda. Ese día no tiene que dar una clase en virtud de su recién estrenado trabajo de profesora en el Colegio Aldeafuente. Tampoco tiene que acompañar a sus padres –con los que todavía vive– a un recado, ni ha quedado para una salida nocturna con sus amigas. El 17 de febrero María no ha quedado con su novio, al que ha estado unida los últimos 4 años. Ese día lo tiene marcado en su agenda porque es el día en el que ingresará como novicia en la orden religiosa Iesu Communio, algo que «nunca me había planteado», confiesa a Alfa y Omega. «Ni siquiera ahora, que ya tengo fecha para ingresar, me lo puedo creer. No solo no me lo había planteado, sino que todavía hoy pienso “¡pero cómo puedo ser yo monja!”». Y seguidamente responde: lo que ha sucedido «es que he experimentado el amor de Dios y eso me llenó por dentro de una forma abrumadora».
El camino que ha terminado con el ingreso de María Arribas en el convento comenzó a acelerarse en agosto. Un día que se sentía especialmente contristada decidió acudir a Misa. «Iba habitualmente, pero es verdad que en aquel momento vivía mi fe como algo impuesto, que había recibido gracias a mis padres, pero que nunca había terminado de hacer mía del todo», explica. En aquella Eucaristía la joven de 23 años sintió «que Dios se me puso delante, como cuando tu hijo se cae y llora y nota tu mano en su cabeza. Pues igual yo. Experimenté que mi Padre venía y me salvaba y, entonces, me sentí súper consolada y muy amada», asegura. «Nunca había sentido eso, nunca. Dios estaba conmigo y no me abandonaba».
Pasó septiembre, también octubre y la joven se acordó de pronto de que «hacía mucho tiempo que no iba a ver a las de Iesu». Había conocido a las religiosas años atrás en un retiro organizado por un sacerdote de su universidad y «del que me fui tocada. Aquel retiro me dejó huella.
La joven retomó las visitas a las religiosas del característico hábito de tela vaquera, aunque reconoce que «no sabía por qué. Era Dios quien me llevaba y allí me sentía a gusto, como en casa».En una de aquellas visitas, hablando con una de las monjas, la todavía profesora de Aldeafuente se dio cuenta de «lo que tenía en el fondo de mi corazón. Nunca me había parado a escucharme, jamás». Tras aquella conversación, «me dije: “María, tú quieres seguir a Jesús”». Pero no fue en aquel momento cuando decidió profesar como religiosa.
Ahora sí, María comenzó a tener dirección espiritual con un sacerdote. «Me invitaba a no dejarme llevar por las emociones y me dejó el libro de La confianza en Dios». En él, descubrió una frase de la madre Teresa: allí donde brote tu corazón ese es el sitio que el Señor tiene para ti. «Mi corazón ha brotado en Iesu Comunio, pero no ha brotado un día, brota siempre que voy. Allí el Señor me dice justo lo que necesito escuchar ese día».Fue entonces cuando, en Navidad, decidió tener una experiencia de diez días con las religiosas de Iesu Comunio. «Dos días antes de terminar la experiencia pedí entrar en el convento y me dijeron que sí, que pusiera fecha». Así es como María Arribas Piquer señaló en rojo el 17 de febrero en el calendario. «Estaba rezando con el Evangelio para decidir la fecha. Lo abrí por el 17 de febrero, que es el primer día de Cuaresma y en el que Jesús se va al desierto a pasar 40 días. Con este paso, y su testimonio, María solo pide a Dios convertirse en «instrumento para que mucha gente se abra a Él. Ojalá mi testimonio pueda servir para que muchas personas abran los ojos y se den cuenta de que Dios existe y es súper bueno».
Canto
Evangelio (Mt 19, 27-29)
Dijo Pedro a Jesús: "Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿Qué nos va a tocar?".
Jesús les dijo: "En verdad os digo: cuando llegue la renovación y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o tierras, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna".
Canto
Peticiones y Acción de Gracias
Salida
El Pueblo de Dios no espera ni necesita de nosotros superhéroes, espera pastores, hombres y mujeres consagrados, que sepan tender una mano, que sepan detenerse ante el caído como hizo Jesús. –Papa Francisco-